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Generadoras entran en la recta final para el cumplimiento de norma de termoeléctricas

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El sector ha invertido cerca de US$ 900 millones en equipos para mitigar contaminantes. En junio entra en vigencia el límite para SO2 y NOx.

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Casi cuatro años han transcurrido desde que la administración Piñera estableció la norma que regula las emisiones de contaminantes para las centrales termoeléctricas, y las generadoras ya están en la recta final para cumplir las obligaciones impuestas en el Decreto Supremo N°13 del Ministerio de Medioambiente.

En junio termina el plazo para que las centrales termoeléctricas en operación cumplan con la norma de emisiones para contaminantes específicos como el dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx).
A fines de 2013, las unidades debieron cumplir con los límites para material particulado, aunque las centrales en construcción, tienen otros doce meses para lograr las adecuaciones.

El proceso ha sido largo y ha demandado a las eléctricas inversiones en torno a los US$ 900 millones.
En el caso de AES Gener, tienen previstas inversiones por unos US$ 472,8 millones y tienen trabajos avanzados en las unidades 1 y 2 de Ventanas, donde instalaron filtros de manga, quemadores Low de NOx y desulfurizadores, lo mismo que en las unidades del complejo Norgener. Asimismo, trabajan en la adecuación de las unidades 1, 2 y 4 de Guacolda.

«El progreso en este proyecto se encuentra en 76,2%, con término esperado para marzo de 2016. Se mantienen las obras de los desulfurizadores y filtros de mangas para las unidades 1, 2 y 4, y un SCR (selective catalytic reduction) que atenúa las emisiones de NOx de la unidad 1, que se espera entre en funcionamiento a mediados de Julio de este año. Guacolda cumple actualmente con el estándar de emisión de material particulado y el plazo de cumplimiento para tener en funcionamiento el resto de los equipos de abatimiento de SO2 y NOx es el 23 de Junio de 2016», dijo la filial de AES Corp.

En Endesa Chile dijeron que llegarán en plazo al cumplimiento de las exigencias, mientras que en Colbún sostuvieron que las inversiones que realizaron para cumplir con la norma son marginales, pues su última central térmica en entrar en operación, Santa María I, contaba en su diseño con adecuaciones para reducir sus emisiones.

«Endesa Chile ha mejorado continuamente sus indicadores de desempeño en materia medioambiental y hemos desarrollado un plan de acción especial para cumplir con la norma en los plazos requeridos. Sólo en Chile, contamos con una capacidad térmica de 2.800 MW y estamos invirtiendo más de
US$ 240 millones para reducir nuestras emisiones de centrales termoeléctricas, lo que nos permitirá cumplir en plazo con las nuevas exigencias», dijeron en la filial de Enersis.

En el caso de E-CL en 2010 iniciaron un plan de reducción de emisiones en sus cuatro unidades de Tocopilla y en dos de Mejillones, que en conjunto suman 710 MW, con inversiones por US$ 175 millones.

«Para monitorear las emisiones de material particulado, dióxido de azufre y óxido nitroso, se han instalado sistemas de medición continua de emisiones en todas las chimeneas de las unidades de generación, los cuales han sido certificados por la Superintendencia del Medio Ambiente, y cuyos resultados se reportan periódicamente», dijo la eléctrica.

El tema no ha estado exento de problemas, el último, los mecanismos y protocolos para la certificación de las emisiones (CEMS), por lo cual la Superintendencia de Medioambiente (SMA) formuló cargos a algunos laboratorios, los que presentaron programas de cumplimiento.

El próximo paso es el análisis de los datos del monitoreo continuo de las emisiones, tarea a la que la SMA estaría hoy abocada.

Las claves de la normativa

Límite a contaminantes
Tras casi diez años de discusión al interior del gobierno, en enero de 2011 se firmó el Decreto Supremo N°13 que estableció las normas de emisión de contaminantes para las centrales termoeléctricas.
El texto entró en vigencia en junio del mismo año, luego de ser publicado en el Diario Oficial, establecía el control de los vertimientos al ambiente de Material Particulado, SO2 y NOx. La iniciativa fijó un plazo de cuatro años para reducir las emisiones de dióxido de azufre, de cinco para el óxido de nitrógeno y de 2,5 años para el MP.

Certificación de las emisiones
A fines de 2013, las unidades en operación debieron cumplir con la norma para Material Particulado, y en junio de este año deberán hacerlo con el SO2 y NOX en zonas declaradas como saturadas. Las unidades ubicadas fuera de estas zonas tienen otros 12 meses. Las emisiones deben ser monitoreadas en línea, para lo cual instalaron equipos, que a su vez tienen que cumplir con protocolos definidos y vigilados por la SMA.

 

Fuente:Diario Financiero 
www.chilemineria.cl

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