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Altos costos de energía gatillan inversión de viñas en innovación y sustentabilidad
El escenario que estaban viviendo las viñas chilenas se ha visto empañado por el alza en el valor de la energía en la región, superando -incluso- al promedio de países de la OCDE, lo cual estaría afectando la competitividad de la industria nacional. A esto se suma la escasez de mano de obra que afecta transversalmente a varios sectores y un tipo de cambio bajo la línea de los $ 500.
José Miguel Viu, de Viña Viu Manent, ejemplifica que a nivel agrícola, las alzas constantes de los últimos años en el valor de la energía, afectan “el costo de captación de agua y el riego tecnificado. Adicionalmente, y producto del déficit hídrico, hemos debido intensificar la captación de aguas subterráneas versus la utilización de aguas superficiales cuyo costo es bastante menor, y aquí nuevamente la energía es indispensable”.
No obstante, las viñas no se han quedado de brazos cruzados y mucho menos han dejado de invertir. Por el contrario, para hacer frente a este escenario, están apostando, principalmente, por hacer un uso eficiente del recurso hídrico y por soluciones sustentables en los procesos de producción.
Luz natural y energía solar
Matías Elton, de Viña Morandé, muestra su preocupación en esta materia y comenta que incorporaron paneles solares en su planta. Añade, además, que están en etapa de investigación para la viabilidad de un proyecto de energía solar en Casablanca, con el fin de reducir el consumo de energía y aumentar la productividad.
Del mismo modo, Marco Antonio de Martino, gerente comercial de Viña De Martino, admite que ellos han logrado ser mucho más eficientes en el consumo energético. De hecho, también están trabajando en proyectos que lograrán “optimizar aislamientos y potenciar el uso de la luz natural”.
Gustavo Hormann y Gabriela Negrete, de Viña Montes, argumentan que hicieron “un levantamiento completo y planteamos distintas estrategias de eficiencia, las que hoy reportan considerables ahorros, así que más que ser afectados por el alza de la energía, hemos logrado reducir costos por la vía de la eficiencia en el consumo”.
En otra vereda, Felipe de la Jara, gerente general de Viña Errázuriz, cuenta que las fluctuaciones o coyunturales de los costos no les afecta, pues sus planes los realizan “a largo plazo”.
Las inversiones en innovación
• Para este ejercicio, Viña Errázuriz espera invertir $ 46 millones. Actualmente están trabajando en modelos para optimizar el uso de barricas y el envejecimiento de los vinos. En cuanto a la eficiencia del uso de agua para riego, están estudiando unos sensores que permiten monitorear la condición hídrica de la planta en tiempo continuo.
• Viña Gilmore importa material vegetal desde Italia para desarrollar y reproducir variedades innovadoras. En 2012 inyectaron $ 50 millones, aumentando la inversión en 40% respecto de 2011, recursos que este año no cambiarán mayormente pues seguirán estudiando las variedades que han traído desde Europa y probarán su adaptación a la zona y al clima del Maule.
• En 2012 Viña Morandé creó el comité de innovación que se encarga de desarrollar y promocionar los talleres para generar ideas que agreguen valor a la compañía, inyectando US$ 250.000. En 2013 seguirán desarrollando el Plan de Gestión de la Innovación, además de un programa de uso eficiente de energía para disminuir el consumo.
• Viña Montes fue la primera en obtener la certificación del Código Nacional de Sustentabilidad de la industria vitivinícola nacional y también la pionera en formar un Departamento de Investigación y Desarrollo cuyo foco principal es el estudio del recurso hídrico, con el fin de promover el uso eficiente del agua. Este año invertirán $ 126 millones en innovación, lo que equivale a un alza de 152% respecto a 2012. Seguirán trabajando en estrategias que permitan el uso eficiente del agua, siendo éste el principal punto de desarrollo sustentable de la viña.
•La mayor innovación para Viña de Martino será el relanzamiento de sus líneas Ultra Premium, llamada Single Vineyard, la cual está compuesta por nueve vinos hechos con uvas de nueve viñedos distintos. Además se lanzará un vino blanco hecho de Moscatel, fermentado y criado en tinajas de más de 100 años, que complementará la línea de vino tinto.