Conversación
“El capitalismo consciente es un camino ineludible para las empresas”
Ignacio Cruz, gerente general de Colbún – Para el ejecutivo, el Estado debe hacerse cargo de generar los estímulos para incentivar a las compañías a seguir esta filosofía de negocios.
Para Ignacio Cruz, gerente general de Colbún, las compañías necesitan integrarse a la sociedad y para ello tienen que interrelacionarse positivamente no sólo con sus empleados, clientes y proveedores, sino también con autoridades locales y, especialmente, con las comunidades en donde están insertas y el entorno en el cual desarrollan sus negocios. Tal integración social, asegura el ejecutivo, se produce cuando las compañías comienzan a considerar en sus operaciones las diferentes perspectivas de cada uno de sus grupos de interés, haciéndolas parte de su crecimiento.
Por lo mismo, afirma que el capitalismo consciente es un camino sin retorno para las empresas, constituyendo “el pilar de los stakeholders e, incluso, modelando cómo debe ser la relación con ellos. Si tienes una mala relación con tus empleados, por ejemplo, afectarás la relación con tus proveedores y lo mismo sucede entre proveedores y autoridades porque están todos conectados. La relación con cada uno de ellos afecta a los demás y te afectará a ti”, explica.
“El capitalismo consciente empuja a la empresa hacia un negocio integrado con la sociedad”, añade.
– ¿Cuál es la clave para que las compañías logren esa integración en la sociedad?
- Cuando generamos valor compartido con un grupo de interés, todos crecen: la empresa, el negocio y ese grupo de interés. Pero esto no se genera simplemente por ser buena persona, sino porque sirve al negocio. Las compañías tienen que preocuparse de generar valor para todo el sistema y la maximización del valor económico para los accionistas en el largo plazo se da cuando se incrementa un valor que no está en los pesos ni en el retorno, sino en otras cosas, como el bienestar de las personas. Y esto es apasionante para el mundo empresarial de hoy, ya que hay todo un campo por descubrir para hacer que las empresas generen un tipo de valor que no es monetario.
– ¿Es la alta gerencia la encargada de incorporar el capitalismo consciente a la organización?
- Ojalá no tuviera que ser el jefe quien hable de este concepto para que se haga, sino la gente que está más cerca de los procesos. Pero debemos hacer una labor de evangelización a nuestra gente respecto a que éste es el camino. Hoy no existen tantas reglas y la flexibilidad es clave. El mundo está cambiando muy rápido y los empresarios no nos hemos ido preparando para estos cambios, sino que hemos ido reaccionando.
– Ante la irrupción de este concepto, ¿ha quedado obsoleta la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)?
- La RSE se interpretó, sin serlo necesariamente, como una actitud filantrópica de las empresas, que debían ser buenas y generosas porque eso generaba atributos importantes para su imagen y consecuencias positivas en el negocio. Pero eso no es la RSE. Este concepto ha ido evolucionando y el capitalismo consciente expresa mucho mejor la idea de la RSE, que es integrar adecuadamente a las empresas en la sociedad.
El problema es que, en general, esto no está cumplido y no podemos decir que nuestras compañías están bien integradas en la comunidad, cuando los empresarios están peor evaluados que nunca y la empresa es vista casi como un demonio.
– ¿Qué responsabilidad tienen las compañías en la percepción que la comunidad tiene de ellas?
- No creo que la comunidad sea injusta cuando dice que las empresas lo hacen mal, ni que sean los empresarios quienes hacen todo mal. Hay de todo y la única manera de resolver esto es que queramos salir de este círculo vicioso, en donde somos mal evaluados y actuamos y legislamos en función de eso. Ese nivel de desconfianza que existe en la sociedad chilena no permite que exista una relación entre el empresario y la comunidad. Y ese es el mayor obstáculo porque para construir valor compartido, se requiere primero generar una relación de confianza. El día en que creamos en nuestras instituciones y en nuestra gente, podremos comenzar a construir.
El rol del Estado
– ¿Qué papel deben jugar las empresas en la sociedad?
- Ese rol está acotado a los grupos de interés relacionados con el negocio. La empresa no tiene que salir a hacer filantropía, cada una debe hacerse cargo de su negocio y de cómo afecta a los demás. Si el empresariado tomara la actitud del capitalismo consciente, podríamos lograr soluciones a muchos problemas. La empresa, de alguna manera, tiene que cumplir un rol que el Estado no ha sido capaz.
– ¿Cuál?
- La sociedad se manifiesta indignada ante la desigualdad económica, de oportunidades, en educación, de poderes. Y una de las peores barreras que existe para desarrollar el capitalismo consciente es esa desigualdad. Esto se podría ir superando mucho más rápido si las empresas fueran socialmente responsables con todos sus grupos de interés y se preocuparan de generar valor para el sistema. Pero el Estado no está favoreciendo a los empresarios que promuevan el capitalismo consciente y ayuden a la comunidad.
– ¿El Estado chileno no estaría favoreciendo la práctica del capitalismo consciente?
- No, porque no existen los mecanismos necesarios que incentiven esa manera de ver los negocios. Necesitamos un Estado que tome conciencia y genere incentivos para que los empresarios actúen de esta manera, por ejemplo, no cobrando impuestos cuando se destina un porcentaje de las ganancias a capacitar a la comunidad.
– ¿Qué futuro le ve al capitalismo consciente en nuestro país?
- Las empresas van a seguir en este camino. Ojalá la sociedad completa, con todas sus instituciones, tome la actitud de construir esa vía para que vivamos en una sociedad donde las comunidades trabajan con las empresas para generar el escenario ideal. Estamos preocupados de que los negocios funcionen bien, pero para todos. Creo que vamos a ir rompiendo las desigualdades y para eso tenemos que ser transparentes. Las empresas tenemos un rol social y hay que asumirlo, si no en el largo plazo nos vamos a quedar fuera.
Fuente:df.cl