LA ENERGÍA Y LA FORMACIÓN DE UN NUEVO ORDEN INTERNACIONAL

Muy pocos pensaron que el conflicto de Rusia con Ucrania duraría tanto tiempo; sin embargo, no se tomaron en cuenta ciertos detalles que poco a poco salen a la luz, como las intenciones tanto del presidente ruso, Vladimir Putin, como de los líderes de occidente de mantener el control en ambos lados de la frontera de Ucrania y en específico de la zona de Crimea.

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En este asunto en particular, el tema de los energéticos que se comercializan en Europa y Asia es muy importante, ya que éstos son un recurso estratégico para el desarrollo de cualquier país.

Hasta hace poco, Ucrania dependía totalmente del suministro de fuentes de energía para cubrir sus fuertes necesidades de gas.

Este fenómeno social ha demostrado la capacidad de generar conflictos sumamente serios y de magnitudes impredecibles. Está, por ejemplo, el caso de Cuba en la década de 1970, cuando la entonces URSS le vendía petróleo a precios inferiores a los establecidos por la OPEP, siempre y cuando se ciñera a las reglas y disposiciones de los postulados del comunismo en la Guerra Fría.

El caso de Ucrania no dista mucho de una realidad a la entonces vivida en Cuba. El problema no termina ahí, pues Macedonia y Georgia, ex repúblicas soviéticas, tienen el mismo riesgo de la dependencia energética, lo que se suma al hecho de no pertenecer a uno de los contrapesos a Rusia, como la Unión Europea.

Otro punto clave y que demuestra la teoría de que estamos ante la formación de un nuevo orden internacional, es que 60% del gas importado por los países europeos proviene de Rusia y circula justamente por Ucrania, por lo que el control de ese país toma un papel preponderante y que puede desencadenar fuertes tensiones geopolíticas.

Esto puede ser el inicio del resurgimiento ruso como hegemonía, lo que generaría un equilibrio ante el poder de la Unión Europea y Estados Unidos.

Cabe resaltar que, en junio pasado, el grupo llamado Brics, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se reunió para crear un banco internacional que haga contrapeso al Banco Mundial, surgido después de la Segunda Guerra Mundial dentro del denominado consenso de Washington.

El banco de Brics contará en su inicio con 50 mil millones de dólares, destinados a sortear las crisis económicas que cualquiera de estas cinco economías pudiera tener. Además, los países miembros discutirán la creación de un fondo de 100 mil millones de dólares, destinado a la creación de infraestructura.

Sumemos que China y Rusia firmaron un acuerdo para construir un gasoducto e intercambiar sólo entre ellos el energético por los próximos 30 años, lo cual, aunado a las tendencias políticas del país asiático, obligaría a la India a seguir la ideología de su vecino del norte.

En este contexto, es altamente probable que se establezca un nuevo orden mundial.
Por Carlos Alberto Martínez Castillo, investigador, profesor del tec de monterrey y de las universidades Panamericana e iberoamericana.

 Fuente/mundoejecutivo
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