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EL ESTADO DE NUEVA YORK PROHIBE LA VENTA DE ALETAS DE TIBURÓN
Aproximadamente 73 millones de tiburones son capturados cada año para abastecer la creciente demanda de sus aletas, muy codiciadas entre las comunidades asiáticas.
Nueva York prohibió la venta, posesión y comercialización de aleta de tiburón después de que el gobernador, Andrew Cuomo, firmara una nueva legislación para vetar esta práctica que calificó de «inhumana».
«No sólo es un proceso inhumano, sino que también afecta al equilibrio natural del ecosistema. Con esta nueva ley, Nueva York formará parte de la ayuda para preservar esta importante especie y mantener estable el medioambiente», afirmó Cuomo en un comunicado.
Aproximadamente 73 millones de tiburones son capturados cada año para abastecer la creciente demanda de sus aletas, muy codiciadas entre las comunidades asiáticas y por la que pueden llegar a pagar hasta 200 dólares en los restaurantes y mercados chinos.
Detrás de la ley están las organizaciones medioambientales que durante años han reclamado la necesidad de proteger a los escualos, ya que el declive de esta especie en el océano está provocando grandes problemas en el equilibrio del ecosistema.
En la actualidad, 70 pescadores comerciales cuentan con licencia para capturar el cazón, un pez selacio del suborden de los escuálidos, aunque los límites de captura son de unos 1.362 kilos diarios.
Los cazones se suelen exportar a Inglaterra donde se utilizan para elaborar el famoso «fish & chips» (trozos alargados de pescado rebozado con patatas) mientras que las aletas se suelen exportar a Asia.
Los restaurantes chinos de la ciudad de Nueva York, que incluyen en sus menús la sopa de aleta de tiburón, son grandes compradores de este ingrediente y según los ecologistas, el puerto de la urbe es un centro importante para el envío de aletas al resto del mundo.
Los ecologistas aseguran no querer atacar las tradiciones y artes culinarias asiáticas, pero rechazan prácticas que el tiburón sea capturado para cortarle la aleta y devolverlo después al océano, y al no poder nadar acabar muriendo por asfixia o pérdida de sangre.
Con este veto a la venta y comercialización de aleta de tiburón, Nueva York sigue los pasos de otros estados de EE.UU. que también se han unido contra esta práctica como es el caso de Washington, California, Illinois y Oregon.