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El ritmo que tendrán los sectores claves de la economía

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Si este año no ha sido bueno para la mayoría de los rubros productivos, 2016 no se vislumbra mucho mejor. En algunos casos, la amenaza de pérdidas incluso es mayor y, en otros, los que aspiran a un mejor desempeño mantendrán un paso cansino, condicionado al repunte que logre exhibir el crecimiento del PIB.

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Minería: Bajo la amenaza del cierre de faenas

Un año de nulo crecimiento vislumbra la industria minera en 2016. El sector atraviesa una fuerte crisis, provocada por la caída del precio del cobre, metal que en el año ha disminuido 26,53%, pero que el 23 de noviembre se cotizó a su mínimo valor del ejercicio, que fue US$ 2,04 la libra.

Para 2016 no se descarta que el cobre siga a la baja y su valor se sitúe en US$ 1,8 la libra, situación que complicaría aún más al rubro, pues se estima que si ese escenario se da, el 30% de la producción nacional tendría que paralizar sus faenas.

Por eso, los focos de atención de la industria estarán en “continuar con el férreo control de costos, la optimización de los procesos productivos, de gestión y la innovación continua”, señala el gerente de Estudios de la Sonami, Alvaro Merino. Agrega que estos esfuerzos buscan “enfrentar la caída en la cotización del metal, defender los márgenes, elevar la competitividad y la productividad”.

Una de las medidas que tomarán algunas de las grandes compañías será disminuir la producción, como es el caso de Escondida, El Abra, Michilla y Candelaria. Mientras que Antucoya, Caserones y Sierra Gorda seguirán produciendo, y por ello se prevé que la producción de cobre se mantendría igual que 2015, es decir, en 5,8 millones de toneladas.

En términos de empleo, durante este año la industria ha perdido 19 mil puestos de trabajo, de acuerdo con cálculos de la Sonami. De ellos, más de un 10% corresponden a la pequeña minería. Desde el peak de empleo, ocurrido en octubre de 2012, cuando se tenían 261 mil trabajadores, la salida de empleados llega a 39 mil.

Salmones: ¿El año del nuevo renacer de la industria?

El sector salmonero apuesta a que 2016 será el año del “reimpulso” para esta industria, que genera entre 73 mil y 75 mil empleos directos e indirectos. Las empresas del rubro quieren dejar atrás la “crisis comercial” que los golpeó en 2015, gatillada por la caída del precio del salmón, unido a la fuerte devaluación de las monedas, fenómeno que para la industria es la segunda mayor crisis desde la expansión del virus ISA, en 2007.

El presidente de SalmonChile, Felipe Sandoval, explica que el objetivo sólo se logrará si se avanza en los tópicos programados para 2016, siendo el más relevante el perfeccionamiento de la regulación de la industria, que están analizando con el gobierno. El sector aspira a seguir el ejemplo noruego y establecer un tope productivo, para evitar la sobreproducción y sus problemas sanitarios. “La cifra dependerá de cómo vaya evolucionando el comportamiento sanitario de los barrios. Una referencia es 2011 y 2012, años que fueron buenos desde el punto de vista sanitario y donde la producción fue cercana a las 600 mil y 700 mil toneladas”. Pero esas cifras son sólo un ejemplo, porque se quiere llegar a “un sistema de castigos y premios productivos con el objetivo de buscar el óptimo”, dice.

Otro tema relevante es la relocalización de las concesiones. El sector quiere expandirse a Magallanes, pues Aysén y Los Lagos están copados. Hoy esperan la definición de la autoridad sobre las zonas donde no existan caladeros (donde los pesqueros calan sus redes para poder instarse), información que podría estar en los primeros seis meses del año. Para el siguiente ejercicio, la industria espera terminar con una producción menor a la programada para 2015, la que debería llegar a las 800 mil toneladas.

Construcción: Actividad con casi nula expansión

Muy similar a lo que ha sido este período será 2016 para la construcción en su conjunto, “con un crecimiento global muy menor de 0,1%”, prevé Javier Hurtado, gerente de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

El rubro es clave dentro del engranaje de la economía nacional: emplea a 700 mil personas, un 8% de la fuerza laboral del país; aporta el 7,5% del PIB y un 65% de toda la inversión de capital.

Para el próximo año, el gremio pronostica que la inversión productiva -que representa el 50% de toda la actividad del sector- caerá 0,9%. “Esa variable, que es el motor del sector, va a mejorar un poco respecto de la caída de 8,7% que tendrá este año”, indica Hurtado.

El 2016 estará marcado, además, por una contracción de 2,1% de la inversión en infraestructura pública. En el subsector de vivienda, por el contrario, la CChC tiene mejores perspectivas, con una expansión de 3,3%, “debido a que mejorará el presupuesto de vivienda pública”.

La actividad inmobiliaria privada se mantendrá respecto de 2015, proyecta Hurtado, “porque si bien en 2016 veremos el fin del efecto provocado por la reforma tributaria, que generó un importante adelantamiento de compras, esa venta ha sido principalmente en verde, por lo que en 2016 va a tener que seguir construyéndose todo ese stock de viviendas ya vendidas este 2015”.

En materia de precios no prevén reducciones. “En 2016 se agregan legislaciones, como la ley de espacio público, que implicará costos que se traspasarán a público”, adelanta Hurtado, y suma la escasez de suelo para construir, que encarecerá el costo final de las viviendas.

Un desafío crucial es cómo revertir el déficit de infraestructura acumulado en los últimos 10 años.

Automotriz: Continúa la marcha lenta

En marcha lenta seguirá transitando la industria automotriz. “El 2016 va a depender del éxito que tengan algunas medidas que puedan tomar las autoridades para reactivar la economía. Nuestras proyecciones las entregaremos la primera semana del año, pero tal como se están dando las cosas, tememos que la tendencia que hemos visto el último tiempo no se revierta”, afirma Gustavo Castellanos, secretario general de la Asociación Nacional Automotriz (Anac).

El año que está finalizando, dice Castellanos, estuvo marcado por distintos hechos económicos que afectaron la economía y generaron gran inquietud en los consumidores, “lo cual se tradujo en que las expectativas de ellos se mantuvieran en una zona negativa, tanto en el caso de público que adquiere un vehículo para uso personal, como también de las empresas y empresarios que utilizan camiones y buses para desarrollar su actividad”.

Por lo tanto, resume Castellanos, el 2015 concluirá con ventas cayendo por segundo año consecutivo.

Se estima que el sector transporte en general da empleo, directa o indirectamente, a 956 mil personas.

En BBVA Research ven con pesimismo el próximo año para el rubro. Estiman que la venta de autos nuevos caerá en torno al 8%, cifra que se traducirá en ventas cercanas a las 257 mil unidades.

Esa menor velocidad estará influida por la depreciación de la moneda local respecto del dólar, impacto que aún no ha sido traspasado en su totalidad a precio final del consumidor. Esto, prevén en BBVA, elevará los precios de los vehículos nuevos en 2016, desincentivando la compra. A lo anterior, añaden, se sumarán condiciones financieras más restrictivas para que los consumidores accedan a créditos.

Comercio: Crecimiento levemente superior a 2015

Un 2016 levemente mejor a lo que ha sido este año es el que proyecta el sector comercio.

“Esperamos que se mantenga un ritmo de crecimiento débil, aunque superior al de 2015. Prevemos que las ventas del comercio crecerán en torno a 3% y que el consumo de durables saldrá de la zona contractiva en la que ha permanecido durante 2014 y 2015”, estima Peter Hill, presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS). En 2015, el consumo difícilmente superará el 2,4%, calculan en el gremio.

Se trata de un rubro que es relevante para la economía del país, pues según información del INE, durante el trimestre móvil terminado en octubre se registraron 1.534.000 personas ocupadas en el sector comercio.

A juicio de la CCS, hay algunos elementos que permiten proyectar una situación algo mejor en 2016, “como es una mayor estabilidad cambiaria en relación a 2014 y 2015, y una situación algo menos negativa en materia de inversión”, menciona Hill. En todo caso, advierte, “el grado de incertidumbre es importante, debido a los efectos que podemos recibir de la crisis que afecta a Brasil y los cambios políticos en Argentina”.

Con todo, el sector se mantendrá todavía lejos de los crecimientos superiores a 10% en las ventas observados en los cuatro años posteriores a la crisis 2009.

Seguir avanzando en productividad y en eficiencia son los grandes retos que enfrenta el sector, enumera Hill. “Incorporar tecnología, herramientas de gestión y también continuar profundizando la estrategia digital, incorporando a nuevas capas de la población al comercio online y desplegando una mayor oferta en este canal, sobre todo en el pequeño y mediano comercio”, añade.

Fuente:La Tercera 
www.chiledesarrollosustentable.cl

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