Las Navidades están a la vuelta de la esquina y, con su llegada, aumentará considerablemente el consumo en la mayoría de nuestros hogares. Por eso, te dejamos algunos consejos muy sencillos, que no requieren grandes esfuerzos, para vivir estas fiestas respetando el medio ambiente y reduciendo nuestra huella negativa sin dejar de compartir ilusiones con nuestros seres queridos… y sin convertirnos en el Grinch de la familia.
Decoración de bajo consumo en Navidades
Utiliza luces LED y desconecta los aparatos eléctricos cuando no estén funcionando. También puedes usar enchufes programables o inteligentes, que puedas controlar desde tu teléfono móvil o tableta.
Reutiliza la decoración navideña que ya tienes en casa.
Haz tus propios adornos con materiales reciclados: Los corchos de las botellas de vino, las cajas de cartón viejas, los rollos de papel higiénico o las latas vacías de refrescos pueden ser tus grandes aliados. En Pinterest y YouTube encontrarás multitud de originales ideas. Si pides ayuda a tu familia o amigos, además de tener adornos únicos pasaréis una tarde inolvidable.
Comilonas de proximidad y sostenibles durante las Navidades
Planifica los menús por adelantado: De esta forma, evitarás el desperdicio de alimentos y te ahorrarás agobios innecesarios… y un tiempo muy valioso. Tu bolsillo también lo agradecerá.
Según la FAO, un tercio de la comida que se prepara en navidades acaba en la basura.
Da una segunda vida a las sobras: el plato principal de Nochebuena puede convertirse en unos deliciosos canapés en Navidad. Solo hace falta un poco de imaginación… o buscar ideas en YouTube y blogs de cocina.
Apuesta por el producto fresco, natural, de proximidad y de temporada. Así, se realizan menos emisiones de CO₂ a la vez que apoyas a los productores locales.
Reduce el consumo de carne y pescado y apuesta por menús ricos en verduras, legumbres y frutas.
A la hora de adquirir productos cárnicos, busca el etiquetado de certificación de tu comunidad autónoma.
Si vas a comprar pescado, que sea de temporada, mejor salvaje que de acuicultura y siempre pescado con métodos selectivos. Pregunta en tu pescadería de confianza.
Compra las uvas a granel, sin empaquetado y cultivadas lo más cerca posible de tu localidad.
Regalos sostenibles
Apuesta por la calidad, antes que por la cantidad: Merece la pena comprar solo un regalo realizado con materiales resistentes en lugar de dos de ínfima calidad y que acaben en la basura antes de que quiten las luces de tu ciudad.
Elige objetos fabricados con materiales respetuosos con el planeta. Un ejemplo es la madera certificada con el sello FSC para los juguetes.
Compra productos locales: En las tiendas más cercanas seguramente tenemos todo lo que necesitamos. Además de ser más ecológico (se evitan envases innecesarios, así como las
Los regalos de segunda mano resultan una estupenda opción más respetuosa con el medio ambiente. Aunque en nuestro país existan prejuicios sobre ellos, la realidad es que muchas veces desechamos objetos perfectamente utilizables y, al darles una segunda vida, minimizamos su impacto ambiental.
Reduce tus residuos
A la hora de realizar tus compras, adquiere todo lo posible sin envasado (especialmente si es de plástico). Lleva, como durante el resto del año, tu propia bolsa o carrito al establecimiento.
Según Ecovidrio, en las fiestas navideñas se genera casi el 20% del total que reciclamos en un año. Por eso, es muy importante no perder el hábito del reciclaje, aunque tengamos invitados en casa o aunque seamos nosotros quienes cenemos en casa ajena.
Reutiliza el papel de regalo o, -¿por qué no?- aprovecha el papel de periódico o los folletos de los supermercados para este fin. Al fin y al cabo, lo importante de un regalo es el interior… y el placer de rasgar el envoltorio no cambia si este es reciclado.