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Hacienda: “Hay una economía que crece sólidamente por la inversión y el consumo, pero no tenemos una fiesta del consumo”

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FELIPE LARRAÍN, MINISTRO DE HACIENDA – Asegura que los efectos de la crisis se ven en Chile, pero que se amortiguan por la potencia del crecimiento económico y la inversión.

Buenas noticias le tocó comentar al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, durante la semana pasada. El alto Imacec de octubre, que sorprendió al mercado con un resultado de 6,7% y el retroceso de la inflación que anotó un -0,5% como variación mensual en noviembre, con fuerte sustento en las bajas en las divisiones Transporte y Alimentos y Bebidas no alcohólicas, generaron un buen cierre de semana.

Para comentar esos hechos y la marcha de la economía en medio de las turbulencias externas, Larraín recibió a DF en su oficina de Teatinos 120. Ahí, directo al grano, comentó que “más que tomar el resultado del Imacec de un mes puntual -porque octubre está incidido por tres días hábiles más- hoy estamos llegando a un año en que estamos creciendo en torno a 5,5%. Hay que recordar que en los primeros 10 meses del año tenemos un crecimiento de 5,7%. Y en materia de proyecciones quiero recordar que el presupuesto del año pasado contemplaba un 5% de crecimiento para este año y, en ese momento, se me consideró como muy optimista, se dijo que éramos voluntaristas. Hoy es grato decir que nos quedamos cortos en (la proyección de) crecimiento, pero era una proyección con toda la incertidumbre que uno tenía en agosto y septiembre de 2011 y esa proyección fue de 5%”.

– ¿Y qué sustenta este crecimiento de 2012?

– Es la inversión y luego el consumo, el consumo está dinámico, pero la inversión está creciendo más aún. Hay una inversión que va bastante más allá de los proyectos mineros y energéticos. Estamos en un círculo virtuoso que tiene a la inversión como el elemento más potente de la demanda, y eso trae una serie de beneficios. Tenemos un consumo dinámico, pero no tenemos una fiesta del consumo, yo quiero repetir, en Chile no hay una fiesta del consumo. Hay una economía que crece sólidamente sobre las bases de la inversión y el consumo, que tiene que ver con la confianza de los consumidores, empresarial, la confianza en nuestra economía y en la conducción económica, porque el país se está beneficiando de una situación que muy pocos países del mundo pueden contar, Chile está entre los 5 y los 10 países que más crecen en el mundo.

– Si se ajustan las cifras por días feriados, éstas muestran un rendimiento decreciente, ¿es para preocuparse?

– No, yo no veo razones de preocupación, pero sí he dicho que la desaceleración ha sido más suave de lo que muchos pensaron y revela la capacidad de la economía chilena. Pero vamos a tener cifras más bajas (de Imacec) en noviembre y diciembre para terminar con un crecimiento anual en torno a 5,5%. Así y todo, vemos que la economía se sigue expandiendo.

– ¿Por qué pasa esto en Chile?

– En esto hay que ser claro y preciso, la economía muestra resiliencia, fortaleza, pero no muestra inmunidad, no muestra invulnerabilidad, sería voluntarista pensar que la economía es inmune, invulnerable, que puede seguir creciendo en el contexto internacional. Nosotros vemos los efectos de la crisis externa pero la potencia del crecimiento económico y de la inversión amortiguan ese efecto y permiten que la economía siga creciendo a tasas razonables.

– Si en el largo plazo se amplía el déficit en cuenta corriente, ¿se pueden crear desbalances que pongan en riesgo la estabilidad de precios y la estabilidad financiera?

– Efectivamente existe un déficit de cuenta corriente que se ha ido ampliando este año, pero vale entregar algunos antecedentes. Una parte importante se explica por el aumento de la inversión. En ese sentido, este déficit de cuenta corriente permite financiar una mayor acumulación de capital, que es fuente de futuro crecimiento. Otro elemento a considerar es que la posición deudora total del país es menor a 10% del PIB. En ese sentido, si Chile necesita financiar el déficit con algo más de deuda, tenemos bastante espacio. Además, el sector público está contribuyendo positivamente a la cuenta corriente, el déficit es privado.

– Dado este escenario, ¿qué proyección tiene para el próximo año?

– Nuestra proyección oficial es un 4,8% para el próximo año.

– ¿No es una proyección austera por cómo se ha dado este año?

– Es una proyección razonable. Hay proyecciones que andan en 4,5% y otras en 5,0% e incluso sobre eso para la economía chilena, en un contexto en que, según mi impresión, vamos a seguir viendo a Europa en recesión.

Críticas al manejo fiscal en 2009

– Ministro, y dado este panorama, ¿en qué lugar de su oficina quedó el plan de contingencia?

– (Sonríe, se pone de pie y lo saca de su estante principal) Acá.

– ¿Está más guardado que hace unos meses?

– Sí, para nosotros el plan de contingencia siempre fue como una póliza de seguros, pero un plan de contingencia está hecho para un episodio más complejo que el que vemos ahora, con medidas que busquen proteger a las personas, la PYME, la inversión y el crédito. Eso es clave. Hemos visto que en muchos lugares se cree que con la política fiscal se puede sacar adelante a una economía, con aumentos de gasto público muy fuerte y al final no se logra. La prueba está en Chile en 2009, cuando se expandió el gasto público un 17% y la economía cayó un 1% y eso porque se desplomó la inversión y cayó el consumo. Entonces, el gasto público no puede sacar adelante la economía y eso es una diferencia que tenemos de la forma de ver el ajuste de 2009 y la respuesta de ahora.

– ¿En ese momento no se dieron las garantías para que el sector privado pudiera seguir invirtiendo?

– No creo que no se hayan dado las garantías, pero se confió demasiado en la política fiscal y la política fiscal no fue capaz de sacar la economía adelante. Nosotros creemos que lo que hay que mantener es la inversión, el consumo, hay que dar confianza, hay que cuidar el crédito.

El desarrollo a la vista

– Un tema que se ha repetido en las últimas semanas es cuán cerca está Chile del desarrollo, ¿qué reformas hacen falta para eso?

– Nosotros hemos hecho bastante cosas en materias macro y micro. En lo macro uno de los elementos centrales para la competitividad del país es el acceso a financiamiento externo a condiciones excepcionales. Estamos a unos pocos años si seguimos haciendo las cosas bien, pero no hay una garantía de que vayamos a ser un país desarrollado en pocos años, está la expectativa y la posibilidad cierta, pero no la garantía.

– ¿Y qué otras condiciones se deben generar?

– Tenemos un desafío energético, yo diría que el agua también es un desafío importante, estamos observando una reducción del agua en las cuencas. Hay algunas regiones que tienen más problemas, eso es nuestro desafío país y tenemos que tratar de ser lo más expedito posible en los procesos de aprobación de las inversiones, respetando nuestra normativa, en particular la ambiental, pero entendiendo que aquí requerimos energía. No puede ser, hay grupos que se oponen a toda forma de energía, entonces no puede ser que aquí estemos solamente pensando que hay que mantener un medio ambiente lo mejor posible, prístino, pero también que no se transforme la energía. Hoy tenemos energía que cuesta el doble del costo latinoamericano y tal vez más del doble que Perú, y junto a las ventajas macroeconómicas, el precio de la energía es una desventaja.

– ¿Cómo se resuelve eso más allá de que los proyectos de inversión tengan viabilidad en la justicia?

– Con el proyecto de carretera eléctrica, la interconexión SING-SIC y el proyecto de expeditar las concesiones para razones energéticas. Son cosas que hoy están en el Congreso, están yendo en la dirección correcta y creo que lo que tenemos que hacer es seguir avanzando en esa línea.

– ¿Y qué otras iniciativas ayudan a mejorar la productividad?

– Tenemos varios proyectos que tiene que ver con la productividad. Solamente un mensaje, no estamos preocupados de la coyuntura exclusivamente, estamos preocupados del mediano y largo plazo, de hacer buenas políticas públicas para los años que vienen y para las próximas generaciones. Eso es lo que debe motivar a una política pública, no es sólo el corto plazo, sino que es una mirada de mediano y largo plazo que sea parte de un modelo de desarrollo. En ese sentido, estamos trabajando en mejorar la competitividad y la productividad de los recursos en el sector público, por ejemplo, en el Plan Chile Gestiona, que ha logrado ya resultados importantes en reducir el uso de horas extraordinarias, en reducir ausentismo laboral, hemos mejorado en forma significativa los plazos de pago a proveedores, todo esto es parte de un proceso en que estamos muy imbuidos en el ministerio de Hacienda con los programas Chile Paga y Chile Gestiona.

Fuente:www.df.cl

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