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Escenario Energético bajo el Nuevo Gobierno
No hay una solución óptima y se tienen que hacer sacrificios. La nueva administración se iniciará con una presión importante.
Hemos llevado a cabo un proceso de diálogo de cuatro años sobre escenarios energéticos, con la mejor información disponible y la participación de los más variados actores, desde ONG ambientalistas hasta grandes empresas de generación eléctrica. En conjunto se estableció una base para mantener un diálogo permanente, se procesó una enseñanza mutua, y se derribaron mitos existentes. Además, se consensuaron datos básicos en cuanto a costos, factores de planta y emisiones locales y globales de cada fuente, y se identificaron aquellos temas respecto de los cuales aún quedan diferencias de opinión. De los resultados se puede destacar:
Una matriz con participación importante de ERNC se ve ambientalmente favorable, económicamente factible y especialmente competitiva a partir de 2020. Este resultado dependerá de la incorporación de energía geotérmica y de un mix de otros tipos de ERNC (energía solar, eólica, minihidro y biomasa).
La mayor participación de ERNC puede hacer caer los costos marginales a niveles muy bajos, destacando la importancia de la venta de energía bajo contratos de largo plazo.
Contar con energía base seguirá siendo importante en el futuro. Esta puede provenir de distintas fuentes competitivas, incluso ERNC como geotermia, aprovechando el potencial existente en el país.
Con la construcción de las centrales hidroeléctricas del sur, al año 2030 se obtendría una matriz con un 51% de capacidad instalada y 73% de generación a través de la hidroelectricidad. Si no se construyen las centrales hidroeléctricas del sur, bajo un criterio inversionista se avanzará con un mix de ERNC y la construcción de centrales térmicas convencionales. El resultado será mayores costos y emisiones. En el escenario alternativo, con ERNC y sin hidroelectricidad del sur, se propone la construcción de centrales ERNC, con fuerte participación de geotermia, baja en emisiones y costos. Su viabilidad se ha cuestionado ante los lentos avances en la construcción de centrales geotérmicas.
A estos resultados del proceso de Escenarios Energéticos 2030 se deben agregar varios temas de discusión pública. El primero es la discusión de la hidroelectricidad del sur. Para avanzar es necesario que el nuevo gobierno señale una posición clara, y que esta sea secundada por las empresas del sector. Hoy esta fuente eléctrica no cuenta con el consenso social mínimo y la incertidumbre de su desarrollo inhibe avanzar en el desarrollo de las energías restantes. El segundo tema relevante es la necesidad de mayor regulación e intervención estatal en los terminales de gas natural licuado para asegurar precios competitivos.
Ahora urge tomar decisiones claves. El gobierno iniciará su turno con una presión importante, debiendo ser capaz de presentar un plan de acción que tenga el suficiente grado de legitimidad social.
No hay una solución óptima y sacrificios se tienen que hacer. El gobierno puede iniciar un nuevo ciclo de simulación de escenarios, pero en base a lo anteriormente señalado, combinado con orientaciones de la Comisión de Desarrollo Eléctrico (CADE) y de la Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria (CCTP) así como el debate público y entre expertos, se pueden visualizar cuatro acciones claves para el nuevo gobierno:
1. Un trabajo mancomunado para facilitar, al menor costo posible, la entrada de las ERNC y la promoción de eficiencia energética, con mejores instrumentos y mayor disposición de recursos públicos; un trabajo decidido para nivelar la cancha con las energías convencionales -por ejemplo, respecto de licitaciones a nivel de distribución; y un mecanismo de riesgo compartido entre el sector público y privado para la geotermia. Facilitar también las tecnologías complementarias a ERNC, tales como de abastecimiento de energía. Cumplir como mínimo las metas en EE, del 12% al año 2020, y en ERNC, del 20% al año 2025, con miras al 30% al año 2030.
2. Instrumentos regulatorios y tributarios para mejorar la distribución de costos y beneficios de la generación eléctrica. Asimismo, avances en regulación ambiental de centrales a carbón y centrales hidroeléctricas convencionales. Un trabajo de identificación de lugares para una eventual instalación de centrales a carbón.
3. Un trabajo en torno al GNL para buscar una forma que facilite la agregación de la demanda, garantizando un precio más estable y de largo plazo y acceso abierto a los terminales, con regulación de las tarifas…
4. Un proceso de diálogo, junto a una evaluación ambiental estratégica sobre el desarrollo de la hidroelectricidad del sur, que aborde temas de la implicancia para la futura matriz energética, la distribución de costos y beneficios; e implicancia para el ecosistema, vida y cultura en la Patagonia. Este diálogo puede tener una duración de unos dos a tres años y el resultado es, hoy, incierto. Mientras, la matriz se debe visualizar sin la participación de la hidroelectricidad del sur.
Corresponde a los ministerios de Energía y de Medio Ambiente convocar a una comisión de expertos, representativa de distintos sectores sociales, que monitoree estos temas. El costo que seguirá significando para el país la paralización de la construcción de nuevas centrales es significativamente mayor al costo de los cuatro pasos indicados.
Por Nicola Borregaard, gerente de Energía y Cambio Climático Fundación Chile.
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