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LAS ALTERNATIVAS PARA CALEFACCIONAR UNA CASA DURANTE EL INVIERNO

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En el mercado se ofrecen desde sistemas eléctricos, hasta otros en base a kerosene, gas y pellets. Expertos aseguran que una correcta instalación es fundamental para abrigar un domicilio.

Cuando se pronostican temperaturas mínimas cercanas a los dos grados Celsius para la próxima semana, conocer las mejores alternativas y sistemas para calefaccionar una vivienda es cada vez más necesario. Esto, considerando el costo del artefacto y el gasto mensual del combustible que se requiere.

En el mercado existen actualmente calderas que funcionan con kerosene, con pellet o con gas; chimeneas con doble cámara y estufas con tecnología infrarroja o eléctricas. Los precios fluctúan entre los $ 3.450.000 (lo que puede llegar a costar una estufa a pellet fabricada en Italia), hasta los $ 199.000, que cuesta una chimenea doble cámara.

Sin embargo, a esto también se debe añadir el costo de instalación, el cual dependerá del producto que se requiera.

Para una vivienda de 140 metros cuadrados, expertos aseguran que lo más conveniente es instalar una caldera ubicada fuera de la casa, que actúe de calefacción central y se conecte al resto de la vivienda, mediante losa o suelo radiante o radiadores adosados a las paredes, cuyo costo bordea los dos millones de pesos, dependiendo del tamaño de la vivienda.

Entre las cualidades que se destaca, la principal es que no genera contaminación intradomiciliaria (como la provocada por estufas a parafina), la temperatura es uniforme y el encendido funciona en forma automática. Esto, independiente del sistema de combustión que utilice.

“La calefacción central es lo más apropiado, pero no es común, debido al costo del equipo y de la instalación”, afirma Marcelo Mena, director del Centro de Sustentabilidad de la U. Andrés Bello.

Andrés Baeza, de Anwo, empresa que comercializa calderas a gas convencionales y a condensación (estas últimas también sirven para calentar el agua), comenta que, si bien existe un mito que asegura que la calefacción central es cara, lo principal es lograr sectorizar el calor en distintas habitaciones. “Con al menos dos termostatos digitales programables se puede obtener ahorros de hasta un 15%”, recalca.

Ubicación e instalación

Para Alfredo Iturriaga, profesor de la facultad de arquitectura de la Universidad Mayor, lo más importante a la hora de elegir un sistema es tener una casa bien aislada térmicamente.

“En los materiales más densos, como el hormigón o el metal, es más fácil que se transmita la energía. Los que tienen más contenido de aire o más porosos (peliestirenos o lanas minerales) permiten contener más el calor”, afirma Iturriaga.

“Por lo mismo, es fundamental que el usuario sepa de qué material está construida su casa, pues si éste es más denso, es conveniente ubicar el núcleo de calor en un lugar más central y no alejado de las paredes”, añade.

Además de lo anterior, Waldo Bustamante, profesor de la Escuela de Arquitectura UC, aclara que es fundamental que la instalación de los sistemas sea realizada por expertos. “No es tan relevante el tamaño de la casa ni el tipo de sistema, sino cómo está instalado”, detalla: “Por desconocimientos, porque quieren bajar los costos o porque no hay control de los maestros, se instalan mal los sistemas”.

De hecho, la mayoría de las empresas consultadas cuentan con instaladores capacitados por ellos mismos.

“Una instalación debe ser con un técnico de alta capacitación para que no haya fugas de calor en la transmisión”, recalca Bustamante.

Mejor sistema

Según Juan Carlos Larraín, gerente general de Bosca, el sistema debiera depender del espacio que busque calefaccionar el usuario: “Para toda una casa, una caldera de doble cámara o una estufa a pellet es conveniente, pero si sólo se necesita calefaccionar una sala de estar o una habitación, es conveniente una estufa eléctrica”.

Para Mena, las estufas eléctricas tienen un alto costo, pero para utilizarlas dentro de una vivienda, es lo más limpio: “Esto, aunque las emisiones de la matriz energética generan contaminación de CO2”.

“El gas licuado es una buena opción, balancea calidad de aire interior y el costo operativo es relativamente bajo. Las estufas de kerosenes son recomendables cuando utilicen un sistema que evacue los gases fuera de la casa”, agrega.

Iturriaga, mientras, dice que ningún sistema es la panacea. “El sistema de pellet tiene un gran potencial calórico, cercano al kerosene. Ambos, bien ubicados, son los que tienen más potencial”, destaca.

Fuente:www.latercera.com

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