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Estudio revela que brecha de género se amplía a partir de la adolescencia
Informe de ComunidadMujer muestra que hasta los 5 años las habilidades son similares entre niñas y niños, pero en la etapa escolar parten las diferencias, incluso en la sala de clases.
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Un estudio inédito presentará ComunidadMujer el próximo 27 de abril en el seminario internacional sobre Género, Educación y Trabajo, a través del cual revela cómo se van construyendo las brechas entre mujeres y hombres que terminan con un salario diferenciado en la época adulta.
Esta investigación financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), revisa los últimos 25 años de participación de mujeres en distintos ámbitos. “Si los resultados de este informe resultan interesantes, la intención es que se replique en otros países porque parte de un enfoque novedoso”, explica la directora de estudios de la ONG, Paula Poblete.
El informe GET (Género, Educación, Trabajo) interrelaciona la trayectoria de vida de las mujeres, analizando una serie de indicadores entre 1990 y 2015 , y presenta recomendaciones.
Edad temprana
El GET detectó que entre los 0 y 5 años no existen diferencias relevantes de género, y la única se da en favor de las niñas, que obtienen mejores resultados que los niños en test de desarrollo en las áreas cognitiva, social, adaptativa y de comunicación.
Dentro de los últimos 23 años han aumentado los hogares donde los pequeños viven con un solo progenitor: en 1990, 15,9% de niñas vivía con la madre, y en 2013 eran un 36,3%; versus los niños que pasaron de 16,4% a 33,1%. Esta diferencia se acentúa cuando se revisa por decil de ingresos: en el primero (de mayor carencia) el 43% de los niños viven con ambos padres, versus el 89,9% en el décimo decil (el más rico); en el 1°, el 51% de los pequeños vive sólo con la madre, frente al 9,7% del 10°.
Fase escolar
Según el GET ésta sería la etapa donde la brecha de género se amplía por diferentes condicionantes, tanto sociales como de contexto.
En el caso de las niñas está el trabajo infantil no remunerado en tareas domésticas y el alto nivel de embarazo adolescente. En 2013, un 4,7% de nacidos vivos correspondían a madres menores de 19 años, “lo que sitúa a Chile como el segundo peor país de la OCDE después de México, además está en la media de países de América Latina, región que a nivel mundial sólo es superada por Africa subsahariana”, indica el informe.
Este hecho lleva a que un 25,9% de las adolescentes indique esta causa para no trabajar ni estudiar (versus 0,7% de los hombres).
En la etapa escolar, el GET señala que en la prueba internacional PISA de matemáticas, Chile ostenta la mayor brecha de género en los resultados (a favor de los hombres) junto con Luxemburgo, y se observa que la diferencia no es connatural al sexo, porque en otros países no existe. Poblete recuerda un estudio de la economista Alejandra Mizala que analizó el sesgo de los estudiantes de pedagogía, “y los profesores piensan a priori que a las niñas les irá peor que a los hombres”.
Ello también se reflejaría en un sesgo de la PSU, porque las niñas obtienen mejores calificaciones durante los años de escolaridad, pero los hombres logran mejores puntajes en las pruebas de selección. Ello, posteriormente restringe las posibilidades de elección de una carrera ya que entre las 5 mejores universidades (Cruch) ingresan mayoritariamente hombres en carreras asociadas a una mejor remuneración como ciencia, tecnología, ingeniería, versus las mujeres que optan por enseñanza y salud, pese a los fuertes avances en cobertura de educación superior.
Como medidas a implementar recomiendan revisar la PSU, agregar cupos reservados para incluir mujeres en carreras científicas y evitar el sesgo de género entre los profesores.
Trabajo y retiro
Ya en el trabajo, la encuesta sobre uso del tiempo de 2008 reveló que el 81,2% de las mujeres destina 7,8 diarias al trabajo no remunerado (entendido como labores domésticas o de cuidado), versus el 44,5% de los hombres que le dedica 2,8 horas. “El Sernam en 2008 realizó un análisis para valorar el Trabajo Doméstico No Remunerado, y se llegó a la conclusión que éste representa un 25,8% del PIB de la Región Metropolitana. De este, 17,8 puntos son aportados por las mujeres y 8 puntos por los hombres”, señala el GET.
En este informe se aborda también la baja participación laboral femenina (58% en general y 65,6% en el segmento 25 a 59 años), la diferencia salarial, la menor proporción de adultas que labora una jornada completa, la concentración en los puestos medios y no en cargos directivos, y salarios poco atractivos . “Hay una serie de fallas en el mercado laboral que posibilitan que los ingresos por el trabajo sean muy insuficientes para una gran parte de la población (…) Aunque los salarios reales se han duplicado a lo largo del período, lo cierto es que actualmente estos continúan siendo muy bajos”, sostiene el estudio.
En 2014 el ingreso medio de los ocupados era de $473.251, sin embargo, en el caso de los hombres equivalía a $543.996, y a $382.253 en el caso de las mujeres, es decir, 29,7% menor. Esta situación se replica en la vejez con las pensiones.
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Fuente:Pulso www.chiledesarrollosustentable.cl