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La gran industria retira sus falsos productos ecológicos del mercado
Pedro Burruezo, en este artículo corto pero contundente, nos recuerda la historia de los “falsos ‘bio’”. El movimiento “bio” obligó a la gran industria a retirar sus productos falsamente ecológicos del mercado. Ahora, los mismos se reciclan y se pasan al sector orgánico…
El gran escritor japonés Yukio Mishima escribió: “La victoria siempre está del lado de la mediocridad”. No siempre es cierto, aunque no le faltaba (en buena medida) la razón al autor de “Confesiones de una máscara”. Leer la cita y pasear por una gran superficie de venta de productos alimentarios me ha recordado la batalla que llevamos a cabo unos cuantos contra la gran industria agroalimentaria, lo que se vino a denominar la guerra de “los falsos ‘bio’”.
Unas cuantas empresas, con Danone a la cabeza, ponían productos en el mercado con una publicidad engañosa que le hacían creer al público que eran más sanos y ecológicos. Se saltaban a la torera la legislación europea vigente al respecto. Unas cuantas organizaciones ecologistas, algunos consumidores y algunas empresas del sector orgánico entablamos una lucha sin cuartel, David contra Goliath, para que las autoridades pertinentes obligaran a las multinacionales a cumplir con las leyes.
Al final, el movimiento “bio” ganó la batalla. Fue el gobierno Zapatero el que se puso manos a la obra y prohibió tajantemente el uso de los términos “bio”, “eco” y/u “orgánico” para anunciar productos que no estuvieran certificados como ecológicos con los avales pertinentes. Hablamos de 2006….
El Estado español llevaba años incumpliendo el Reglamento CEE núm. 2092/91 sobre la producción agraria biológica, reglamento reforzado por el 1804/99 y la Directiva 2000/13/CE relativa a la aproximación de las legislaciones de los estados miembros en materia de etiquetaje. Tampoco intervenía en la carrera de la industria alimentaria creando marcas de productos con los prefijos “bio” y “eco” para aprovecharse de un sector que no era suyo y, además, añadir confusión al asunto y perjudicar el consumo realmente “bio”.
Unas cuantas empresas, con Danone a la cabeza, ponían productos en el mercado con una publicidad engañosa que le hacían creer al público que eran más sanos y ecológicos.
En 2001 la Comisión Europea inició el procedimiento de infracción contra el Estado español. La movilización social fue la clave del éxito. En BioCultura se recogieron miles y miles de firmas para presionar al gobierno. Ahora, ha llovido ya un poco desde todo aquello. Y firmas como Danone, por poner el ejemplo más emblemático, sacan al mercado productos bajo la marca “Las dos vacas” (con el Danone muy pequeñito para que no se vea), que ahora sí son alimentos certificados como ecológicos. Y los podemos encontrar por todas partes.
Se podría decir que, para acabar donde han acabado, no hacía falta tantas alforjas para tan desastroso e incongruente viaje. ¿Por qué no recapacitaron antes? ¿Por qué nos quisieron engañar durante tanto tiempo? ¿Por qué no obraron con más honestidad, limpieza y sentido común desde el principio? Podríamos haber dedicado parte de los esfuerzos que dedicamos a combatirles a ampliar el mundo ecológico, a llevar más alimentos orgánicos a más hogares.
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Pero, bueno, juzgar no es asunto nuestro. Qui´zas aquello fue lo mejor que podría haber pasado. Al final, la verdad se ha impuesto hasta tal punto que la propia empresa Danone saca al mercado sus alimentos ecológicos (aunque prácticamente sin dar la cara). Y muchas otras empresas han seguido y seguirán ese camino. La verdad es que he probado los yogures de Danone, los ecológicos, “Las dos vacas”, y hay que decir que no están nada mal.
Pero los compraré sólo cuando no haya otra posibilidad, ningún otro remedio, porque tengo memoria. Y porque unas cuantas otras empresas elaboradoras de yogures apostaron por la salud y la sostenibilidad desde hace mucho. No compraré “Las dos vacas” mientras tenga otras alternativas. Porque los de Danone nos dieron por saco, con perdón, durante muchos años… para que vengan ahora a darnos lecciones de ecología y de sustentabilidad. En fin, ver para creer. Aunque, eso sí, nunca es tarde si la dicha es buena…
Fuente/Ecoticias Chile Desarrollo Sustentable/www.chiledesarrollosustentable.cl www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS twitter.com/CDSustentable #CDSustentable #MedioAmbiente #DesarrolloSostenible, #Sostenibilidad