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Doce países de América Latina desconocen la Constituyente de Nicolás Maduro
Representantes de 17 naciones, entre ellas Chile, se reunieron en Lima y condenaron “la ruptura del orden democrático en Venezuela”.
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“La condena a la ruptura del orden democrático en Venezuela”. Esa fue la principal conclusión a la que llegaron representantes de 16 países latinoamericanos, además de Canadá, que participaron en un encuentro que derivó en la “Declaración de Lima” y que abordó la crisis que enfrenta Venezuela.
En la “Declaración de Lima”, firmada por 12 de los 17 países que participaron en la cita, entre ellos Chile, se expresa: “La solidaridad con la fiscal general (Luisa Ortega) y los integrantes del Ministerio Público de Venezuela”, además de “la condena a la violación sistemática de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Perú decidió convocar a este encuentro luego de que la semana pasada se instalara la Asamblea Constituyente, una suerte de “suprapoder” que ha provocado una fuerte condena internacional y denuncias de “fraude” por el proceso constituyente. Esta instancia, que reforzará el poder de Nicolás Maduro, aprobó un decreto que subordina los poderes públicos del país, un acuerdo que se da un día después de que la mayoría opositora del Congreso anunciara que no reconocerá las decisiones de los constituyentes, lo que presagia una escalada de los enfrentamientos y la profundización de la crisis política en Venezuela.
Así, en la declaración se establece “la decisión de no reconocer a la Asamblea Nacional Constituyente, ni los actos que emanen de ella, por su carácter ilegítimo”.
El encuentro -que congregó a los cancilleres de Perú, Paraguay, Colombia, Brasil, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Santa Lucía, México, Chile, Argentina, Guyana, Honduras, Jamaica, además del vicecanciller de Canadá, el embajador de Uruguay y el representante permanente de Granada en la OEA, comenzó a las 10 de la mañana en el Palacio de Torre Tagle, sede de la Cancillería en el corazón político de la capital peruana, y se extendió hasta pasadas las 15.00, producto de los desacuerdos respecto del tono de la declaración conjunta, según las versiones que circularon en la cita.
Tras la firma de la “Declaración de Lima”, el canciller peruano Ricardo Luna señaló que no todos los representantes habían estado presentes al momento de emitir la declaración, porque los presidentes estaban en reunión en sus respectivos países. De manera que sus representantes no pudieron tener el visto bueno para firmar. Otra versión, citada por dos fuentes diplomáticas, apuntó a que algunos representantes se retiraron antes, como el caso de Uruguay, pero que luego de la cita en Lima se sumarán a la declaración.
“Lo que tenemos en Venezuela es una dictadura”, señaló el jefe de la diplomacia peruana en una conferencia de prensa realizada tras la firma. A su vez, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, señaló que “es claro que en Venezuela no hay democracia”.
“Mini OEA”
Al tiempo que se realizaba la reunión diplomática, un grupo de unos 200 venezolanos se congregaron en la Plaza Francia, en el centro de Lima, para manifestar su rechazo al gobierno de Maduro, portando banderas de los países que participaron del encuentro de cancilleres. “Tenemos esperanza en esta reunión, porque vemos una posición firme de la comunidad internacional de llamar al régimen de Maduro como corresponde”, dijo a La Tercera Paulina Fachi, venezolana que vive en Perú desde hace seis años.
También los representantes de los países que participaron en la cita establecieron la “decisión de continuar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela” y, además, expresaron su apoyo a la decisión del Mercosur de suspender a Venezuela de ese ente regional. Al mismo tiempo, establecieron su “decisión de no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales”. Y también convocaron a “detener la transferencia de armas hacia Venezuela a la luz de los artículos 6 y 7 del Tratado sobre Comercio de Armas”.
El gobierno de Maduro no se quedó indiferente. Caracas calificó la cita de una “mini OEA”, según consignó la agencia The Associated Press, y los acusó de ser una conjura contra la unión de la región.
El Presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, por su parte, objetó con dureza a la Asamblea Constituyente establecida en Venezuela y la calificó de “ilegal”. El gobierno peruano ha sido uno de los más duros en la región respecto de la situación de Venezuela. En marzo, por ejemplo, retiró a su embajador de Caracas luego de que el Tribunal Supremo se atribuyera las funciones del Congreso, controlado por la oposición. El domingo, Ricardo Luna afirmó que se espera que los ministros latinoamericanos vuelvan a reunirse para tratar la situación la tercera semana de septiembre en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas.
La crisis venezolana ha sido discutida varias veces en la OEA, pero nunca se ha logrado un consenso en la propuesta del secretario general, el uruguayo Luis Almagro, de suspender a Ve- nezuela del grupo si el gobierno de Maduro no celebra a la brevedad elecciones generales libres, justas y transparentes. En ese sentido, el canciller anfitrión dijo que estaban tratando de “actuar al margen de los condicionamientos que puedan establecer las modalidades y la votación en la OEA u otro organismo internacional en la región”.
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Fuente:LaTercera www.chiledesarrollosustentable.cl