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Balance 2014 y desafíos del sector generación eléctrica
Balance de René Muga, Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación de Generadoras de Chile A.G
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El 2014 fue un año muy intenso en el sector eléctrico. Junto al cambio de autoridades, quedó muy claro que el sector de energía tenía una alta prioridad para la nueva administración que se reflejó en el mes de mayo con la publicación de la Agenda de Energía y un conjunto de acciones que emanaron de ella. Dentro de éstas destacan sin duda los cambios a la ley eléctrica en lo que se refiere a la licitación de suministros para clientes regulados y el importante número de actividades de discusión sobre los grandes temas en este sector que se han llevado adelante con diversos formatos de participación.
También se iniciaron los trabajos para el diseño de una política energética de largo plazo -conocida como el proceso de Energía 2050- que recogerá los insumos obtenidos en todas las actividades realizadas durante 2014. Se trata de una iniciativa relevante ya que propondrá objetivos y lineamientos de política con una visión que trascienda los ciclos políticos y ojalá genere estabilidad en un sector que requiere esencialmente de certezas.
Precisamente son factores como la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria las que han afectado la velocidad con la que debiera aumentar la infraestructura de generación en un país que camina hacia el desarrollo como el nuestro. El 2014 en el SIC la generación eléctrica creció un 2,6% con respecto al 2013 mientras que en el SING el incremento fue de un 2,5%. Para un país que creció levemente por debajo del 2% estas cifras confirman que en la etapa de desarrollo económico en la que está el país, el consumo eléctrico y el crecimiento económico son absolutamente interdependientes. Sin energía eléctrica no hay crecimiento.
Desde el punto de vista de los costos de producción de la energía eléctrica en el mercado, lo que se denomina como “costos marginales”, gracias a las caídas en los precios de los combustibles y a condiciones hidrológicas más favorables se produjeron reducciones relevantes. En el SIC en promedio los costos marginales se redujeron en promedio el 2014 un 12% con respecto al año anterior y en el SING casi un 6%.
La nueva capacidad agregada en 2014 fue de 1.262MW sumando ambos sistemas lo que se compara muy favorablemente con los 483MW incorporados en 2013. Llama la atención que del total de nueva capacidad instalada que entró en servicio el 2014 dos terceras partes corresponden al tipo de energías renovables no convencionales (eólico, solar, biomasa y minihidro).
Uno de los hitos importantes del 2014 fue la última licitación de suministros para clientes regulados del SIC que deberán ser abastecidos a partir del 2016 y hasta el 2019, dependiendo del bloque licitado, y por plazos de 15 años. El resultado de este proceso permitiría la concreción de nuevos proyectos de generación y el inicio de participación en el SIC de nuevas empresas del rubro. Sin embargo, muchos de estos nuevos proyectos necesitan aún completar sus aprobaciones ambientales y concluir su construcción para estar en servicio cuando comience su obligación de abastecer de energía a las empresas distribuidoras.
El escenario para los próximos años en materia eléctrica se presenta con una dinámica y desafíos que exigirán un esfuerzo de parte de todos los responsables directos e indirectos en materializar una exigente cartera de proyectos.
De acuerdo a datos oficiales, en el SIC existen actualmente 1.868 MW de proyectos de generación en etapa de construcción y con fecha de inicio de operaciones a partir de este año. Entre estos proyectos se consideran sólo uno en base a carbón y seis proyectos hidroeléctricos de tamaño superior a 40 MW. Además, se contemplan 475 MW en plantas solares fotovoltaicas, 38 MW en hidroeléctricas de pasada menores a 20 MW, una central de respaldo diésel de 132 MW, y un proyecto con GN de 50 MW.
Por el lado de la transmisión, para los próximos 5 años se espera que entren en operación en el SIC importantes proyectos de ampliación del sistema troncal, como por ejemplo: el primer y segundo circuito en 500 kV de la línea Ancoa-A.Jahuel (1.400 MVA); línea de doble circuito en 500 kV Cardones-Polpaico (1.700 MVA); primer circuito de línea Charrúa-Ancoa en 500 kV (1.700 MVA); y línea en doble circuito en 220 kV Lo Aguirre-Cerro Navia (1.500 MVA).
El gran desafío es entonces realizar todas las obras en infraestructura de generación y transmisión que el país requiere para seguir creciendo. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de un escenario de gran dificultad para el desarrollo de proyectos de inversión, en especial de generación. Por ello es muy relevante contar con mayor predictibilidad no tan solo para los próximos años, sino que, con mayor significado, para los años futuros siguientes al 2020, pues es indiscutible que el consumo de energía eléctrica en el mediano plazo, y con él el desarrollo de nuevos proyectos de generación, retomará tasas cercanas al crecimiento potencial de la economía (en torno al 4%). En menos de 15 años, el consumo eléctrico en el país se duplicará y ello representa uno de los mayores desafíos para nuestra economía, la autoridad y las empresas del sector.
En otras palabras, para los próximos 10 años, es necesaria una ampliación anual promedio del parque generador de base (alto factor de planta hidro-térmico) del orden de 370 MW en el caso del SIC y de 160 MW en el caso del SING.
Temas pendientes
Muchos son los temas que abordar en los próximos meses para cumplir con la tarea de comenzar a construir hoy la infraestructura energética que Chile requerirá para apoyar su desarrollo. Entre ellos destacan la discusión de un nuevo Código de Aguas que debe ser compatible con el aprovechamiento de los recursos hídricos que el país posee; la revisión del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental que debe generar más certezas y garantías para todos los involucrados; la complementariedad de las energías de base (hidro y térmicas) que dan la seguridad de abastecimiento con la creciente participación de las ERNC en lo que tiene que ser una integración que evite los errores que hemos observado en otras latitudes; el reforzamiento y la discusión de modificaciones a la transmisión eléctrica que es la columna vertebral esencial del sistema eléctrico; la interconexión SIC-SING, sus efectos y cómo operarán ambos sistemas integrados; el avance en la relación proyecto de inversión-comunidad a través de mecanismos y procesos que creen valor compartido sobre la base de la confianza mutua, y muchos otros desafíos que completan una larga lista de trabajo para el sector de la generación eléctrica en el futuro cercano.
Fuente: Diario El Mercurio