Las empresas B y su sello de compromiso con la comunidad y el medio ambiente

Con la impronta de redefinir el sentido del éxito en los negocios, surge hoy una nueva generación de empresas denominadas “Empresas B” o B Corp, con la convicción de mejorar de forma permanente y vinculante a la sociedad y el entorno medioambiental.

Por Juan Pablo Larenas, cofundador y director ejecutivo del Sistema B; co fundador de la Empresa B Late! Y destacado “Chilenos Sin Fronteras” de Fundación Chile.

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En el mundo existen 1.950 empresas B, de las cuales 270 corresponden a América Latina y 90 a Chile, entre ellas Triciclos, Karún, Late, Dictuc y Caja Vecina de Banco Estado, entre muchas otras. Los tipos de empresas B son muy diversos: aquellas que nacen con un modelo de negocios que busca resolver una problemática social y ambiental; y aquellas que son más tradicionales y que desde sus buenas prácticas quieren dar un giro.

Las Empresas B necesitan ser rentables para subsistir, pero se diferencian del resto porque su propósito es mayor a solo generar utilidades. Su propósito es un factor que las diferencia, las determina y las moviliza para seguir adelante. Y es que al tratarse de compañías que buscan ser las mejores PARA el mundo y no solo del mundo, se vuelven incluso más resistentes ante circunstancias adversas. De hecho, en plena crisis de 2009, la Universidad de Duke hizo un estudio que demostró que las Empresas B fueron las más resilientes debido a que su propósito generaba un mayor compromiso en 360 grados.

Las Empresas B asumen con responsabilidad y orgullo pertenecer a un movimiento global de empresas que quieren hacer un cambio, utilizando la fuerza de mercado para dar soluciones. Por ende, deben cumplir los mismos estándares sociales y ambientales, certificarse cada dos años y realizar un cambio de estatutos, que tiene como objetivo proteger el propósito de la Empresa.

El enfoque social, colaborativo y rentable son características no excluyentes de un negocio. Hay empresas B que venden productos o servicios tradicionales, son exitosas en términos económicos y, al mismo tiempo, son conscientes del impacto social y ambiental que generan, asumiendo un compromiso real por aumentar el impacto positivo. Asimismo, existen empresas que nacen para resolver un problema social y deciden que la colaboración esté en el centro de su negocio. 

A través de un proceso de certificación y cambio de estatutos, las Empresa B buscan redefinir el sentido del éxito en la forma de hacer negocios y por ello, asumen un compromiso con mejorar los estándares de gestión social y ambiental. Es una nueva forma de hacer negocios: Ser Empresa B no es un sello de perfección, sino que es el compromiso y la convicción de mejorar de forma permanente y vinculante. Es reconocerse imperfecto, pero con la voluntad real de mejorar de manera permanente.

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