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Chile a un paso de eliminar la transmisión de VIH entre madre e hijo
El porcentaje de transmisión del virus en el país alcanza hoy al 2,4%.
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Cada año en el mundo 1,4 millones de mujeres con VIH se embarazan. Sin tratamiento antirretroviral, pueden contagiar el virus a sus hijos durante la gestación, el parto o la lactancia, lo que se conoce como transmisión vertical (TV). Pero con terapia oportuna, el contagio se puede evitar.
Para reducir la transmisión vertical, hace cinco años la Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó a los países a suscribir la “Iniciativa de Eliminación de la Transmisión Materno Infantil del VIH y la Sífilis en Latinoamérica”. El objetivo es reducir la transmisión a menos del 2% por año (que por cada cien mujeres con el virus que den a luz, sólo dos de esos pequeños dieran positivo al virus) y la de sífilis congénita a menos de 0,5 casos por cada mil nacidos vivos.
En julio, Cuba se convirtió en el primer país en lograr esta eliminación y obtener la certificación de la OPS. Según la entidad, Canadá, EE.UU. y Puerto Rico también pueden haberla eliminado y podrán iniciar el proceso de validación.
Chile se comprometió y ha logrado reducir sus cifras. ¿Se logrará? Según Edith Ortiz, jefa del Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/SIDA e ITS del Ministerio de Salud, “se está muy cerca”.
Desde que se hizo el compromiso en 2010, existe una estrategia para enfrentar ambas temáticas. “Se actualizó la norma, se creó un comité nacional para la eliminación, se organizó a las 15 regiones y se realizaron capacitaciones. Todas estas medidas demoraron dos años”, explica Ortiz.
El trabajo permitió que hoy Chile tenga una de las tasas más bajas de trasmisión vertical del virus de los últimos años, alcanzando 2,4% de niños positivos por cada cien niños nacidos de madre con VIH en 2014 (cifra preliminar). Para la sífilis congénita, desde 2010 la tasa es de 0,26 por cada mil nacidos vivos e incluso el año pasado se llegó a 0,10. “Creemos que estamos en cifras de eliminación de sífilis congénita y muy cerca de alcanzar la eliminación de VIH entre madre e hijo”, dice Ortíz.
Desde 2009 hasta diciembre de 2014 han nacido 1.014 niños y niñas de madres con VIH y solo 39 de ellos han sido diagnosticados con el virus. Carlos Beltrán, jefe de Infectología del Hospital Barros Luco Trudeau, dice que las cifras de TV en el país son bajas porque “la epidemia está más concentrada en los hombres que en las mujeres. En algunos años hemos estado por debajo de esa meta. Se ha hecho un buen trabajo. Hay también una infraestructura que facilita esto porque la atención del embarazo es alta”, destaca.
¿Qué falta?
Carlos Pérez, infectólogo de la Facultad de Medicina de la UC, dice que aunque el protocolo está bien diseñado “a veces hay mujeres que llegan al trabajo de parto sin examen de detección porque nunca se controlaron el embarazo”.
En el Minsal reconocen que hay un grupo de mujeres fuera del sistema y detectarlas es el principal desafío. A partir de 2010 se realiza detección de VIH a todas las embarazadas como parte de los exámenes rutinarios. Si es positivo, se inicia tratamiento con antirretrovirales en el embarazo, se aumentan en el parto y continúa después para madre e hijo. Tras el parto, se inhibe la producción de leche para evitar el contagio por esa vía. “Hay un protocolo de seguimiento para todos los hijos de madre con VIH, no importa si el niño dio o no positivo. En el 80% de los casos sabemos el diagnóstico definitivo a los dos meses de edad del niño, pero tenemos que seguir atentos hasta tener todas las pruebas”, dice Ortiz.
“Con las terapia antirretrovirales las mujeres con VIH se pueden embarazar. No hay restricción si está con la más indicada para ella. Se atienden en las unidades de alto riesgo, pero pueden tener un embarazo normal e incluso parto vaginal. La única restricción es la lactancia”, explica Beltrán.
Pese al examen de detección, habían mujeres que se infectaban estando embarazadas y llegaban al parto siendo positivas, pero a partir del próximo año, la prueba se ampliará a todas las mujeres.
Se alcanzó meta para frenar sífilis
La sífilis congénita (de notificación obligatoria igual que el VIH) es una enfermedad provocada por una bacteria y transmitida por la madre al hijo durante el embarazo. Es potencialmente mortal y deja graves secuelas en el hijo. Y es más transmisible que el VIH, dice Edith Ortiz del Minsal.
Cuando se detecta en las embarazadas, se trata en forma inmediata con inyecciones de penicilina y eso ya es suficiente para evitar el contagio.
Hasta el año 2012, los casos se han mantenido entre los 50 y 60 niños nacidos e infectados con la bacteria cada año. Para el año 2013 y 2014, los casos se redujeron aun más. 37 y 25, respectivamente, según cifras preliminares.
El compromiso con la OPS es llegar a tasas de menos de 0,5 por cada mil nacidos vivos durante un año calendario. Chile, desde el año 2009, tiene tasas del orden de 0,20 por mil.
Fuente:La Tercera www.chiledesarrollosustentable.cl