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Boom de energías renovables sería factor clave: Mercado Energético a punto de cambiar radicalmente
El fin del consumo de combustibles fósiles llegaría no porque se estén agotando las reservas de carbón y gas, sino porque se están encontrando alternativas más baratas. La demanda está alcanzando su cúspide antes de lo previsto debido a un abaratamiento más veloz de lo anticipado de los coches eléctricos y el almacenamiento de energía renovable en baterías, así como a cambios en el consumo energético de China.
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La forma en la que obtenemos electricidad está a punto de cambiar radicalmente con el fin del crecimiento interminable de la demanda de combustibles fósiles, el cual llegará en menos de diez años, según Bloomberg New Energy Finance (BNEF) que pronostica los mercados de energía mundiales en los próximos 25 años.
Se está llegando a un pico en el consumo de combustibles fósiles, un cambio que se produce no porque se estén agotando las reservas de carbón y gas sino porque se están encontrando alternativas más baratas. La demanda está alcanzando un pico antes de lo previsto debido a un abaratamiento más veloz de lo anticipado de los coches eléctricos y el almacenamiento de energía renovable en baterías, así como a cambios en el consumo energético de China.
He aquí ocho cambios drásticos que llegarán pronto a los mercados energéticos:
1. No habrá una época dorada para el gas
Desde 2008 el factor individual más importante del mercado energético en Estados Unidos ha sido la abundancia de gas natural a bajo precio por las actividades de fracking. El gas barato hizo estragos en el mercado del carbón estadounidense e inspiró la expresión de “combustible puente”, que llevaría al mundo desde el carbón a las energías renovables. Pero esto no parece que vaya a ocurrir.
El coste de la energía eólica y solar está cayendo demasiado deprisa para que el gas pueda dominar a escala mundial, según BNEF. Los analistas rebajaron sus previsiones de precios para el carbón y el gas natural a largo plazo en más de un 33 por ciento en el informe de este año, pero incluso unos precios a niveles mínimos no serán suficientes para descarrilar la vertiginosa transición mundial hacia las energías renovables.
“No se puede luchar contra el futuro”, dijo Seb Henbest, autor principal del informe. “Los factores económicos cada vez están más afianzados”. El 2025 será el pico para el consumo de carbón, gas y petróleo.
2. Energías renovables atraerán US$7,8 billones
La demanda mundial de electricidad continúa aumentando y las inversiones en combustibles fósiles aumentarán a US$2,1 billones hasta 2040. Pero este consumo quedará eclipsado por los US$7,8 billones invertidos en energías renovables, que incluyen US$3,4 billones en energía solar, US$3,1 billones en eólica y US$911.000 millones en hidráulica.
En muchas regiones el coste de la energía eólica y solar es ya inferior al coste de construcción de nuevas plantas de combustibles fósiles. Y esta tendencia va a continuar. Para 2027 algo extraordinario va a ocurrir. En ese momento, el coste de construcción de nuevas instalaciones eólicas y solares será con frecuencia inferior al de las plantas generadoras existentes de carbón y gas. “Esto es un punto de inflexión que es resultado de un desarrollo rápido y extendido de las energías renovables”, según BNEF.
3. Coches eléctricos rescatan los mercados de electricidad
En este estudio de demanda de combustibles fósiles, el foco se centra en los combustibles para generación eléctrica, no para transporte. En el caso de los automóviles, el pico de demanda de petróleo tardará algo más en llegar. No obstante, el auge repentino de los coches eléctricos también está a punto de convulsionar el mercado del petróleo y esto tendrá implicaciones profundas para los mercados de electricidad ya que cada vez más coches se enchufarán a un cargador de baterías.
De hecho, los coches eléctricos no podrían venir en un mejor momento para las economías desarrolladas. Tomemos el caso de Alemania, por ejemplo, donde el crecimiento de la eficiencia significa que, sin los coches eléctricos, la demanda de electricidad se dirigiría hacia una caída prolongada y desestabilizadora. Pero los vehículos eléctricos darán un giro a esta tendencia, según BNEF.
4. Baterías se unen a la red
La energía renovable y los coches eléctricos pueden crear un círculo virtuoso de crecimiento de la demanda. A diferencia de muchos combustibles fósiles -donde un aumento de la demanda lleva a un incremento de los precios- con las nuevas tecnologías energéticas una mayor demanda genera más oportunidades de escala y esto provocará una caída de los precios.
La escala en el mercado de los coches eléctricos aumenta la demanda de energías renovables y reduce los costes de las baterías. Y con la caída de los costes, las baterías pueden utilizarse cada vez más para almacenar energía solar.
5. Desplome de los precios de energía solar y eólica
Por cada aumento del 100 por ciento en la utilización de paneles solares, los costes caerán un 26 por ciento, una cifra que se conoce como “tasa de aprendizaje” solar. La energía solar es una tecnología, no un combustible, con lo que se abarata y gana en eficiencia con el tiempo. Ésta es la fórmula que está impulsando la revolución en el sector energético. Los precios de la energía eólica también caen con rapidez –un 19 por ciento por cada aumento del 100 por ciento en uso-. Para 2030 las energías solar y eólica serán las fuentes más baratas de electricidad en la mayor parte del mundo, según BNEF.
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6. Factores de capacidad se descarrilan
Una de las tendencias que más rápido están cambiando en el sector de la energía renovable es lo que se conoce como “factor de capacidad”, es decir, el porcentaje de potencial máximo de generación de una central eléctrica con el tiempo. Tomemos como ejemplo un parque eólico. Incluso a una altitud elevada, el viento no es una fuerza constante y varía según el momento del día, las condiciones meteorológicas y las estaciones. Un proyecto que pueda producir 100 megavatios por hora de electricidad en los momentos de más viento en promedio anual podría alcanzar solamente un 30 por ciento. Esto supone un factor de capacidad del 30 por ciento.
Con las mejoras de la tecnología y con la ubicación cada vez más acertada de estos equipos, el factor de capacidad de las renovables va en aumento. Algunos parques eólicos de Texas, por ejemplo, están alcanzando un 50 por ciento de capacidad, según BNEF. La mejora del factor de capacidad confiere más atractivo a las renovables. Pero los factores de capacidad de las centrales de gas y de carbón también están cambiando. Cuando un proyecto solar o eólico está construido, el coste marginal de la electricidad producida es más o menos de cero -electricidad gratis- mientras que las plantas de carbón y gas necesitan más combustible por cada nuevo vatio producido. Una compañía de energía siempre se inclinará por un coste gratis.
Con la paralización de las actividades de las plantas de gas natural y carbón a favor de la renovables, su factor de capacidad se verá afectado y el coste durante la vida de estas plantas aumentará. Podrían convertirse en alternativas de respaldo de alto coste para las renovables baratas.
7. Un nuevo contaminante sobre el que preocuparse
China, el país más contaminante y de mayor crecimiento, fue objeto de preocupación medioambiental en todo el mundo en los últimos decenios. Pero esta imagen está cambiando rápido. La transformación económica de China y su cambio del carbón a las energías renovables hace que el país sea el que más reducirá sus emisiones de carbono en los próximos 25 años, según BNEF. Son buenas noticias para el clima y un cambio significativo para los pronósticos de energía mundiales.
Esto hace que fijemos la atención en la India, que se está convirtiendo en la principal amenaza para los esfuerzos que intentan combatir el cambio climático. Se espera que la demanda de electricidad en la India se multiplique por cuatro para 2040 y el país tendrá que invertir en una variedad de fuentes de energía para hacer frente a una demanda abrumadora. En la India cientos de millones de personas tienen un acceso limitado, o ningún acceso, a la electricidad y el país está asentado sobre una montaña de carbón, que tiene pensado utilizar.
8. La transformación continúa
El pronóstico de BNEF para las emisiones de dióxido de carbono ha mejorado significativamente durante los últimos años, a pesar del abaratamiento del precio de los combustibles fósiles. El cambio hacia las renovables está sucediendo a una velocidad sorprendentemente vertiginosa, pero no lo suficientemente rápido como para evitar unos niveles peligrosos de calentamiento mundial.
Sin medidas adicionales de los gobiernos, las emisiones de dióxido de carbono del sector energético alcanzarán un máximo en la década de 2020 y se mantendrán relativamente estables en el futuro próximo. Pero esto no basta para evitar que la temperatura de la superficie terrestre aumente 2 grados centígrados, según BNEF. Éste se considera el punto de no retorno para algunas de las peores consecuencias derivadas del cambio climático.
El informe de BNEF se centra en fundamentos económicos -precio, demanda y oferta- e incluye políticas relacionadas con el cambio climático que ya se han puesto en marcha, pero no hace predicciones sobre políticas nuevas en el futuro. Tampoco incluye avances tecnológicos que no sean ya claramente visibles.
Esto podría ser reconfortante para los que están especialmente preocupados por el cambio climático porque, si hay algo que los mercados de energía han mostrado en los diez últimos años, es que habrá más sorpresas en el futuro.
Fuente/elmostrador www.chiledesarrollosustentable.cl/ www.facebook.com/ChiledesarrollosustentableCDS/ #medioambiente #sustentable #sostenible