Conversación
Cómo es el «negocio redondo» de comprar terrenos «de lujo» en reservas naturales chilenas
Una hectárea en sitios como la selva valdiviana, la Patagonia o Chiloé, tiene un precio bruto de $25 a $30 millones.
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Seguramente si le pidieras a alguien que describiera su lugar predilecto para descansar, hablaría de un sitio rico en flora y fauna a orillas de un lago o playa en donde el color verde abunde, olvidando así el tono gris de la ciudad, calzando de forma casi perfecta con lo que se puede encontrar al sur de Chile.
Es por esto que los inversionistas, principalmente extranjeros, ven en lugares como la Patagonia un sitio único para invertir, a bajos precios en comparación con el mercado internacional. Esto es el denominado desarrollo turístico «de lujo».
Así, por lo menos, lo aseguró el presidente de Alaluf propiedades, Jack Alaluf, quien afirmo qué tierras comparables a las de la Patagonia, la selva valdiviana o Chiloé cuestan «hasta quince veces más» en Estados Unido u otros países del mundo. Cada hectárea de estos lugares tiene «un precio bruto de $25 a $30 millones».
En este sentido, Alaluf puso como ejemplo a la Hacienda Parga, o como algunos la conoce, The Cliff Preserve, proyecto de 3.600 hectáreas ubicado al norte de Chiloé, del cual su inmobiliaria junto a Sotheby’s International Realty están a cargo de la venta de este sitio. «Si tu multiplicas 3.600 por 30 millones, da un valor incalculable, muy por encima» del precio de venta de la hacienda que es de US$11,9 millones.
Pero esto, destacó, está hecho para «gente que tiene el concepto de la inversión. Con solo US$10 o US$15 millones, en el lapso de dos años, recuperan su inversión inmediatamente por la venta de pocas hectáreas o construcciones turísticas y después se quedan con el precio a costo cero. Es un negocio redondo, pero para quienes lo saben visualizar».
Aquí es donde destacan los inversionistas extranjeros, quienes «ven un punto de vista de inversión un poquito más abierto, con un análisis más aperturista» que sus pares chilenos. Los inversionistas nacionales «se conforman con lo que ya está establecido», sostuvo Alaluf.
Agregó que si se mira una tasa interna de retorno que tiene un proyecto de este tipo es «mucho más alta que el 20% de retorno que tienen los proyectos tradicionales chilenos. Con este tipo de inversión, en dos o tres años, se puede recuperar el 100%». Es por eso que los extranjeros compran estás grandes extensiones con tanta facilidad, porque además «son pocos millones de dólares».
Mercado inmobiliario de lujo
El lujo es un concepto que no solo se asocia al monto de la inversión, sino que también a otros factores como por ejemplo una ubicación privilegiada, ya sea en medio de un bosque, a orillas del mar, en una playa o isla exótica.
En esta misma línea, el director general de Sotheby’s International Realty , Javier Contreras, explicó que «el mercado se mueve por lugares únicos, principalmente con dos finalidades que no son excluyentes: una es la conservación y la otro son los lugares recreacionales», desatancando en Chile zonas como Atacama, Puelo, Yelcho, Futaleufú, Chiloé, La Patagonía, etc.
Agregó que para los extranjeros, en este sentido, los paisajes del sur de Chile son el principal atractivo. «La Patagonia ya es una marca muy fuerte en el mundo. Los extranjeros prefieren lugares que sean de mucha conservación o lugares exclusivo. Escogen sitios más aislados».
Además de fines turísticos y de preservación ecológica, Alaluf apuntó a que un porcentaje importante de compradores extranjeros «ha construido mansiones para uso personal y familiar».
Ahora, si la intención es la adquisición de una isla, comentó que existen «varias» islas a la venta en Chile. «Nosotros tenemos una isla en venta en US$ 1,2 millones, ubicada en Osorno hacia el mar, la cual tiene 140 hectáreas», y aclaró que los valores, en general, de este tipo de islas en el país están entre uno o dos millones de dólares.
Regulaciones que deben sortear los que buscan invertir en territorio chileno
En cuanto a si existen obstáculos para los inversores extranjeros para adquirir tierras en Chile, Contreras manifestó que «prácticamente no las hay. Es muy sencillo el proceso y los incentivos están principalmente puestos en invertir en un país de precios asequibles, con economía y políticas estables».
Alaluf dijo que los inversionistas de otros países «no tienen ni ventajas ni desventajas, operan igual que un local. Las inversiones se hacen normalmente bajo el artículo 600 o el capítulo 14 de la Ley de inversiones extranjeras: ingresan las platas, invierten y operan con el sistema tributario normal y la retiran de acuerdo a como lo tienen programado. Es bastante libre y flexible. Así ha funcionado perfectamente desde hace 30 años».
¿De quién son estas tierras a la venta?
Respecto a quiénes pertenecen estás atractivas reservas naturales, el presidente de Alaluf Propiedades, aclaró que «de propietarios chilenos principalmente».
Enfatizó en que normalmente estos terrenos no se encuentran a la venta, y son «los extranjeros quienes provocan el interés del vendedor».
El empresario apuntó a que a nivel de inmobiliaria «se está creando una conciencia, y creo que en los próximos años ya va a ser una cosa más normal que nosotros los agentes hagamos esta provocación». Pero, por el momento, este nicho es poco atractivo para las corredoras chilenas ya que estos negocios no son tradicionales, por lo que el proceso de búsqueda y venta son de muy «largo plazo».
En el caso de terrenos estatales, el trámite es más complejo, ya que el Estado «lleva a decreto ministerial la venta de sus propiedades», por lo que, antes de la puesta en venta, «se debe demostrar que los terrenos son prescindibles y que no dan ningún beneficio al Estado; tienen que cumplir una serie de condiciones que demuestren transparencia y probar que la venta es una necesidad», concluyó el corredor de propiedades.
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Fuente:Emol www.chiledesarrollosustentable.cl