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Impactos de un quinto año de sequía: Alza en precios de electricidad, alimentos y costos de las empresas

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El ministro de Agricultura, Luis Mayol, dice que «Chile es uno de los países más afectados en el mundo» y que sus estragos se observan en la vasta zona que abarca desde la Región de Atacama hasta la Araucanía

La metáfora de la tormenta perfecta se aviene con cierta precisión con los pesimistas pronósticos sobre la escasez de agua que afecta a Chile, porque 2014 podría ser el quinto año consecutivo de sequía, agravando las consecuencias en los sectores productivos, en especial, el agrícola, silvícola, ganadero y, por cierto, en la generación eléctrica a base de agua.

En su último informe de Política Monetaria, publicado el mes pasado, el Banco Central fue realista en su diagnóstico: «Los sostenidos aumentos de los costos de generación de electricidad tienen efectos sobre los precios que pagan los consumidores y, por esta vía, sobre la inflación. También impactan los costos de producción de las empresas, lo cual indirectamente incide en la inflación».

Dado que para el mediano plazo no se ve que el país vuelva a tener abundancia de lluvias, la autoridad monetaria estima que los costos de la energía seguirán subiendo.

«De acuerdo con algunos estudios, en los próximos años el costo de generación (eléctrica) podría experimentar alzas de entre 30 y 50% en el Sistema Interconectado Central (SIC)», afectando principalmente a los clientes que se rigen por tarifas no reguladas, en este caso las grandes y medianas empresas. En tanto, para los clientes regulados (los hogares y las pequeñas empresas), en las nuevas licitaciones de energía para los próximos años el incremento en las tarifas eléctricas llegaría al 60%, «respecto de los precios promedios de los contratos vigentes», dicen en el Banco Central.

Una visión similar tienen en el gobierno, particularmente en la Comisión Nacional de Energía, donde los expertos también prevén que las tarifas eléctricas seguirán subiendo, entre otras cosas debido al desajuste en la ecuación de oferta y demanda de energía. «A los diversos problemas judiciales y ambientales con que se han encontrado los nuevos proyectos de generación, se suma con fuerza la incertidumbre de la disponibilidad de agua para la generación hidroeléctrica», dijo a La Segunda un analista de la CNE.

Suben costos en la industria

La Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) informó que la producción industrial de 2013 creció apenas en 0,5%, respecto de 2012. Los analistas de este gremio atribuyeron el débil incremento a los problemas estructurales que afectan a las empresas del sector, cruzados por el sistemático incremento en los costos de la energía. De hecho, según la misma Sofofa, el año pasado el consumo de energía eléctrica industrial subió apenas en 0,4%, respecto del año precedente, cifra que refleja la preocupación de las empresas del sector para reducir los costos de este insumo.

En el plano agrícola los perjuicios son mayores y más visibles que en el industrial, porque allí hay damnificados de carne y hueso que ha tenido que asistir el gobierno, con subsidios directos.

El ministro de Agricultura, Luis Mayol, dijo a La Segunda que el gobierno ha entregado aportes a cerca de 50.000 productores agrícolas, para ayudarlos a mitigar los efectos de la sequía. Los planes de ayuda incluyen desde alimentación y sanidad animal, hasta obras menores de riego y praderas, así como fondos de programas focalizados para riego campesino predial y asociativo y recuperación de suelos degradados.

A estos agricultores el Estado, a través del ministerio del ramo y de los gobiernos regionales, ha debido traspasarles $50.628 millones (US$97 millones), en los últimos cuatro años de emergencia hídrica. De esta cifra, solo Indap ha desembolsado $11.900 millones para ir en ayuda de 40.266 pequeños agricultores, concentrados en las regiones Cuarta y Quinta.

El ministro Mayol subraya que la sequía ha persistido por varias temporadas, «siendo Chile uno de los países más afectados por ésta en el mundo». Explica que los mayores estragos se observan en la vasta zona que abarca desde la Región de Atacama hasta la Araucanía. «Para los casos más críticos, en los últimos cuatro años hemos declarado zona de emergencia hídrica en 220 comunas, siendo las regiones del centro-norte, especialmente Coquimbo y Valparaíso, las más perjudicadas».

Recursos para garantizar el riego

En tanto, la Comisión Nacional de Riego (CNR), echando mano a la ley de fomento para riego (N° 18.450, recientemente modificada para incentivar la ejecución de obras medianas), ha llamado a concursos por un total de $147.155 millones (casi US$ 260 millones), entre 2010 y 2013.

El presupuesto para 2014 elevó en otros $56.000 millones los fondos para que la CNR llame a nuevos concursos, de los cuales $41.000 millones son para obras menores de regadío (menos de UF 15.000) y $15.000 millones para concursos de obras medianas, de hasta UF 250.000, informaron fuentes del Ministerio de Agricultura.

El secretario ejecutivo de la CNR, Felipe Martín, dijo a La Segunda que «durante la actual administración se han adjudicado 3.883 proyectos, beneficiando a 108.472 usuarios de agua».

«Hemos tecnificado una superficie de 74.655 hectáreas; se han incorporado 44.285 hectáreas de nuevo riego y revestido 902 kilómetros de canales, de los cuales 374 corresponden a reparaciones tras el terremoto del 27 de febrero», agregó Martín.

A estas cifras, suma la ejecución de micro tranques, con una capacidad de almacenado de 6,4 millones de metros cúbicos.

Embalses bajo su capacidad

Según registros de la Dirección General de Aguas, en diciembre pasado el agua acumulada en los embalses continuó disminuyendo, en este caso en 7%. Esta baja se produjo en los embalses dedicados al riego y en los mixtos, dedicados a la generación eléctrica y al riego, mientras que los demás embalses mantuvieron sus volúmenes o los aumentaron, como es el caso de los dedicados al agua potable.

Comparando diciembre de 2013 con igual mes de 2012, a nivel nacional todos los embalses registraban un déficit del 50% en su capacidad.

En el caso de los embalses dedicados al riego y los del agua potable, en diciembre de 2013 el déficit era de 20%, en comparación con diciembre de 2012.

En consecuencia, para la temporada de riego agrícola que termina en abril de 2014, se prevé un escenario de déficit similar al de la temporada pasada. «Pese a ello, las distintas iniciativas que se han desarrollado nos permiten augurar que se están en un mejor pie para aprovechar las cada vez más escasas precipitaciones», dijo el ministro Mayol.

Paliativos legales

Frente a estos conflictos el gobierno ha estado tomando algunas medidas colaterales.

Las autoridades acordaron generar un Manual para el Desarrollo de Grandes Obras de Riego, que definió el contenido y la metodología de las principales etapas de vida de los proyectos. Además, se establecieron los puntos necesarios para avanzar en los estudios y la posterior construcción del proyecto. A su vez, «se dejó establecida la forma en que se deben evaluar los proyectos, considerando sus beneficios con uso multipropósito», puntualizan en el gobierno.

De esta forma, la modificación de la Ley 18.450 permite incluir servicios complementarios, que beneficien a la sociedad en su conjunto, tales como agua potable, generación hidráulica, eólica o solar, actividad minera, control de crecidas, ecoturismo, infiltración, pesca, entre otros. «Lo anterior se podrá realizar, siempre que el riego agrícola sea el principal uso de la infraestructura», señalaron fuentes del Ministerio de Agricultura.

Así, «el nuevo criterio de evaluación para las grandes obras hidráulicas permite potenciar la inversión y construcción de las obras de riego, con una mirada integral, sin dejar de lado a ningún actor relevante dentro del desarrollo de la infraestructura», advirtieron los analistas de la cartera de Agricultura.

Sanitarias invierten otros US$40 millones

En el informe de gestión para enfrentar la sequía, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) informó de una inversión de US$188 millones en diversas obras para asegurar el abastecimiento de agua potable, en el área comprendida entre las regiones Tercera y Octava. Se incluyen estanques de almacenamiento, construcción de nuevos pozos, recargas de embalses, estudios para una desalinizadora y compras adicionales de derechos de aguas, entre otras.

El documento indica que las compañías sanitarias que operan la zona de aguda estrechez hídrica abastecen a 3,6 millones de familias, con una población estimada de 12 millones de habitantes.

Estas empresas proyectan para este año invertir US$ 40,3 millones, lo que significa que el monto consolidado para el periodo 2011-2014 llegaría a US$ 188 millones.

El presidente de Andess Guillermo Pickering, dijo que «las empresas han asegurado que el suministro este año sea continuo, sea o no un año seco».

De paso, Pickering criticó «la dispersión institucional en la toma de decisiones», donde 43 organismos actúan en 103 procedimientos relacionados con el agua.

Fuente:lasegunda.com

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