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La longevidad del hombre también amenaza al medio ambiente

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Estudio relaciona la mayor expectativa de vida con el número de especies en peligro de extinción. En los últimos 50 años la presión sobre los ecosistemas ha sido mayor que en toda la etapa previa de la humanidad.

EL CASO de Nueva Zelanda ilustra, a pequeña escala, cómo la presencia del hombre impacta el medio ambiente. Debido a su geografía aislada y sus altos niveles de endemismo (especies que sólo existen en ese país), se ha convertido en una suerte de “laboratorio viviente” que está demostrando aquello que diversos estudios vienen señalando desde hace décadas: la presión del ser humano está alterando los ecosistemas como nunca antes en la historia de nuestro planeta.

En esta isla ubicada en el Pacífico Sur, más del 40% de las especies de aves y mamíferos se encuentra en peligro de extinción. Según el estudio “Biodiversidad global: indicadores de declive reciente”, publicado en revista Science en 2010, en los últimos 600 millones de años se registra un aumento sostenido de la biodiversidad planetaria, pero el declive de especies se ha acentuado particularmente en los últimos 50 años debido a la presión sobre los ecosistemas.

No hablamos sólo de lo más evidente, como la deforestación y la expansión de las ciudades, sino del estrés que ocasionamos a nuestro entorno en la medida en que los avances en la medicina nos permiten vivir más y más años. Así lo señala un nuevo estudio publicado en la revista Ecology and Society por investigadores de la Universidad de California, Davis, que analizó la situación en más de 100 países. Los estados con mayor expectativa de vida, los más desarrollados, son también los que presentan más especies amenazadas.

Uno de los principales factores que señala este nuevo análisis es la intensa presión que se genera por la introducción de especies, tanto de aves como de mamíferos, cuya competencia con especies nativas termina amenazando la supervivencia de ecosistemas alrededor del mundo. El estudio (no está incluido Chile, pero la muestra representa el 87% de la población mundial, abarcando el 74% de la superficie terrestre) señala, por ejemplo, que el riesgo de extinción en Nueva Zelanda duplica al que registra el resto de los países analizados. “La crisis se debe a los altos niveles de endemismo, su situación geográfica aislada y la relativamente reciente colonización humana”, escriben los autores en su reporte.

No es todo. Un factor común entre Nueva Zelanda y otros países que exhiben elevado riesgo para la biodiversidad es la mayor expectativa de vida, que llega a los 80 años. Estados Unidos y Cuba son otros ejemplos, con 78 y 79 años de esperanza de vida como promedio respectivamente: mientras el primero presenta amenaza especialmente en el caso de las aves (9,2% en peligro y 4,37% de especies invasoras), en la isla de Cuba el 30,77% de los mamíferos está en peligro. En contraste, los países africanos, donde la expectativa de vida es considerablemente menor, son los que presentan menor amenaza sobre su biodiversidad.

Muchos ni siquiera reportan presencia de especies invasoras y, a pesar de la amenaza local que representan problemas como la caza de gorilas o el tráfico ilegal de marfil que afecta a las poblaciones de animales emblemáticos del continente negro como los elefantes, el número de especies en peligro de extinción en pocos casos supera el 1%, según establece el estudio. Por ejemplo, países como Guinea Bisseau, con una expectativa de vida que apenas llega a los 48 años, tiene al 0,41% de sus aves amenazadas. Otro caso es Kenya, con una expectativa de vida de 57 años, que reporta el 0,53% de mamíferos invasores en su territorio.

“El aumento en la expectativa de vida significa que la gente vive más tiempo y afecta al planeta por más tiempo. Cada año extra es un año más en que utilizamos los recursos naturales para nuestro favor e imprimimos la huella de carbono personal en el planeta”, escriben los autores de la investigación.

Si bien Chile no está incluido en el estudio, la expectativa de vida en nuestro país alcanza los 79,02 años en promedio. Según indican los diversos trabajos sobre especies amenazadas en nuestro territorio, existen 950 especies con algún estado de conservación asignado, de las cuales 900 se encuentran ubicadas en alguna categoría que significa amenaza (Extinta, En Peligro, Vulnerable o Insuficientemente Conocida).

Lo cierto es que la investigación presenta notorias diferencias entre algunos países con alta expectativa de vida, cuyos mecanismos todavía deben ser analizados. Así por ejemplo, países con alto nivel de desarrollo presentan mayor declive de aves, pero no de mamíferos, mientras que en otros casos la situación es inversa.

Lo que sí está claro es la influencia del hombre en las amenazas a la biodiversidad, lo que está ligado no sólo a la sobrepoblación, sino también a la mayor expectativa de vida. Otra de las conclusiones es que los países en condición de aislamiento geográfico, como Nueva Zelanda, también son más propensos a sufrir grandes extinciones. Detrás de este país, Reino Unido, por ejemplo, posee el porcentaje más alto de mamíferos invasores en el estudio, con 47,30%. Esto, dicen los autores, se debe a su situación de “nación isla” y su posición en Europa como centro de comercio. En comparación, Chile también posee características de aislamiento geográfico y de alto endemismo, que sumadas a la mayor expectativa de vida pueden jugar un rol importante en la cantidad de especies en peligro en el país.

Un ejemplo a pequeña escala es lo que ocurre en el archipiélago de Juan Fernández. Este grupo de islas es el que más especies endémicas por metro cuadrado registra en el mundo: el 63,4% de plantas sólo existen allí. Sin embargo, desde que el hombre llegó a instalarse en el lugar, el problema de las especies de plantas y animales invasores comienza a causar estragos. A pesar de todos los esfuerzos de conservación, los científicos documentaron este año tres nuevas extinciones de plantas endémicas en Juan Fernández durante la última década, lo que eleva a nueve el número de plantas autóctonas que han desaparecido desde que se tiene registro. Como en el caso de Nueva Zelanda, esta acelerada desaparición de especies demuestra cómo la influencia del hombre sobre la biodiversidad tiende a acentuar su impacto negativo en décadas recientes.

El estudio “Millennium Ecosistem Assesment” (2005) señala que el 32% de los anfibios, el 23% de los mamíferos y el 12% de las aves se encuentran amenazados de extinción. La Unión para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), en tanto, dice que 1.159 especies se han extinguido en años recientes, en tanto que el 22% de los vertebrados, el 41% de los invertebrados y el 70% de las plantas están en riesgo. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, por su parte, agrega que los índices de extinción de especies superan entre 100 y 1.000 veces los niveles que existían antes de la aparición del hombre en el planeta.

Fuente:diario La Tercera

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