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Clima de Cambio
La meta de 30/30 de ERNC
A pesar de la evidencia reciente de la competitividad de la energía renovable no convencional, hay quienes insisten que estas energías encarecerán los costos energéticos. Algunos estudios se disfrazan de estudios técnicos, con conclusiones escritas antes de que se termine el estudio. Dogmas que no cambian con el tiempo.
Sin embargo ya hay varios estudios independientes, con distintas metodologías, que indican que imponer metas de energías renovables paradojalmente bajan los costos marginales de energía eléctrica.
Uno de estos estudios los realizó KAS Ingeniería,desarrollador del modelo OSE2000, utilizado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) para calcular los costos marginales en su planificación. En el año 2011 publicaron un estudio para el Ministerio de Medio Ambiente llamado “Efectos en los Precios de la Electricidad e Impactos Ambientales Asociados a Políticas Energéticas”. A pesar de que hoy los precios de las ERNC son inferiores, ya ese estudio mostraba que para el Sistema Interconectado del Norte Grande una meta de 20% de ERNC al 2020 no alteraría los costos marginales. Y que para el Sistema Interconectado Central (SIC) tendría una baja de costos de alrededor de 10%.
«No es una sorpresa, porque al aumentar la oferta de energía con costo marginal cero, la probabilidad de tener que despachar energía de mayores costos disminuye.»
Sin embargo hubo dos estudios recientes que continúan mostrando similares resultados. El primero de estos estudios es estudio de Price Waterhouse Cooper, encargado por ACERA (Asociación Chilena de Energías Renovables) que comparó la meta 20/20 con las tarifas proyectadas por parte de CNE en su Estudio de Transmisión Troncal. Los beneficios al sistema por combustibles fósiles ahorrados están en torno a 251 millones de dólares de valor presente, desde hoy hasta el 2028, pero con nueva información que indica que las ERNC generan el doble de actividad económica que las centrales térmicas, y así también mayor cantidad de empleos, además de reducir emisiones de gases de efecto invernadero, y mortalidad prematura por menor exposición a contaminación.
Pero el estudio que creo tiene mayor legitimidad, por el peso de sus actores es el de Escenarios Energéticos , proyecto de la Fundación Chile, Fundación Avina, Empresas Eléctricas, Empresas Generadoras, Universidad de Chile, Universidad Adolfo Ibañez, y Chile Sustentable. Es decir, sentados en la mesa se tuvo a ONGs, Universidades y el sector interesado, para proyectar los costos de energía futuros con distintos escenarios.
Los resultados compararon dos escenarios, un escenario que proyectaba inversiones que se realizaban bajo criterios de inversionista, buscando rentabilidad, modelado por la Universidad Adolfo Ibañez. Este escenario, denominado “Mercado” incluye proyectos grandes como Hidroaysen, y grandes proyectos a carbón. El otro escenario, diseñado por Chile Sustentable, y modelado por la Universidad de Chile, es de alta penetración de ERNC, en particular geotermia, y con criterios de inversión que privilegian estas energías, y excluyendo a Hidroaysén.
El resultado de la capacidad instalada de cada escenario se muestra en esta primera figura.
Pero la sorpresa fue que además de tener sustancialmente menos emisiones de material particulado, gases de efecto invernadero, para el SIC más ERNC significa costos marginales más bajos. Y para el norte grande se proyecta un alza en un 8% de los costos marginales, pero siempre menor a los costos marginales del diesel.
Pero el escenario más sorprendente fue el que consideró qué pasaría si se compara el escenario “Mercado”con un escenario de criterios de “Mercado” con una meta de 30% ERNC al 2030. Y el resultado es que cuando le pones una meta de ERNC al “Mercado” los costos bajan. Y eso es una gran noticia, que deja en evidencia que la optimización de la rentabilidad, por cierto no resulta en rebaja de costos, y que justamente una intervención del Estado en la forma de una meta ayuda a rebajar los costos energéticos.
Estos resultados, cuyos parámetros de modelación fueron discutidos y consensuados por los actores del proyecto, fueron cuestionados posteriormente por las Empresas Generadoras, que representan a las grandes empresas energéticas de Chile, como Endesa, Colbún, AES Gener, y Suez. Y otros grupos han cuestionado la gran penetración de energía geotérmica que recién empieza a desarrollarse en Chile.
Pero lo que es incuestionable es que más ERNC significa menos costos de energía. Y menos fluctuaciones frente a escenarios de alza en los combustibles fósiles.
El escenario más probable, carbón reemplazado por gas natural no fue evaluado. El proyecto Hidroaysen se ve improbable, y se requiere de construcción de energía base en el corto plazo, de lo contrario se preveen alzas de energía eléctrica a partir del año 2016. Y los proyectos energéticos a carbón son de amplio rechazo ciudadano. Y si bien el gas natural no es recibido con brazos abiertos, es claro que tiene ventajas ambientales con respecto al carbón. Emite 60% menos CO2 por ser mucho más eficiente, con centrales de ciclo combinado, que además no emiten azufre que causa lluvia ácida, no emite material particulado ni metales pesados, y un 95% menos NOx por unidad de energía generada.
Estados Unidos ha seguido el camino del GNL, y ha rebajado las emisiones del sector generación a los niveles que tenía en el año 1994. Y a nivel nacional Estados Unidos ha reducido sus emisiones en 12% con respecto al 2007. Chile puede seguir el mismo camino si apuesta al GNL en vez del carbón. Si tenemos una matriz futura y probable de ERNC respaldada por energía a gas natural, podemos pensar en una matriz energética sustancialmente más limpia que la que tenemos actualmente, con mayor creación de empleo y menores costos de lo que pagaremos si seguimos el camino por el que vamos. No será una matriz tan barata como la que sueñan algunos, citando el caso de Perú que tiene energía de carbón sin mayor control de emisiones. Ni tampoco inundará el área del Baker y Pascua como Hidroaysen. Pero será una matriz socialmente aceptable, diversa y nuestra.
Hace poco alguien en Twitter me dijo que estaba loco, que para que ocurriera una meta de 30/30 cerca de 70% de la generación nueva tiene que venir de las ERNC. Dicho y hecho, el 70% de la capacidad instalada recientemente es ERNC. Y el Reporte ERNC del Centro de Energias Renovables nos muestran que hay 8800MW de proyectos ERNC por construir. Y en Julio el 7% de las energía generada del país fue de origen renovable no convencional.
El desafío es derribar las barreras de entrada de competitividad que impiden que existan más ERNC, desarrollar tecnologías que permitan almacenar la energía generada, como proyectos Pump and Storage, o bien la energía solar térmica concentrada, automatizar el despacho de energía para aprovechar estas energías en forma óptima.
Es hora de que el Estado encause al mercado para que tome decisiones en nuestro beneficio. Y una meta de 30% al 2030 no solamente es técnicamente factible, sino que económicamente deseable. A menos que te guste quemar carbón.
De Marcelo Mena, ingeniero ambiental
Agradecimientos a Nicola Borregaard, Annie Dufey, Diego Luna, por la información sobre proyecto Escenarios Energéticos, Samuel Jerardino y Guillermo Miranda de KAS Ingeniería, y finalmente a Carlos Finat y Daniela Alvarez, por la información sobre el estudio PWC.
Fuente:voces.latercera.com