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Nacimiento esta de luto: Los efectos del golpe de la energía cara

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El próximo 30 de noviembre es el último día de producción de la planta de papel de diario Río Vergara, en Nacimiento: 202 personas deberán dejar su trabajo, y otros 300 contratistas también se verán afectados. En la empresa sostienen que los costos actuales de la energía hacen inviable seguir operando.

A pocos días de pronunciar su homilía en la misa de Fiestas Patrias está el párroco de Nacimiento. Como todos los curas de Chile, por estos días a Eduardo Riquelme le da vuelta en su cabeza cuál será el mensaje que entregará a la comunidad en su propio Tedeum. Todavía no define su discurso, sin embargo, hay algo que sí tiene claro: estará orientado al cierre de la planta de papel de diario Río Vergara, la que todos en el pueblo llaman Inforsa.

«Será un momento para entregar esperanza y orar por los trabajadores y sus familias», dice Riquelme haciendo un alto en la lectura de la Biblia en su oficina de la iglesia de Nacimiento, ciudad de poco más de 25 mil habitantes, ubicada a unos 100 kilómetros de Concepción.

Preocupación que muestra los alcances que tiene la decisión que tomó la CMPC -brazo forestal del Grupo Matte- de dejar de producir en dicha planta. Y es que, según explicó la compañía la semana pasada, en noviembre finalizará un contrato de suministro eléctrico competitivo alcanzado con Endesa por 10 años, hecho que se tradujo en la sentencia de muerte para la emblemática productora de papel de diario que por más de 50 años entregó identidad a Nacimiento. Los actuales precios de la electricidad están por las nubes y por lo tanto seguir operando aseguraba números rojos. Por esta razón la firma decidió cerrar la planta, hecho considerado como otro efecto más de los altos costos energéticos que vive Chile.

Si bien las pérdidas todavía no llegaban, sí era palpable la disminución de los retornos. En 2009 la utilidad neta de Inforsa fue de US$ 44,6 millones, mientras que en 2012 esta alcanzó US$ 9 millones. No obstante, con un contrato de energía cuatro veces más caro las pérdidas eran seguras.

En términos comerciales la paralización de operaciones no tendrá efectos significativos en el diversificado holding forestal. El aporte de esta filial, tanto en las ventas como en su nivel de Ebitda, es menor al 1%.

Pero de contabilidad poco conoce Ladislao Castro (72). Como la mayoría, tiene su historia en la fábrica: llegó de Los Sauces en 1962 a trabajar en su construcción. Dos años más tarde, al iniciar su funcionamiento entró como operario, quedándose por 25 años.

«El cierre es un muy mal anuncio, producirá una cesantía importante, más de la que existe. El año pasado cortaron a varia gente. Yo trabajé muchos años en Inforsa y fue bueno para mí, es una pena que no dé para más», opina mientras camina por el centro de Nacimiento.

La crisis en la fábrica se veía venir. Desde 2000 a 2011 se produjeron en promedio 200 mil toneladas anuales de papel, cifra que se redujo a 130 mil toneladas en 2012 y para este año la estimación de producción es de 60 mil toneladas.

Debido a la menor producción, el año pasado despidieron a 100 personas, a las que se sumarán otras 202 el 30 de noviembre, último día en que operará Río Vergara. De acuerdo a estimaciones de los sindicatos, hay otros 300 trabajadores contratistas que prestan servicio a la planta, entre personal de seguridad, aseo o casino, y que también se verán afectados con la medida.

Los guardias que custodian el ingreso a las instalaciones no han sido informados sobre qué ocurrirá con su futuro. Escucharon que se aproxima el cierre de la empresa pero, algo temerosos, prefieren no comentar más. Seguirán trabajando hasta que les digan.

«Hay mucha incertidumbre, la gente anda nerviosa, las dueñas de casa andan con problemas porque no saben en qué situación quedará su marido. Todo mal, el comercio se derrumbará», vaticina Castro.

El viaje de los trabajadores de Inforsa a Santiago

El miércoles pasado los trabajadores de la planta Río Vergara viajaron a Santiago junto con el alcalde de Nacimiento, Hugo Inostroza, para reunirse con los principales ejecutivos de CMPC: el gerente general del holding, Hernán Rodríguez, y el secretario general de la Papelera, Gonzalo García.

La misión era titánica: convencerlos de revertir el cierre. La cita fue a las 15 horas en las oficinas centrales de la Papelera y era considerada como crucial para Patricio Salazar, presidente de uno de los sindicatos.

Salazar es un convencido de que es posible congelar la medida y continuar con la operación. «Nacimiento se dio a conocer a nivel nacional porque teníamos en la comuna una fábrica papelera, en su tiempo las rentas eran muy buenas y para los trabajadores de la época era muy deseable trabajar en una planta como esta. La gente no se identifica con la fábrica de celulosa, sino que lo hacen con Inforsa»

Añade que «llevamos una propuesta para tener una mejor salida de todos los trabajadores. Nuestra postura inicial es que la empresa pueda reevaluar el cierre de la planta, avaladen que esta empresa le debe mucho a la comuna y que en esta decisión no se consideran las repercusiones sociales del cierre».

-¿Qué acogida tuvieron la propuestas y los argumentos?

-Un tajante ‘no’, que no existían posibilidades. El 30 de noviembre se terminará una era, dice Salazar.

Ante eso, los trabajadores solicitan que, además de la indemnización por años de servicio, se entregue un adicional del 30%. En 2012, los despedidos se fueron hasta con un 20% más de los dineros que la ley exige entregarles.

La CMPC les da la opción de entregarles un pago adicional de tres sueldos brutos, pero «amarrados» a la permanencia en la empresa hasta el 30 noviembre y a mantener los niveles de productividad. «Eso es muy difícil, porque cuando un trabajador sabe que será despedido comienza a buscar opciones en otros lados y, si lo llaman, se va ir automáticamente», opina Salazar, comentado que la firma se mostró disponible para evaluar cambios a esa medida.

Otro aspecto que preocupa es el real nivel de reinserción de los trabajadores en alguna de las otras dos instalaciones de CMPC en la comuna, la planta de celulosa Santa Fe y otra fábrica de madera aserrada.

Ramón Novoa, también integrante del sindicato, comenta que «pedimos la reinserción de las personas en otra de las fábricas de CMPC en la comuna, pero nos dijeron que se haría a través de concurso, compitiendo por un puesto los mismos trabajadores de la planta Inforsa. Le hicimos ver a Hernán Rodríguez y Gonzalo García que los trabajadores que por tanto tiempo entregaron su profesionalismo no estaban para ir a tests psicológicos. Se comprometieron que no habría concurso».

«Esperamos que los compromisos se cumplan, pero no hay nada seguro», añade.

La fallida reconversión

Una esperanza a la que se aferraron los trabajadores de Río Vergara era la reconversión productiva de la planta, una decisión que evaluó la empresa y que buscaba aprovechar las mismas instalaciones para empezar a producir cartón o cartulina, procesos menos intensivos en uso de energía.

El dirigente de la fábrica, Iván Salcedo, sostiene que «se nos dijo en su momento que era posible la reconversión en otra línea de negocios que fuera menos intensiva en uso de la energía, es más, fue una declaración que quedó en la revista institucional hecha por el presidente de Papeles Río Vergara, Hernán Rodríguez», comenta.

Agrega que «en la reunión en que se nos comunicó el cierre de la planta nosotros esperábamos que se nos comunicara la decisión de reconvertir la compañía. Fue muy sorpresivo cuando nos dijeron que la empresa dejaría de funcionar el 30 noviembre por los costos de la energía. Anteriormente nos dijeron que esto pasaría en 2014 y que coincidiría con la elaboración de nuevos productos en la planta».

Desde la empresa comentan que se hicieron todos los esfuerzos, pero fue imposible (ver segundo título).

De los árboles al desierto: el difícil viaje de Nacimiento a Calama

Patricia Cárdenas cuenta que su marido trabajó 30 años en la ex Inforsa -enfatiza que en ese lapso sólo tuvo dos licencias médicas- hasta que el año pasado fue uno de los 100 despedidos de la planta

«Estuvo seis meses sin trabajo, sin nada de plata, así que buscó suerte en Calama y allá está. Trabaja 14 días y tiene siete libres donde viene a visitar a la familia», dice.

«Nos separaron como familia. Estábamos acostumbrados a almorzar juntos, pero ahora yo estoy sola con mis dos chicos (…) Fue muy grande el cambio, dice que lo pasa mal, pero que lo hace por necesidad porque pese a existir tantas plantas en la zona no pudo encontrar trabajo. Es más plata, pero no lo vale cuando la familia debe estar separada, es un costo muy grande».

Un caso similar es el de César Reyes, que por 26 años trabajó en la principal productora de papel de diario en el país, hasta que en noviembre de 2012 engrosó la lista del centenar de despedidos de la planta Río Vergara

«Me despidieron y traté de asimilar lo que significaba salir de la planta después de tantos años. Me puse a pensar qué podía hacer si toda mi vida trabajé con celulosa y papel, debía cambiar mi vida», relata.

«Se me dio la opción de ir a trabajar a Antofagasta en el sector minero, en un laboratorio de suelos. Luego de seis meses fui a trabajar a Calama. Vivo en un campamento, y en el día parezco topo trabajando bajo tierra en Chuquicamata, es demasiado fuerte, por eso agradezco a Dios en la tarde cuando salgo vivo de abajo, por mis compañeros y por mí», reflexiona.

Municipalidad dejará de recibir $240 millones por patente

El alcalde de Nacimiento, Hugo Inostroza, tiene asegurado su trabajo por un par de años más, pero conoce los impactos del cierre de la planta en la comuna. «Es una noticia que recibimos con profundo dolor, no sólo por lo emblemático que significa la planta para la comuna -que comenzó su construcción en 1958- sino que por las consecuencias. Inforsa significó que Nacimiento fuera conocido en el país», dice

El alcalde también saca cuentas de cómo esto golpeará a las arcas municipales. «En el año son $240 millones los que como comuna dejamos de percibir, equivalente al 8% de nuestro presupuesto municipal. Es un monto relevante, por lo que nuestra planificación para 2014 tiene que proyectarse con una disminución del 8% en todo lo que hagamos».

«Si los costos de la energía se mantienen altos, impidiendo que los números les den a las empresas, habrá que cambiar de rumbo como comuna. Si bien el sector forestal seguirá en la comuna con la planta de celulosa Santa Fe y los aserraderos de CMPC, creemos que la comuna tiene potencial turístico, para eso estaremos licitando un estudio de desarrollo del turismo», expone como solución.

¿Y qué dirá el cura en el Tedeum? El párroco aún no lo decide…

Fuente: Diario La Segunda

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