Noticia Internacional
La odisea del barco científico atrapado en la Antártica
Son 74 las personas que esperan un rescate desde Navidad, cuando el mar donde navegaban se congeló.
Esperando un milagro de Navidad, el 25 de diciembre el buque científico ruso Akademik Shokalskiy envió una señal de rescate para todas las embarcaciones cercanas.
El barco, tripulado por 74 personas -entre científicos, exploradores y turistas, la mayoría australianos- se encontraba recolectando muestras marinas en las aguas de la Antártica, aprovechando que es la época de verano y la navegación es más fácil.
La ruta tampoco era desconocida. De hecho, la travesía tenía como fin recrear lo que hace un siglo había logrado el explorador australiano Dauglas Mawson.
Sin embargo, un frío imprevisto comenzó a congelarlo todo alrededor del barco. De pronto éste dejó de avanzar quedó estancado a casi tres mil kilómetros de la ciudad más cercana, ubicada en Australia.
Decidieron hacer uso de la señal de emergencia a la espera de que alguna embarcación cercana tuviera la capacidad de avanzar hacia ellos.
Su llamado de auxilio fue acogido por un rompehielos chino llamado Xue Long -o Dragón de Nieve- que comenzó a abrirse camino para liberar la embarcación rusa. Su llegada estaba prevista para el pasado sábado, pero las sábanas de hielo de más de cuatro metros de grosor, más grandes de lo esperado, impidieron que siguiera avanzando.
Luego, fue el turno de Astrolabe, un buque francés que corrió la misma suerte del chino, quedando a unos 3 kilómetros de distancia del barco ruso. La última esperanza del grupo está en el rompehielos australiano Aurora Australis, el más potente de los tres que han intentado liberar al Akademik Shokalskiy, pero que aun así podría tener problemas para movilizarse por el hielo, ya que el barco está certificado para moverse a través de hielo con un grosor de 1,6 metros, mientras que la nave rusa se encuentra rodeado por sábanas de hielo de más de tres metros de profundidad. De no funcionar, se piensa en un rescate aéreo con helicópteros.
Por mientras, la tripulación se ha encargado de compartir su estado actual a través de redes sociales como Twitter y Facebook e incluso subiendo videos a YouTube, en los que explican su situación actual y, de paso, mostrar que a pesar de todo se encuentran sanos y salvos en medio del hielo.
Fuente: diario la tercera