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Cuatro falacias del Informe Eléctrico CPC
Durante las últimas semanas, los gremios empresariales han orquestado, a través de los medios de comunicación, una verdadera campaña del terror en el ámbito energético. Parte de los argumentos emanan de los estudios que la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) mandaron a hacer a importantes consultores del mercado eléctrico, donde destacan Sebastián Benrstein, Alejandro Jadresic, Gabriel Bitran, Marcelo Tokman y Alexander Galetovic.
Los argumentos y recomendaciones principales que los gremios empresariales hacen al país con esta campaña son cuatro, y van claramente orientadas a perpetuar el modelo de desarrollo eléctrico y dejar capturado el mercado por parte del oligopolio generador compuesto por empresas como Colbun, Endesa y Gener
El primero apunta a que la inserción de proyectos de generación en base a ERNC incrementa los costos de la energía eléctrica. Este es un verdadero axioma de las empresas generadoras convencionales que ha sido desmitificado con datos duros por los estudios de la Universidad de Chile, de ACERA y del propio gobierno y que, gracias a la Ley 20.257, ha permitido reducir los costos en el SIC entre 2010 y 2012, como lo acredita el propio Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC) del SIC.
El segundo argumento profetiza que incrementar la generación con energías limpias obligara al SIC a construir más hidroeléctricas y termoeléctricas, para respaldar la generación ERNC que es variable.
Acá la dependencia que intenta establecer el estudio de la CPC entre el ingreso de las ERNC al sistema eléctrico y la urgencia de invertir en generación de respaldo, es cuestionable, dado que en el SIC existen suficientes termo e hidroeléctricas para respaldar una gran inserción de ERNC, pero además porque todos los sistemas de operación a nivel mundial despachan sin problemas este tipo de energías dado que su generación es previsible y simultanea o alternativamente energía de base.
La tercera falacia es que el SIC entrará en crisis el año 2016 debido a que las organizaciones ciudadanas ponen trabas, judicializan y atrasan los proyectos.
Pero al contrario de esta afirmación, la realidad es que existen proyectos de generación aprobados y en evaluación por casi 30.000 MW, de los cuales 2/3 están en el SIC y de los cuales solo una minoría enfrenta reclamos administrativos o acciones judiciales, porque lo que olvidan decir las generadoras es que se trata de proyectos cuya localización afecta gravemente las economías locales, la salud de la población o porque los permisos sectoriales o ambientales fueron otorgados irregularmente.
El cuarto argumento es que para motivar la inversión en generación eléctrica de base se debería extender los contratos de las distribuidoras por 11 años, para que las empresas generadoras tengan mejor respaldo para su inversión. Esta extensión de contratos hasta el año 2026 amarraría el suministro eléctrico por más de una década a las generadoras que hoy dominan el mercado eléctrico nacional, consolidando la grave concentración existente y frenando la diversificación de actores.
Al respecto, los integrantes de la Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria para la Política y la matriz eléctrica (CCTP) llamamos a la opinión pública a rechazar la imposición de esta agenda del empresariado eléctrico, al tiempo que nos comprometemos a impulsar con la mayor fuerza las propuestas para la “Gran Reforma Energética que Chile Necesita” que impulsan cientos de organizaciones ciudadanas, académicos y parlamentarios reunidos en la CCTP para cambiar el sistema eléctrico chileno.
Por Sara Larraín, ecologista
Fuente:eldinamo/
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