COMUNIDAD ECOLÓGICA DEFIENDE PROYECTO INMOBILIARIO EN EL BOSQUE PANUL

«Son sólo 50 hectáreas en un total de 600 que tiene el bosque», dice su vocero, Jaime Iglesias. Les resolvería la falta de agua.

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Las 200 parcelas que conforman la Comunidad Ecológica Santa Sofía de La Florida -ubicada en la precordillera de la comuna- enfrentan una situación límite: están a punto de quedarse sin agua.

En 2012, una de las dos vertientes (la llamada ‘del Medio)’, se secó. La otra, denominada ‘La Virgen’, ha disminuido su caudal en un 90% los últimos 30 años.

Así las cosas, la mayoría de los vecinos tiene que desembolsar cerca de $200 mil mensuales para que un camión aljibe pueda abastecerlos diariamente.

La falta del vital elemento ha producido un cambio que hasta hace pocos meses parecía imposible: que una comunidad ecológica apoye el proyecto inmobiliario que se pretende instalar en el Panul, el último bosque nativo de Santiago, que colinda con sus propiedades. Un proyecto que, naturalmente, antes rechazaban.

Se trata de las 940 viviendas que la inmobiliaria Gesterra proyecta construir en 50 de las 600 hectáreas que tiene el bosque. Un proyecto que está detenido hace casi una década por el rechazo que ha generado en algunos vecinos, el municipio y el Servicio de Evaluación Ambiental.

«Dejarlo así, sería una bomba»

Jaime Iglesias (52) es el vocero de la comunidad ecológica Santa Sofía, un grupo de personas que se instaló allí a fines de los 50, y por el cual han pasado varios miembros del ‘ Red Set ‘ nacional. Ahí se instalaron varios militantes de la izquierda chilena tras la caída del Régimen Militar. La más famosa, Gladys Marín, quien fuera la líder del PC durante décadas.

Para Jaime -que es escritor, pero que confiesa que a causa de la falta de agua hace años vive un ‘bloqueo’ que le impide escribir-, el cambio de opinión respecto del proyecto inmobiliario no ha sido darse vuelta la chaqueta, sino la toma de conciencia de una grave situación.

Parado un poco más arriba de la cota mil y mirando el bosque Panul en toda su extensión, señala que «tenemos un problema de orden sanitario y también una situación de peligro, ya que en los últimos años hemos combatido contra más de 10 incendios forestales con medios absolutamente precarios».

Y como construir los tres estanques que necesitan para abastecerse de agua -explica- les saldría unos US$ 2 millones, optaron por un camino más corto. Hace dos meses se enteraron de que Aguas Andinas tiene previsto dotar de agua a toda la zona, en previsión a los proyectos inmobiliarios del área. Por ello, la iniciativa de Gesterra en el Panul es vital para la comunidad. Sin ellos, no hay agua.

«Se dice que somos del barrio alto de La Florida y eso no es así. Y la realidad es que en Santa Sofía existen personas ricas, de clase media y pobres. Acá el 90% tiene que trabajar todos los días para poder vivir y esa inversión es muy difícil de hacer para muchos de nosotros», cuenta.

Y agrega que «estamos porque se construya el proyecto. Son sólo 50 hectáreas en un total de 600 que tiene el bosque. Además, están ubicadas en un área de matorrales y espinos de baja densidad. Asimismo, la inmobiliaria se comprometió a donar una parte de sus terrenos para hacer un parque público. Eso es una manera mesuradamente inteligente de preservar este bosque. Con esto, además, va a existir una red de protección de incendios, con grifos y mangueras. Si se lo deja así, esto va a ser una bomba».

-Pero ustedes antes se oponían a este proyecto.

-La posición que teníamos antes estaba influenciada por una información sesgada que entregó el grupo Red de Defensa de la Precordillera, en la que se decía que el proyecto iba a arrasar con el bosque. Pero con el paso del tiempo, nos hemos podido percatar de que eso era absolutamente falso.

La magnitud de este problema es pequeñita si se lo compara con proyectos como Alto Maipo o HidroAysén.

-Se dice que ustedes han puesto su influencia «red set» sobre la mesa.

-No. Quizás eso lo sacaron porque aquí se vino a vivir en su época la Gladys Marín. Puede que haya sido así hace unos 30 años, pero hoy somos un grupo de gente de todas las tendencias políticas y que compartimos el amor por la natural.

Fuente:La Segundaeza.