La Asociación Chilena de Hidrógeno sugiere en un estudio cuatro cursos de acción. Entre ellos, avanzar en la elaboración de una norma técnica para los sistemas aislados de potencia.
Los anuncios de diversos proyectos de hidrógeno verde en Chile no cesan. Altas son las expectativas, aunque las dudas en cuanto a si se podrá desarrollar del todo esta industria en el país están latentes.
Una preocupación para el despegue es el costo de la producción del también llamado hidrógeno renovable. Esto, ya que los proyectos que alimenten las plantas de hidrógeno con electricidad generada por fuentes renovables conectadas al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), pagarían por los costos de la electricidad renovable y los costos sistémicos.
Así lo ratifica un estudio de la consultora Inodú para la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile) que detecta que las iniciativas que necesiten hacer retiros de electricidad para suplir su demanda tendrán que pagar diversos cargos adicionales.
El estudio -que se proyecta a 2031, cuando una buena cantidad de plantas estarían en operación- identifica que los proyectos que necesiten realizar retiros para suplir su demanda tendrán que pagar diferentes cargos, tales como transmisión nacional, transmisión zonal, cargo por servicio público y otros costos sistémicos, como servicios complementarios, impuesto verde, cargo por mínimos técnicos y otros sobrecostos, entre los factores considerados.
Y los cargos sistémicos en los diferentes sistemas de producción de hidrógeno modelados -haciendo alusión a proyectos en diferentes ubicaciones, fuentes energéticas y capacidad- llegan incluso a superar los costos nivelados de electricidad proyectados en la estrategia nacional, los que hablaban de valores cercanos a 1,5 (US$/KGH2) en 2030.
Asimismo, en algunas condiciones específicas de localización y características de conexión, los costos sistémicos podrían alcanzar hasta los 30 US$/MWh. Es decir, “los proyectos conectados estarían expuestos a estos costos sistémicos más el costo de la electricidad renovable, lo que es particularmente inquietante por la competitividad de nuestro hidrógeno renovable”, explica la gerenta general de la Asociación Chilena de Hidrógeno, María Paz de la Cruz.
Cursos de acción
Frente a esto, el gremio insta a trabajar en una estrategia de reducción de costos sistémicos. Así, se identifican cuatro cursos de acción que apuntan a aspectos operacionales y normativos para trabajar en conjunto con el sector público y el Poder Legislativo.
El primero, apunta a la reducción de costos asociados a la transmisión nacional. Estos se podrían realizar en la medida que se contengan las alzas en el Valor Anual de Transmisión por Tramo. Entre las acciones, está maximizar la utilización de la red aplicando automatismos y nuevas formas de medición de la capacidad de transporte del sistema en tiempo real; contemplar la evaluación del precio final de la electricidad a clientes al considerar expansiones del sistema de transmisión nacional y zonal, e incentivar a los clientes a que desarrollen en mayor escala generación distribuida detrás del medidor.
El segundo punto es la reducción de costos sistémicos asociados a la operación del SEN. Aquí figura -por ejemplo- promover la reducción de mínimos técnicos de unidades termoeléctricas, habilitar centrales de energía renovable no convencional y unidades de almacenamiento para prestar servicios complementarios, y promover mejoras en la flexibilidad de centrales térmicas.
Otra arista es avanzar en la incorporación de la demanda en polos de desarrollo del sistema de transmisión. Según el gremio, se requiere una modificación legal para robustecer el sistema de transmisión asociado a la demanda de proyectos de hidrógeno renovable.
Y, por último, por la magnitud de los costos sistémicos proyectados, se señala que es altamente probable que el mayor desarrollo de proyectos de hidrógeno se realice en forma aislada de la red eléctrica, es decir, se prevé la formación de sistemas aislados de potencia (SAP), por lo cual se apunta a avanzar en la elaboración de una norma técnica específica.
Por esto, se sugiere que la Comisión Nacional de Energía (CNE) avance en la definición de normas técnicas relacionadas a la calidad de suministro para el abastecimiento de hidrógeno en los SAP.
Si bien la gerenta general de la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile), María Paz de la Cruz, cree que hay otros aspectos habilitantes de la industria del hidrógeno verde, como la planificación territorial y la actualización normativa, recalca que “tener altos costos para los retiros de energía no colabora”. A su juicio, el costo de la electricidad es un desafío relevante al ser la principal materia prima del hidrógeno verde, pero asegura que “la creación de una industria que podría ser similar a la del cobre en el futuro, requiere de esfuerzo, colaboración y dedicación”. Agrega que saben que no es una tarea fácil y que hay muchos desafíos pendientes, como la falta de competitividad de la mayoría de las aplicaciones de hidrógeno verde respecto a sus homólogas en combustibles fósiles y obtener el licenciamiento social y ambiental para construir y operar proyectos. “En H2 Chile creemos que estamos a tiempo de encontrar soluciones y avanzar en estos desafíos”, destaca.
– A partir de la confirmación del problema, ¿se pone en riesgo la competitividad de esta industria y, por ende, nuevos proyectos y actores?
– Los resultados mostraron la confirmación de lo que esperábamos, los costos sistémicos estimados al 2030 podrían poner en riesgo la factibilidad económica de los proyectos conectados al SEN y, por tanto, su pérdida de competitividad. Sin embargo, no creemos que esto ponga en riesgo la llegada de nuevos actores puesto que hemos identificado a tiempo el problema, tenemos propuestas y las autoridades han mostrado interés por conocerlas.No vemos un riesgo inminente a la competitividad de la industria por cuanto Chile tiene la mejor irradiación solar del mundo y fuertes vientos patagónicos que permiten obtener elevados factores de planta. Y, por ende, un costo de electricidad renovable competitivo.
– ¿Con estas propuestas se puede revertir este problema o aun así es un mínimo para enfrentar la situación?
– La reducción de los costos de conexión sin duda podría ser un avance importante para los desarrolladores de proyectos. Es clave ampliar los espacios de discusión sobre esta materia para identificar conjuntamente las alternativas que sean más rápidas y efectivas.