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IX Región: 40% de visitantes busca conocer el modo de vida mapuche
Más emprendimientos, mejor calidad del servicio y un mayor interés de los chilenos marca la oferta etnoturística para el verano.
“La ruca que tengo para los turistas es igual a la que yo usaba cuando era niña. Con las camas típicas que son hechas con cañas de trigo y frazadas hiladas con lana de oveja. Son muy cómodas y los turistas se van felices de dormir tal cual lo hacían mis ancestros”, relata Rosario Colipi, empresaria mapuche y dueña de Anturayén (flor del sol, en mapudungún), servicio de alojamiento en ruca y comida tradicional a ocho kilómetros de Pucón.
“Yo misma les explico, alrededor del fogón, la cosmovisión mapuche, el significado de nuestros ritos o por qué comemos tal o cual plato. Todo en una cocina autorizada por Salud, porque me formalicé y ahora trabajo con patente y boleta”, agrega. Ella es parte de los 30 emprendimientos formales de la red de turismo mapuche en La Araucanía, la que a través de un catálogo (www.expoturismomapuche.cl), financiado por Conadi y Sernatur, da a conocer las alternativas para el descanso bajo un denominador común: el sello originario.
La región, sin embargo, tiene otros 120 servicios de turismo mapuche en vías de formalizarse, distribuidos en cuatro territorios: Lafkenche (en la costa), Wenteche (Temuco y alrededores), Nagche (cordillera de Nahuelbuta) y Pehuenche (Cordillera de los Andes).
En una región que incrementó en 30% su afluencia de turistas en el último verano, también se registra un mayor interés por experimentar el modo de vida mapuche. “De las 75 mil consultas que reciben nuestras oficinas en verano, 40% corresponde a turistas que buscan turismo mapuche, destacando ahora el interés de los chilenos. Antes sólo los europeos tenían interés, eso habla de un mayor respeto y valoración de los turistas por una cultura que sienten más propia”, explica Sebastián Alvarez, director de Sernatur IX Región.
Según Sernatur, hay una mayor oferta y calidad de servicios, en comparación a 2013, en manos de 35 comunidades que incluso han creado la primera Cámara de Comercio y Turismo Mapuche.
Oferta
La comunidad de Llaguepulli, la más antigua y desarrollada en etnoturismo, recibió cuatro mil turistas en 2013, ofreciendo una experiencia a orillas del Budi, único lago salado de Latinoamérica. Antes de dormir en la ruca, los visitantes lo recorren en kayak, al mediodía prueban platos y bebidas mapuches, alimentan a los animales, escuchan relatos ancestrales, juegan al palín y conocen los huertos de hierbas medicinales.
Elisa Hueche, en cambio, vive en Padre Las Casas y hace seis años es dueña de Ruca Weche, donde ofrece alojamiento y gastronomía mapuche en ruca.
“Siempre hemos buscado las mejores prácticas, hemos enviado gente a México, Canadá, Nueva Zelandia. Hoy podemos encontrar centros de turismo de alto nivel administrados por indígenas, quienes son los más indicados para proteger su entorno y lugares que para ellos son sagrados”, explica Jorge Retamal, director de Conadi.
Inversión
En La Araucanía, una de las regiones más pobres del país y que concentra un 32,1% de población mapuche, el gobierno, a través de Conadi (en conjunto con Indap, Corfo y Sernatur), ha invertido $ 548 millones entre 2010 y 2013, en infraestructura, calidad de servicio y capacitaciones, beneficiando a 570 familias.
“Hemos invertido $ 1.515 millones en etnoturismo a lo largo del país para 970 familias, mejorando progresivamente la infraestructura y apoyando los procesos de formalización. Para 2014 proyectamos una inversión de $ 450 millones, de los cuales $ 205, casi la mitad, se invertirán en La Araucanía”, indicó el ministro de Desarrollo Social, Bruno Baranda.
La fórmula ha servido para poner en valor la cultura mapuche y entregar una actividad económica complementaria a la pequeña agricultura y ganadería.
Fuente: diario la tercera