AVANZA NORMA DE CALIDAD DEL AGUA PARA CUENCA DE RAPEL EN LA REGIÓN DE O`HIGGINS

Es el instrumento de gestión ambiental encargado de regular la calidad del agua en función de la protección de los ecosistemas fluviales presentes en la cuenca, lo cual proporciona una regulación integral al medio natural en torno al río y los servicios que éste presenta.

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Contar con una norma que regule la calidad de las aguas de ríos y esteros que conforman la cuenca hidrográfica de Rapel en la región de O´Higgins es el objetivo del Ministerio del Medio Ambiente, Institución que trabaja en la presentación del anteproyecto de la norma secundaria de calidad de aguas superficiales para esta cuenca.

La norma secundaria es el instrumento de gestión ambiental encargado de regular la calidad del agua en función de la protección de los ecosistemas fluviales presentes en la cuenca, lo cual proporciona una regulación integral al medio natural en torno al río y los servicios que éste presenta.

Dicha norma establece valores límite de las concentraciones y períodos, máximos o mínimos permisibles, de sustancias o elementos cuya presencia o carencia en el ambiente pueda constituir un riesgo al ecosistema acuático.

Gracias al trabajo de años realizado por el Consejo Directivo de Cachapoal, entidad que monitorea la calidad de aguas de la subcuenca Cachapoal y la Mesa ambiental «Aguas Limpias para Colchagua» que monitorea la calidad de aguas de la subcuenca Tinguiririca, además de diversas investigaciones de carácter científico, se dispone de una gran cantidad de información que facilita la discusión y elaboración de una norma de calidad secundaria de calidad de aguas para los principales cursos de agua de la cuenca.

«Debido a la buena calidad de la información con la que contamos en la región, gracias a estudios públicos y privados, fue posible que la norma secundaria de Rapel fuera priorizada por el Ministerio» precisó Giovanna Amaya, Seremi del Medio Ambiente, agregando que este instrumento será «un avance importante para la protección de la calidad del agua en las cuencas de Cachapoal, Tinguiririca y río Rapel, ahora integradas bajo la misma reglamentación y la misma mirada de gestión ambiental integrada».

Ricardo Figueroa, académico de la Facultad de Ciencias Ambientales del Centro EULA de la Universidad de Concepción, señala como la principal brecha para avanzar en esta norma secundaria las relaciones entre los distintos usuarios que tienen necesidades y privilegios distintos. «Renunciar a esos privilegios históricos y entender los efectos que pueden provocar en los vecinos cuesta un poco. Sin embargo -agrega- cuando esto es superado, se entiende que la cuenca es de todos y que tiene que ser trabajada en conjunto».

Respecto al cambio de enfoque desde un análisis de las subcuencas por separado, hacia una visión integrada en que se estudia los ríos Tinguiririca, Cachapoal, Rapel en su conjunto, el experto agregó que «la norma debe ser aplicada en toda la cuenca y no por separado como era el primer modelo que existía.

Se está considerando la cuenca general y se está pensando en la aplicación de estudios biológicos, por lo que pienso que está muy bien integrada la información y que va por muy buen camino». 

CONSULTA PÚBLICA

En la región de O´Higgins existen estas tres subcuencas hidrográficas principales cuyas aguas abastecen las actividades productivas como la agricultura, agroindustria, generación de energía, la minería, el tratamiento de aguas servidas, la extracción de áridos y recreativas. Para Graciela Correa, Presidenta de la Mesa Ambiental «Aguas Limpias para Colchagua, este proceso representa un avance pues «existen algunas áreas de conservación ecológica que a través de la nueva norma se quiere proteger».

La creación de este anteproyecto de norma secundaria está a cargo de la sección de Asuntos Hídricos y Ecosistémicos de la Seremi del Medio Ambiente, cuya tarea actual es integrar los procesos avanzados de los ríos Cachapoal y Tinguiririca para generar un proyecto unificado, que cuente con un análisis de impacto económico y social que traerá consigo la implementación de una norma ambiental de esta envergadura, lo cual finalmente será expuesto y consultado a la comunidad en forma abierta a través de exposiciones en las 22 comunas que involucra este trabajo.

La idea es que a través de esta consulta pública, se recojan las opiniones de la mayor cantidad de usuarios para que hagan sus observaciones y puedan ser incorporadas al proyecto definitivo.-

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente 
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