Noticia Destacada

Casi el 12% de la energía que hoy se produce: ¿El Potencial de la Biomasa en Chile?

Published

on

La primera evaluación sobre la capacidad del país para generar energía eléctrica a partir del manejo sustentable de los bosques fue realizada por especialistas de la U. Austral. Las estimaciones indican que sería similar a la de proyectos como HidroAysén.

Desde marzo de este año que se instalaron en la comuna de Lautaro, Región de la Araucanía. La planta está enclavada en un área donde existen numerosos predios forestales y agrícolas, los que proporcionan la “materia prima” necesaria para hacer funcionar el negocio. Pero no se trata de madera ni de plantaciones. Simplemente, de desechos. Comasa es una de las primeras plantas que generan energía a partir de la biomasa para ser inyectada en la red eléctrica interconectada, con una capacidad instalada de 24 MW.

Es que la biomasa es una de las llamadas Energías Renovables No Convencionales (ERNC) más abundantes en Chile. Y aunque también es una de las más explotadas, abarcando casi el 50% de todas las ERNC que se utilizan en el país, su uso se encuentra asociado casi exclusivamente a la industria forestal de plantaciones exóticas de tipo comercial, como el pino y el eucalipto. La energía resultante se utiliza para suministrar electricidad y calor a las mismas industrias, generando importantes ahorros.

Sin embargo, la situación de Chile como país forestal, abundante en especies nativas, ofrece una opción todavía más prometedora a través del manejo sustentable de bosques como los de coihue, roble, raulí o lenga. Ahora, y por primera vez, el Ministerio de Energía encargó un estudio a la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral (Uach), que con apoyo de Conaf determinó el potencial de la biomasa en Chile.

Hablamos no sólo de la superficie de bosque nativo cuyo manejo se puede aprovechar para generar energía, sino también de la cantidad de hectáreas donde se podría cultivar plantaciones exclusivas para ser destinadas a la energía. Los resultados indican que, tomando en consideración todos los resguardos ambientales, hídricos y agrícolas, se podría producir tanta electricidad como la que propone una planta del tamaño del proyecto HidroAysén.

Manejo sustentable

El gran valor de este estudio radica en que se analizó el potencial para generar energía eléctrica a través del manejo sustentable del bosque nativo a lo largo de Chile, así como también la disponibilidad de superficie para establecer plantaciones con fines energéticos. Carlos Barría, jefe de la División de Energías Renovables del Ministerio de Energía, explica que el aprovechamiento de residuos forestales y agrícolas para obtener energía está despegando en Chile.

Además de la planta de Lautaro, existen experiencias similares en Tierra del Fuego, donde se aprovechan residuos del bosque de lengas, y en la Región de Los Lagos, donde se han instalado plantas para aprovechar el suero de las lecherías en la producción de biogás. También a nivel domiciliario, por ejemplo, en Santiago la remodelación San Borja cuenta con una planta de biomasa, la que abastece 22 torres con más de 3 mil hogares. “Lo que se ha hecho ahora es evaluar el potencial del bosque nativo manejado de forma sustentable”, explica Barría.

Este tipo de manejo se considera vital para la “buena salud” de estos bosques. Eduardo Vial Ruiz-Tagle, director ejecutivo de Conaf, explica que consiste en extraer especies envejecidas o en estado de pudrición, de manera de liberar espacio para que se regenere el bosque nativo. “Los residuos se pueden utilizar para generar energía eléctrica o térmica”, explica.

Explorador Forestal

Eduardo Sandoval, decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Uach, estuvo a cargo del trabajo. Y como parte de éste se desarrolló un “Explorador de Bioenergía Forestal”, una herramienta interactiva para conocer vía internet el potencial específico de cada zona del país que puede ser aprovechada para producir energía de biomasa. “Se tomó toda la superficie de bosques nativos de Chile, excluyendo lo que corresponde a parques nacionales y que posee restricción”, dice.

Estamos hablando de un total de 13 millones de hectáreas, de las cuales el 49%, vale decir, 6,5 millones de hectáreas netas, son manejables una vez consideradas todas las restricciones destinadas a preservar el bosque nativo de Chile. A esto hay que agregar la superficie factible de ser utilizada para plantar bosques destinados a la extracción específica de biomasa, que a nivel global en el país suman 3 millones 759 hectáreas. De estas hectáreas, sin embargo, el total aprovechable corresponde a 383 mil.

Para entender la diferencia en esta cifra, explica Sandoval, hay que tomar en cuenta que la cantidad total corresponde al potencial para plantar en las regiones entre Coquimbo y Aysén, pero se eliminó aquellas zonas que presentan problemas de abastecimiento hídrico y cuya superficie tiene alto valor para la agricultura. “Fue así que se establece que las zonas ideales del país para esta clase de plantaciones están en Los Lagos y Los Ríos”, dice el académico.

Potencial eléctrico

Considerando todos estos valores, se estableció un valor en toneladas secas que pueden ser aprovechadas al año: 9,5 millones. La pregunta es ¿cuánta energía podríamos producir con todo este material disponible? El estudio también analizó este potencial en términos de potencia eléctrica instalable. El total son 2.595 MWe, pero sobre esa cantidad se debe descontar lo que se destina anualmente al consumo de leña nativa, lo que arroja una potencia técnica neta de 2.129 MWe. Esto equivale a, aproximadamente, el 12% de la capacidad instalada actualmente en Chile.

De este potencial, menos del 1% corresponde a las regiones ubicadas entre Coquimbo y Libertador Bernardo O’Higgins, incluida la Región Metropolitana, en tanto que el 56% corresponde a las regiones del Maule y Los Lagos y el restante 43% a las regiones de Aysén y de Magallanes y la Antártica Chilena.

Según establece el estudio, el 84% de toda la capacidad se asocia a los tipos forestales conocidos como “Siempreverde”, vale decir, raulí, roble, coihue y lenga. Pero la posibilidad real de aprovechar todo este potencial depende de varios factores, que fueron analizados con un estudio de costos de abastecimiento piloto para la Región de Los Ríos.

Uno de los más relevantes tiene que ver con el precio de la leña. Las plantas generadoras de biomasa pagan US$ 44 por tonelada seca, un precio inferior al que se obtiene en el mercado, mediante la comercialización de leña para uso domiciliario. “Esto obligará a un esfuerzo de parte de los productores para mejorar sus tecnologías y disminuir los costos de producción”, dice el estudio. Sólo así se generará demanda e interesados en promover la biomasa para su uso en generación eléctrica, agrega la investigación.

Otro de los desafíos es la logística. Las plantas de biomasa son pequeñas y generan del orden de los 20 MW, lo que implica trasladar la biomasa desde las plantaciones hasta las plantas, para luego distribuir la energía a la red.

Conseguir este objetivo no es asunto menor considerando que el país ha establecido como meta para 2025 que el 10% de la energía del país debe provenir de fuentes ERNC como la biomasa, cifra que recientemente fue duplicada por una nueva ley aprobada en el Congreso y que deberá ser firmada en las próximas semanas por el Presidente de la República. Estamos hablando que hacia 2030, la matriz eléctrica del país deberá considerar unos 6.500 MW provenientes de fuentes de Energía Renovable No Convencional.
Fuente:diariolatercera
www.facebook.com/ChiledesarrollosustentableCDS

www.chiledesarrollosustentable.cl

Leave a Reply

Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Trending

Salir de la versión móvil