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Empresa diseña islas solares para producir energía
Gracias a materiales más flexibles, una firma está diseñando paneles solares que flotan. Su idea es construir una granja marina para producir hasta 50 MW de energía que suministre electricidad a 30 mil hogares.
Su superficie no supera a la de una cancha de fútbol, pero según sus desarrolladores, es capaz de generar 50 MW de energía, suficiente para cubrir la demanda eléctrica de 30.000 personas.
Se trata de SUNdy, un concepto de granja solar marina a gran escala, lanzada la semana pasada en el marco de la Semana Internacional de la Energía de Singapur por la empresa noruega DNV Kema.
La iniciativa pretende construir una serie de matrices con paneles solares hexagonales capaces de flotar sobre la superficie del mar.
Según DNV Kema, un conjunto de estas matrices, capaces de albergar un total de 4.200 paneles solares, formarán una isla solar que puede producir 2 MW de potencia. Y varias islas conectadas entre sí formarán una granja solar capaz de generar en total 50 MW.
Esta tecnología es posible, según sus creadores, gracias al desarrollo de nuevos paneles solares hechos de película delgada, que los hace más livianos (a diferencia de los tradicionales que son rígidos y de vidrio). Su peso y flexibilidad permiten que estas islas solares puedan flotar sin problemas, y mejor aún, ondularse sin dificultad sobre las olas.
Sin embargo, Kevin J. Smith, director global del segmento de Energías Renovables de la empresa, explica que, por ahora, las granjas sólo están proyectadas para zonas de oleaje suave. “Cuando se inició el proyecto SUNdy, se diseñó para ser instaladas en un lugar en que el viento y las olas sean relativamente benignas, condiciones que se encuentran en latitudes cerca del ecuador, por ejemplo. SUNdy no está conceptualizado para soportar áreas donde las fuertes tormentas y las mareas altas son frecuentes”, dice Smith a La Tercera.
Las granjas son prefabricadas y ensambladas en tierra, desde donde son puestas en el mar, donde son unidas con un sistema de cables, los que también son los encargados de transmitir la energía hasta tierra. Los cables sirven a su vez para que las islas no floten a la deriva.
Una vez que la energía llega a la costa, una estación actúa como conmutador para transformar la energía en corriente eléctrica, la que finalmente se une a la red eléctrica convencional.
Según la empresa, esta solución está especialmente recomendada para ciudades costeras con dificultad de espacio para instalar granjas solares en tierra, que encarece el desarrollo de la energía solar.
Según Smith, aunque “no hay ninguna distancia ideal especificada” para determinar a qué distancia de la costa se pueden instalar estos paneles marinos, estima que lo ideal es alrededor de unos 8 kilómetros (5 millas) de la costa. “A diferencia de la energía eólica marina, donde el aumento de la distancia a la costa podría permitir el acceso a mayores velocidades del viento, distancias mayores de la costa para la energía solar fotovoltaica no permiten mejorar el recurso solar. Por lo tanto, la distancia de la costa es una preocupación costo -beneficio, así como un problema de restricción de selección del emplazamiento”, dice Smith.
El experto aclara que por ahora no hay una fecha específica determinada para poner en marcha el proyecto -pues la iniciativa necesita más ingeniería y pruebas-, pero estima que podría materializarse en unos cinco años.
“Hemos puesto en marcha este concepto con la esperanza de atraer a otras empresas e instituciones a unirse a nosotros en un proyecto conjunto para desarrollar la idea y avanzar en una fase de demostración”, concluye.
Fuente:www.latercera.com