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Mercado Eléctrico en la Década 2003 – 2012
La producción nacional de la electricidad que impulsa la economía chilena, moviendo la totalidad de procesos de la industria, minería, servicios y vida doméstica, termina 2012 creciendo 5,3% anual. Estimo interesante mostrar un comparativo del cambio en diez años, ya que en 2003 el escenario eléctrico era muy distinto, siendo previo al inicio de racionamientos de Gas Natural importado desde Argentina.
Así, entonces, 2012 finalizó contando aportes energéticos nacionales de componente 31% hidroeléctrico y un par de puntos aportados por otros recursos renovables; el resto resulta de producción termoeléctrica generada con recursos importados, en que el carbón alcanza 40%, gas natural licuado 19% y petróleo 7%. Si estas cifras las comparamos con 2003, encontramos que el gas argentino permitió satisfacer ese año 36% de la electricidad en Chile, completándose con carbón 14% y el resto recursos locales, principalmente hidroelectricidad en 49%.
Conclusión simple de las cifras anteriores es que en diez años bajamos el recurso propio hidroeléctrico, reemplazando por termoelectricidad carbonera y con alarmante participación actual de petróleo, ausente de nuestra matriz eléctrica en 2003.
Sin embargo, más relevante aún es el cambio en los costos para producir electricidad y los efectos en sus precios al consumidor. En cuanto los primeros, se ha hecho usual y pública la relevancia de los costos marginales de producción de electricidad, esto es el costo variable de generación que satisface el consumo del último MWH demandado independientemente de los costos medios o, dicho de otro modo, el costo de producción de la máquina más ineficiente que en todo momento satisface el consumo incremental de energía eléctrica. En 2012, el promedio de costos marginales en el Sistema Interconectado del Norte Grande alcanzó a 87 US$/MWH, en tanto en el sistema central SIC fue de 187 US$/MWH, cifras brutalmente distintas de los respectivos 15 y 17 US$/MWH en 2003. Estas cifras reflejan alzas en el período de diez años que alcanza a seis veces en el norte grande y de once veces en la zona central para producir aquellos MWH marginales que en 2012 fueron abastecidos por Diésel y Gas Natural Licuado, ambos contratados a precios de petróleo, con fuerte diferencia de los costos de generación con carbón y gas natural argentino de 2003. El efecto de lo anterior es que los precios de 35 a 40 US$/MWH que pagaba un cliente final mayorista en 2003 se han triplicado, pasando a niveles de 110-120 US$/MWH, que incluyen esta vez los costos de la potencia eléctrica cercana a unos 20 US$/MWH y que no ha variado relevantemente en todo el período.
Así, el cambio 2003-2012 en el mercado eléctrico resultó ser de altísimo costo para la economía nacional, resultante de una desadaptación de mercado fuertemente influido por altos costos del Gas Natural, ahora licuado, y por una componente de generación a petróleo en respaldos de emergencia que reemplazan las tecnologías eficientes entrabadas socialmente, que conjuntamente han implicado la triplicación de precios al consumidor final que hoy influye severamente sobre el crecimiento país.
por Francisco Aguirre, Ingeniero Civil Electricista de la Universidad de Chile, Electroconsultores.