Connect with us

Noticia Destacada

Los Científicos de los Salmones

Published

on

SALMON-1115
Mientras la industria salmonicultora es criticada por basar su producción en antibióticos y la Organización Mundial de la Salud advierte que el uso excesivo de ellos podría atentar contra el bienestar de los humanos, dos equipos científicos chilenos trabajan presionados, contrarreloj, para encontrar una solución definitiva al Piscirickettsia salmonis (SRS), la enfermedad que causa millonarias pérdidas anuales.

.

.

.

Esta es su odisea. No olvida su paso por una salmonera en 2006. Cristián Bravo (34) -médico veterinario y candidato a doctor en ciencias silvoagropecuarias y veterinarias- hacía su práctica cuando vio a los buzos sacar de las jaulas de cultivo de un centro de engorda de la X Región, a centenas de salmones muertos por SRS. Primero se les oscurecía la piel, y luego arrojaban chorritos de sangre por las aletas. Es como si los hubieran pinchado con un alfiler: comenzaban con hemorragias y se decaían y dejaban de comer -recuerda Bravo, ajustando sus lentes de marco grueso, sentado en el laboratorio Favet Inbiogen de la Unidad de Genética y Genómica Animal de la Universidad de Chile.

Fue su primer acercamiento a la medicina productiva. Antes Bravo era el típico veterinario con vocación clínica que atendía a perros y a gatos. El bienestar animal estaba sobre todo. Pero en la medicina productiva los peces se morían nomás. No tenías más herramientas ni tiempo para solucionar su problema. Los salmones eran lucas. Eso me chocó -explica Bravo.

Los salmones de cultivo demoran entre 12 y 18 meses en ser cosechados. Andan en grupos. Pero cuando se enferman gravemente nadan erráticamente, se alejan. Bravo fue testigo de esa agonía decenas de veces, porque tenía que hacer las necropsias. Entonces conoció de cerca al SRS, una enfermedad bacteriana e intracelular mortal que afecta principalmente a los salmones de cultivo. Y que se sospecha estuvo siempre latente en nuestras aguas.

Cuando tomaba las muestras de ejemplares muertos y los abría, me daba cuenta del impacto que tenía la enfermedad. A los salmones se les inflama el hígado y el riñón. Pero, además, se les generan úlceras gigantes en los músculos. ¿Cómo podía ser que uno de nuestros productos estrella terminara sufriendo así? Las empresas invertían mucho dinero en antibióticos para tratarlos, pero el SRS es un monstruo difícil de controlar. Hasta ahora nada ha podido derribarlo definitivamente -dice Bravo, mientras abre uno de los refrigeradores donde él y otros investigadores incuban ovas.

La experiencia en la salmonera lo trajo hasta aquí. Hoy, y bajo el alero de Víctor Martínez (46), el doctor en genética animal que dirige el laboratorio de la U. de Chile, busca incansablemente una solución para la patología. No sacamos nada con ser los segundos productores de salmón del mundo si los peces se nos enferman y no sabemos por qué -explica Bravo.
El desafío no es menor. A la bacteria del SRS le dicen «la fastidiosa», porque se las ha arreglado para persistir hace más de 25 años. Pero encontrar prontas soluciones para su control y manejo se ha vuelto una carrera contra el tiempo.

SALMONES21115

Una solución local

Existe en otros centros de cultivo del mundo como Noruega, Escocia y Canadá, pero no con la agresividad que ataca en Chile. El SRS se ha vuelto tan problemático para la industria local, que causa pérdidas que oscilan entre los 500 y 700 millones de dólares anuales.

La enfermedad se conoce como septicemia rickettsial salmonidea. El primer paper científico que habló sobre la patología, en 1989, se refirió a ella como el síndrome del salmón coho, porque en ese tiempo se pensaba que el SRS solo lo padecían los salmones coho del canal Huito, en Calbuco. Pero a inicios de los 2000, la enfermedad comenzó a afectar también a otros dos tipos de salmón que Chile exporta a más de 70 países: la trucha arcoíris y el salmón del Atlántico.

La industria, en ese momento en auge y conocida en el mundo entero por tener entre manos el ‘oro naranja’, no le prestó atención. Combatió los brotes y la mortalidad con antibióticos, pero más que prevenirla aprendió a convivir con la patología. Solo en 2007, cuando llegó el virus ISA (Anemia Infecciosa del Salmón) y el 75 por ciento de la producción de salmones llegó a morirse, llevando a la industria a pique, se dieron cuenta de lo que una enfermedad podía producirle al tercer producto más exportado del país -dice Víctor Martínez, director del laboratorio de la Chile, acariciando su barba semicana.

Martínez viene estudiando el SRS desde 1998. Derivó en el tema después de trabajar en la Fundación Chile, en 1993. Con esta institución, que antes certificaba la calidad de los salmones que eran exportados, visitó varios mataderos de peces. Sus recuerdos son de una industria poco tecnificada que cultivaba peces en jaulas de madera y que los alimentaba con la mano.

Algunos llegaban enfermos a los mataderos, pero nadie se explicaba por qué. No se conocía el genoma, había una brecha tecnológica que no se estaba cubriendo en Chile. En ese tiempo, hablar de eso me hacía un bicho raro -dice.

Martínez partió a Edimburgo -la cuna de la genética- a hacer un máster. Pero allá no existía el estudio genético de los salmones, por lo que pasó previamente a Finlandia donde sí pudo estudiar la trucha arcoíris. Regresó a Edimburgo a aplicar la genética asociada al uso del genoma, con la ilusión de poder mejorar la producción de salmones en Chile. Con toda esa expertise volvió al país en 2003.

El retorno fue terrible. Había sido el mejor alumno del máster, pero aquí el SRS, aunque seguía causando pérdidas, no era prioridad. Mi trabajo poco a poco me fue abriendo puertas -cuenta Martínez.

Después llegó la anemia infecciosa del salmón, más conocida como el «virus ISA», y tanto el gobierno como los privados se dieron cuenta de que tenían que mejorar la sustentabilidad del recurso si querían salvar a la industria de la mayor crisis sanitaria que se ha enfrentado.

A partir de 2009, realizó una profunda modificación al modelo regulatorio, recuperando al cabo de cuatro años sus volúmenes de productividad. En esa oportunidad la experiencia de Noruega -que también padeció el virus- ayudó bastante. Pero en el caso del SRS, que siguió siendo un fantasma, no se encontraron recetas extranjeras aplicables en Chile.

Las empresas lo mantuvieron a raya con antibióticos cada vez más sofisticados. Pero los costos de producción y de imagen y la inversión en fármacos se empezaron a elevar cada vez más -dice Martínez.

Y lo explica así:
Antes lo único que importaba era que lo que producías fuera de calidad. Pero hubo un cambio de paradigma, y ahora el mundo quiere saber cómo se cultiva el salmón que llega a la mesa. Dado que la producción local se basa en el uso de antibióticos y el impacto que estos producen en el medioambiente y en los propios animales, nuestra industria comenzó a ser vista como menos eficiente y sustentable que otras, afectando su competitividad.

Como el SRS solo es un problema real en Chile, la lógica dice que la solución tiene que venir desde adentro y que no se puede esperar más.

Menos antibióticos

El uso de antibióticos en el cultivo de animales es una preocupación mundial de la que no se escapa la acuicultura. Durante los últimos meses, tanto la prensa local como extranjera consignó las palabras del consultor científico, y ex director del Programa Seafood Watch, Peter Bridson, que dijo que las empresas salmonicultoras chilenas usan 300 veces más antibióticos que los productores noruegos. Esto provocó que la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos, emitiera un nuevo reglamento destinado a detener el uso rutinario de antibióticos en animales. Y que la advertencia que ha hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2002, nuevamente saliera a flote: según ella, hay que tener cuidado con el uso indiscriminado, pues la aparición de resistencia a estos agentes antimicrobianos podría limitar en forma importante las opciones terapéuticas requeridas en salud humana.

Sernapesca, organismo que fiscaliza que no queden residuos de antibióticos en los salmones que se exportan, fue enfático en señalar que el salmón que llega a las mesas está completamente dentro de la norma sanitaria y su carne es inocua. Sin embargo, cuando algunos medios publicaron que Lusamerica -compañía que distribuye el salmón chileno en los supermercados de las ciudades de la costa oeste de Estados Unidos- anunciaba que desde ahora se abastecería de productos noruegos y escoceses, y que la poderosa empresa Costco Wholesale decidió reducir la venta del producto local en 60 por ciento, la polémica se volvió a encender.

Felipe Manterola, gerente general de Salmón Chile, atribuye todo este revuelo a una campaña de desinformación. Dice que el salmón nacional solo usa antibióticos recomendados por el Sernapesca y la Organización de la Salud Animal. Y que si bien a la OMS le preocupa el uso de antibióticos, la industria del salmón no ocupa ninguno que sea crítico para la salud humana. Además, sostiene que ninguna de las empresas mencionadas ha dejado de comprarle salmón a Chile.

Víctor Martínez abre la mirada:
La industria se encuentra entre la espada y la pared: si deja de tratar la enfermedad como lo viene haciendo, la mortandad podría alcanzar el 90 por ciento. Y si sigue como está, los costos de producción van a ser cada vez más elevados. Piensa que el mercado puede llegar a pagar hasta un dólar más por un pescado que nunca recibió antibióticos y que solo por el tema del SRS los costos de producción son más caros que los de Noruega, que es nuestro principal competidor. Por otro lado, los que sobreviven a la enfermedad igual crecen menos, afectando su precio final. Bajar la ingesta de antibióticos es urgente y si la industria quiere dar un salto ahora que recuperó la estabilidad después del ISA, tiene que invertir en prevención. Tenemos que ocupar la genética para hacer peces más resistentes.

Vacuna perfecta

Un camión con 20 mil litros de agua de mar llega a la Unidad de Investigación y Desarrollo del laboratorio farmacéutico Centro VET, ubicado en Cerrillos. Traída desde Algarrobo, abastece una minisalmonera que cuenta con 150 estanques con 10 mil salmones traídos de Puerto Montt que el laboratorio farmacéutico ocupa en sus experimentos.

El Centro VET tiene una larga trayectoria en la creación de vacunas para evitar enfermedades como el SRS. Pero ni la versión inyectable que crearon en 2007 ni la vacuna oral con la que innovaron dos años después han podido controlar definitivamente la enfermedad, que según el gerente general de la compañía, David Farcas, sigue ocupando sus energías.

Si en 2009 logramos controlar el virus ISA, que causó la mortalidad más grave de la que se tenga registro en Chile y que ahora es menor al 0,1 por ciento, cómo no vamos a ser capaces de fabricar una vacuna realmente eficiente para el SRS -se pregunta Farcas.

Su obsesión es dar con una vacuna que proteja al salmón más tiempo y mejor de lo que lo ha logrado. Ya sabe que inyectarlos una vez y cuando son chicos no basta, porque después de seis meses el efecto de la vacuna se disipa y la mortalidad se dispara otra vez. Y que vacunarlos oralmente mediante el alimento y cada cuatro meses es más efectivo, pero insuficiente para reducir a cero la mortalidad por SRS que con vacunas como las suyas, asegura, bajó de 30 a 5 por ciento.

Hemos avanzado muchísimo como industria, pero el SRS sigue siendo un desafío -dice Farcas sobre una patología complicada: todos los años, su laboratorio tiene que hacer una reactualización en terreno del SRS porque la bacteria se termina adaptando al medio y va mutando. Es tremendamente resistente.

Nuestra próxima apuesta son las vacunas autógenas. Una versión que promete responder a los distintos tipos de SRS que se conocen a la fecha y en la que venimos trabajando hace cinco años. Necesitamos crear peces más resistentes. Queremos crear una vacuna muy potente. Que cuando los salmones sean desafiados por la bacteria en el agua vean al enemigo mucho más grande de lo que es. Y digan: «Chuta, a esta bacteria ya la conozco, y me voy con todo contra ella» -explica Farcas.

Setenta personas de las 400 que componen el Centro VET trabajan con esa misión en la Unidad de Investigación y Desarrollo. En colaboración con universidades como la Católica de Santiago y la de Valparaíso y la Andrés Bello, entre otras, han invertido en tecnologías y cuentan con un presupuesto de seis millones de dólares al año, que proviene en el 35 por ciento del Estado.

El Centro VET quiere ser el primero en llegar a una solución efectiva y para eso trabaja en estricto secreto. En este laboratorio farmacéutico todos firman contratos con cláusulas de confidencialidad. Y nadie, salvo cinco personas, conoce la receta. El resto solo la sabe a pedazos.

Probablemente hay competidores que están en lo mismo que nosotros y si alguien llega a soplarle lo que hacemos a la empresa del lado, sería muy injusto. Hay mucha inversión en juego y la filtración es un riesgo real que no podemos correr -dice Farcas sobre una oportunidad de negocio que no están dispuestos a dejar pasar: son cientos de millones de dólares los que hay en juego.

La bacteria y su víctima

¿Cómo se comporta la bacteria que ataca a los peces chilenos? Y, ¿de qué manera interactúa con el salmón? Las preguntas rondan a Cristián Bravo en el laboratorio de la U. de Chile, mientras se pone guantes azules como los de los cirujanos. Dentro de una sala de cultivo, lo esperan células de salmón atlántico normales e inmunes que cría pacientemente para desafiarlas con SRS. Bravo las mira por el microscopio. Sobre un fondo blanco, flotan diminutas y en un líquido con que las alimenta para que se multipliquen.

Ahora tengo un millón de células, pero necesito triplicarlas -dice mirando las botellas que guarda en una campana de cultivo celular.

Bravo sabe que el SRS entra a las células del pez, pero ignora qué le pasa a la bacteria en ese proceso y lo que desencadena que el salmón la deje entrar.

Al parecer hay grupos específicos de genes en la bacteria que se sobreexpresan adentro y si logramos saber cuáles son, podríamos enfocarnos en un tratamiento que actúe especialmente sobre ellos -dice Bravo.

Para llegar a esa conclusión, pasó el último año tratando de que la bacteria creciera fuera de las células del pez, para mirarla bien.

Logré extraer moléculas de RNA, que son las que generan los factores que le permiten invadir la célula del pez -dice.

La información que está en esas moléculas de RNA la secuencia. Un Excel va arrojando valores que reflejan las características de cada una de ellas, mientras Phillip Dettleff (28) -otro de los científicos de la Chile y candidato a doctor- estudia los más de 16 mil genes del salmón que reaccionan ante el ataque de la bacteria y ve sus diferencias.

Junto a Víctor Martínez, Phillip Dettleff publicó, a principios de 2015 en la prestigiosa revista Fish and Shellfish Inmunology, uno de sus últimos experimentos al respecto. En 2009, desafió intraperitonealmente a 29 familias de salmón atlántico con la misma dosis de bacteria para evaluar cuánto tardaban en morir. También tomaron muestras a individuos que tenían signos de la enfermedad, y a algunos que sobrevivieron para comparar la respuesta inmune de ambos.

Los resultados fueron sorprendentes, porque vimos cómo algunos salmones no solo pasaron el período de infección y permanecieron vivos, sino que prácticamente sobrevivieron sin bacterias. Esto significa que se infectan, pero no contagian la bacteria, sino que la eliminan sin necesidad de antibióticos, lo que podría permitir a los productores seleccionar a los salmones reproductores para tener una población resistente -dice Martínez.

Es como si eligieras el caballo que corre más rápido -ejemplifica Phillip, mientras a su alrededor sus compañeros extraen tejido de hígados de salmones para el análisis de datos.

El investigador Álvaro Machuca (33) es uno de ellos. Siguiendo una receta como de cocina, lleva las muestras a baño María, a una temperatura de 60 grados Celsius para que suelten el material genético. Luego, las somete a reactivos para purificarlo.

A veces sueño con experimentos. Los científicos somos ñoños y estamos hasta en la ducha pensando en cómo resolver esto -dice Machuca. Su obsesión hoy es estudiar a nivel genético las membranas celulares de la bacteria y ver cómo responden a medios de cultivo con más o menos hierro. Un paper que lleva su firma está pronto a publicarse en la revista Plos One.

Es importante porque describe por primera vez numerosos genes que la bacteria tiene y, que asociados al hierro, le permiten sobrevivir dentro del pez -dice.

Víctor Martínez se rasca su barba y agrega:
Nosotros sabemos que la industria necesita tener resultados rápidos, pero lo que nos importa no es llegar primeros, sino entender los procesos. Tiene que ser sólido.

Álvaro Machuca asiente con la cabeza. Pero hay algo que le preocupa:
A veces uno se estresa y se frustra. Es que en ciencia nada te resulta a la primera, pero a la vez sientes la presión de no saber cómo vas a vivir. Nosotros trabajamos a honorarios y por proyecto, y cuando este se acaba, después de uno o dos años, la universidad no te mantiene, te quedas sin nada. A veces me pregunto para qué devanarse los sesos por encontrar una solución que va a beneficiar a las empresas. Pero después tomo una pipeta y me doy cuenta de que hay un montón de información allí que está en nuestras manos, y que si no la ocupamos se va a perder.

Cristián Bravo concuerda.

Desabotonándose el delantal blanco, agrega:
Por eso es que encontrar una solución para el SRS es tan importante. Aliviaríamos el sufrimiento de los salmones, ayudaríamos al progreso de Chile, pero a la vez sentaríamos un precedente de lo que la ciencia en este país es capaz de hacer. Es como cuando tu equipo se va a penales y tú logras definir el partido y haces el gol. Si acertamos, pasaremos a la posteridad.

Por Gabriela García.
Fuente/emol/
www.chiledesarrollosustentable.cl
www.facebook.com/ChiledesarrollosustentableCDS/
‪#‎medioambiente‬
Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Desarrollo Sostenible

LAS EMISIONES DE METANO HAN AUMENTADO MÁS RÁPIDO QUE NUNCA

Published

on

Las concentraciones de este potente gas de efecto invernadero se han elevado a una velocidad récord en los últimos cinco años. Al menos dos tercios de sus emisiones a la atmósfera proceden ahora de actividades humanas, como el uso de combustibles fósiles, la ganadería y los vertederos.


Después del dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) es el segundo gas de efecto invernadero antropogénico más importante. En la década de 2010 contribuyó con 0,5 °C al calentamiento global respecto a finales del siglo XIX, dos tercios del que aporta el CO2, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Pero tonelada a tonelada, este gas de vida corta es mucho más potente que el dióxido de carbono, ya que calienta la atmósfera casi 90 veces más rápido durante los primeros 20 años tras su liberación, y 30 veces más en el siglo posterior.

Sin embargo, el mundo no ha frenado las emisiones de metano, uno de los principales impulsores del cambio climático. Más de 150 países (incluida España) se han comprometido en la iniciativa Global Methane Pledge (GMP) a reducir sus emisiones de este gas en un 30 % esta década, pero una nueva investigación demuestra que en los últimos cinco años han aumentado más rápido que nunca.

Las concentraciones medias globales de metano alcanzaron las 1931 partes por mil millones (ppb) en enero de 2024. En años anteriores, aumentaron en 15, 18, 13 y 10 ppb cada año desde 2020 hasta 2023, respectivamente, el segundo, primero, cuarto y decimocuarto aumentos más grandes desde que comenzó la serie temporal de metano de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos en 1983. 

Esta tendencia “no puede continuar si queremos mantener un clima habitable”, escriben los autores de un artículo publicado esta semana en la revista Environmental Research Letters para poner el problema en perspectiva, junto con datos presentados en un preprint en Earth System Science Data.

Ambos artículos son obra del Global Carbon Project, un proyecto presidido por Rob Jackson, científico de la Universidad de Stanford (EE UU) que realiza un seguimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
 
El metano está aumentando más rápido en términos relativos que cualquier otro gas de efecto invernadero importante y ahora sus concentraciones atmosféricas son 2,6 veces superiores a las de la época preindustrial, las más altas desde hace al menos 800.000 años, según estos estudios.

Las tasas de emisión de este gas siguen aumentando según la trayectoria más extrema utilizada en los escenarios que plantean los principales científicos del clima del mundo.

La tendencia actual conduce a un calentamiento global superior a 3 grados Celsius a finales de este siglo. “Ahora mismo, los objetivos del Global Methane Pledge parecen tan lejanos como un oasis en el desierto”, afirma Jackson, “y todos esperamos que no sean un espejismo”.

Agricultura, combustibles fósiles y vertederos

El metano puede proceder de fuentes naturales, como los humedales, y humanas o antropogénicas, como la agricultura, los combustibles fósiles y los vertederos.

A pesar de que las políticas se centran cada vez más en reducirlo, las emisiones anuales totales de este gas han aumentado en 61 millones de toneladas o un 20 % en las dos últimas décadas, según las nuevas estimaciones.

Los incrementos se deben principalmente al aumento de las emisiones procedentes de la minería del carbón, la producción y uso de petróleo y gas, la ganadería bovina y ovina, y la descomposición de alimentos y residuos orgánicos en vertederos.

Mayores aumentos en Asia

“Solo la Unión Europea y posiblemente Australia parecen haber reducido las emisiones de metano procedentes de actividades humanas en las dos últimas décadas”, afirma Marielle Saunois, investigadora de la Universidad París-Saclay (Francia) y autora principal del documento en Earth System Science Data. Los mayores aumentos regionales han procedido de China y el sudeste asiático.

Según explica esta experta a SINC, “en 2020 (el año más reciente para el que se dispone de datos completos), se calcula que se han emitido 608 millones de toneladas de metano, de las cuales 392 millones proceden de actividades antropogénicas directas”. Además, recuerda que el objetivo del GMP es reducir en un 30 % las emisiones antropogénicas de metano en 2030 con respecto a 2020, a escala mundial.

Por tanto, en 2020 casi 400 millones de toneladas o el 65 % de las emisiones mundiales de metano procedían directamente de las actividades humanas, con la agricultura y los residuos contribuyendo con cerca de dos toneladas de metano por cada tonelada que aporta la industria de los combustibles fósiles. Según los investigadores, las emisiones de origen humano seguirán aumentando al menos hasta 2023.

“Para resolver el problema, cada país debería contribuir, a su nivel, en los sectores más emisores. El de los combustibles fósiles y el de los residuos son en los que existen numerosas soluciones y ya se están aplicando en algunos países”, apunta Saunois.

También comenta que la Coalición Clima y Aire Limpio ha publicado una evaluación sobre el potencial de mitigación para ayudar a los estados a determinar la mejor manera de moderar sus emisiones.

Impacto durante la pandemia

Nuestra atmósfera aumento casi 42 millones de toneladas de metano en 2020, el doble de la cantidad añadida de media cada año durante la década de 2010, y más de seis veces el aumento registrado durante la primera década de 2000.

Los cierres por la pandemia en ese año redujeron las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) relacionadas con el transporte, que suelen empeorar la calidad del aire local pero impiden que parte del metano se acumule en la atmósfera.

Durante la pandemia se redujeron las emisiones de óxidos de nitrógeno, que empeoran la calidad del aíre pero impiden que el metano se acumule en la atmósfera, así que este aumentó

 La disminución temporal de la contaminación por este otro gas explica aproximadamente la mitad del aumento de las concentraciones atmosféricas de metano ese año, lo que ilustra la compleja relación entre la calidad del aire y el cambio climático.

“Todavía estamos tratando de comprender todos los efectos de los bloqueos de la covid en el balance mundial de metano”, afirma Jackson, que añade: “La pandemia lo cambió casi todo, desde el uso de combustibles fósiles hasta las emisiones de otros gases que alteran la vida útil del metano en la atmósfera”.

Influencia humana en el metano natural

Los científicos del Global Carbon Project han introducido un cambio importante en su última contabilidad de las fuentes y “sumideros” mundiales de metano, que incluyen bosques y suelos que eliminan y almacenan metano de la atmósfera.

En evaluaciones anteriores, clasificaban como natural todo el metano procedente de humedales, lagos, estanques y ríos. Pero el nuevo balance del metano hace un primer intento de estimar la creciente cantidad de emisiones procedentes de este tipo de fuentes que resultan de influencias y actividades humanas.

Por ejemplo, los embalses construidos por el hombre provocan la emisión de unos 30 millones de toneladas de metano al año, porque la materia orgánica recién sumergida libera metano al descomponerse.

“Las emisiones de los embalses detrás de las presas son una fuente humana tan directa como las emisiones de metano de una vaca o de un yacimiento de petróleo y gas”, señala Jackson, que también acaba de publicar un libro sobre el metano y las soluciones climáticas titulado Into the Clear Blue Sky: The Path to Restoring Our Atmosphere (Scribner).

Los científicos calculan que alrededor de un tercio de las emisiones de este gas desde los humedales y las aguas dulces en los últimos años estuvieron influenciados por factores causados por el ser humano, como los embalses, las aportaciones por la escorrentía de fertilizantes, las aguas residuales, el uso del suelo y el aumento de las temperaturas.

Tras un verano en el que el mal tiempo y las olas de calor han dejado entrever los extremos previstos en nuestro clima cambiante, los autores escriben: “El mundo ha alcanzado el umbral de 1,5 ºC de incremento de la temperatura media global en superficie, y solo está empezando a experimentar todas sus consecuencias”.

Referencias:

R. B. Jackson et al. “Human activities now fuel two-thirds of global methane emissions”. Environmental Research Letters, 2024

Marielle Saunois et al. “Global Methane Budget 2000-2020”. Earth System Science Data, 2024 (preprint)


Fuente/Agencias SINC
Chile Desarrollo Sustentable
www.chiledesarrollosustentable.cl
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS
twitter.com/CDSustentable
#CDSustentable , #Sostenible
#DesarrolloSostenible #MedioAmbiente
#ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Conversación

FELICES FIESTAS PATRIAS

Published

on

«Un homenaje a la pasión y tradición chilena: Fiestas Patrias 2024»


Las Fiestas Patrias de Chile son una celebración vibrante y emotiva que nos recuerda la riqueza cultural y la historia de nuestro país. Durante estos días, Chile se viste de colores, música y tradición, demostrando la pasión y el orgullo de ser chileno.

La fiesta comienza con el tradicional «Dieciocho» el 18 de septiembre, un día lleno de comida típica, bailes folclóricos y reuniones familiares. Los parques y plazas se llenan de gente, mientras los sonidos de la cueca y el huaso nos transportan a una época de tradición y autenticidad.

El 19 de septiembre, Día del Ejército, se rinde homenaje a los héroes que lucharon por nuestra independencia. La parada militar y los desfiles patrióticos nos recuerdan la valentía y el sacrificio de nuestros antepasados.

Las Fiestas Patrias son un momento para reconnectarnos con nuestras raíces, compartir con la familia y amigos, y celebrar la chilenidad en todo su esplendor. ¡Viva Chile!

«¡Chile, está de fiesta! ¡Únete a la celebración!»


Chile Desarrollo Sustentable
www.chiledesarrollosustentable.cl
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS
twitter.com/CDSustentable
#CDSustentable , #Sostenible
#DesarrolloSostenible #MedioAmbiente
#ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
 
Continue Reading

Desarrollo Sostenible

EL AIRE CONTAMINADO DE LAS CIUDADES ACELERA EL ENVEJECIMIENTO DEL CEREBRO

Published

on

En Europa, las personas mayores de 65 años representaban aproximadamente el 21,3 % de la población total en 2023. En América Latina y el Caribe, aunque la proporción es menor, el envejecimiento también avanza rápidamente: en 2022, el 9,7 % de sus habitantes ya habían cumplido más de 65.


Este fenómeno plantea desafíos significativos, especialmente en términos de salud cognitiva. Una investigación reciente sugiere que el envejecimiento cerebral puede adelantarse al cronológico, particularmente entre quienes están expuestos a altos niveles de contaminación ambiental. La polución del aire –sobre todo las partículas finas que miden menos de 2,5 micras (PM 2,5)– se ha vinculado con un acelerado deterioro cognitivo en personas mayores, afectando funciones clave como la memoria y el pensamiento.

Asalto a la barrera que protege el cerebro

Desde la neurociencia se ha demostrado que esas diminutas partículas tienen la capacidad de infiltrarse en el cerebro a través de los nervios olfativos. Otra vía de acceso son las áreas donde la barrera protectora cerebral, conocida como barrera hematoencefálica, es más débil.

También se ha comprobado que la exposición constante a la contaminación del aire puede desencadenar una inflamación crónica, lo que deteriora aún más la eficacia de la barrera. El riesgo es particularmente elevado en personas mayores: con la edad, esta muralla natural se vuelve más permeable, una porosidad que facilita la entrada de nanopartículas en el cerebro e incrementa el riesgo de daños neurológicos significativos.

Los estragos de la polución

El envejecimiento de la población está haciendo que cada vez más gente desarrolle problemas de memoria y demencia. Actualmente, se estima que alrededor de 55 millones de personas en todo el mundo viven con demencia, y se espera que esta cifra se dispare a 152 millones para el año 2050. Se podría decir que es el problema de salud pública más acuciante de nuestra era.

Y aunque no existen tratamientos que conduzcan a una cura definitiva, sí podemos identificar los factores de riesgos personales, sociales y contextuales que impactan sobre el deterioro asociado con el envejecimiento.

Así, una revisión de 2021 mostró una conexión significativa entre la exposición continua al aire contaminado –especialmente a las citadas partículas finas– y el deterioro cognitivo, además de un mayor riesgo de desarrollar demencia.

Una conclusión clave de este estudio es la relación entre vivir cerca de autopistas o en zonas urbanas con mucho tráfico de vehículos y la aceleración del declive mental. Los residentes de estos entornos presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar problemas cognitivos y demencias, incluyendo el alzhéimer.

 

El trabajo también exploró el impacto en el cerebro a través de imágenes cerebrales, que revelaron anomalías en quienes están expuestos a altos niveles de polución. Estas alteraciones incluyen una reducción en el volumen de la materia blanca, esencial para la comunicación entre diferentes regiones cerebrales. Son pérdidas que pueden traducirse en un procesamiento más lento de la información y dificultades en funciones como la memoria y el aprendizaje.

Finalmente, las imágenes han mostrado la presencia de microinfartos silenciosos, pequeñas áreas de daño cerebral causadas por la falta de flujo sanguíneo. Los expertos que los detectaron sugieren que la exposición a la polución atmosférica parece incrementar la incidencia de estos accidentes cardiovasculares, debido a la inflamación crónica que provoca en el sistema vascular cerebral.

Medidas para respirar aire más limpio

Se han propuesto diversas recomendaciones para mitigar los efectos de la contaminación atmosférica en la salud cerebral, particularmente en lo que respecta al riesgo de desarrollar demencia. Enfrentar el desafío requiere implementar políticas públicas que mejoren la calidad del aire en las ciudades.

Una de las propuestas principales es la creación de infraestructuras verdes, como parques y áreas arboladas. Estos espacios no solo mejoran la calidad del aire, sino que también promueven la salud mental al ofrecer espacios para la actividad física y social y el bienestar emocional.

Además, es clave endurecer las regulaciones sobre las emisiones industriales y del tráfico, dos grandes fuentes de contaminación en las zonas urbanas.

Urge, pues, diseñar y difundir campañas de concienciación pública para informar a la población y promover medidas que reduzcan la exposición. Estas medidas son fundamentales para proteger la salud cerebral de las poblaciones más vulnerables, especialmente las personas mayores.


Fuente/The Conversation
Chile Desarrollo Sustentable
www.chiledesarrollosustentable.cl
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS
twitter.com/CDSustentable
#CDSustentable , #Sostenible
#DesarrolloSostenible #MedioAmbiente
#ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Desarrollo Sostenible

Día Mundial del Auto Eléctrico: UN PASO HACIA UN FUTURO MÁS VERDE

Published

on

 

El Día Mundial del Auto Eléctrico se celebra cada 9 de septiembre para concientizar sobre los beneficios de los vehículos eléctricos en la lucha contra el cambio climático y la reducción de la contaminación atmosférica.


Esta fecha nos invita a reflexionar sobre el impacto positivo que estos vehículos pueden tener en nuestro planeta y cómo su producción y uso están transformando la industria automotriz y nuestros hábitos de movilidad.

Produccion de Autos Eléctricos

La fabricación de vehículos eléctricos implica procesos similares a los de los autos convencionales, pero con diferencias significativas en componentes clave:

  1. Baterías: El corazón de un auto eléctrico es su batería, generalmente de iones de litio. Su producción implica la extracción de materiales como litio, cobalto y niquel, un proceso que ha generado preocupaciones ambientales y sociales.
  2. Motor eléctrico: Más simple que un motor de combustión interna, requiere menos piezas y mantenimiento.
  3. Electrónica de potencia: Incluye inversores y convertidores que gestionan el flújo de energía en el vehículo.
  4. Carrocería y chasis: Similares a los autos convencionales, pero diseñados para optimizar la aerodinámica y compensar el peso de las baterías.

La industria está trabajando en mejorar la sostenibilidad de los procesos, buscando fuentes más técnicas de materiales, recetando baterías y uso de energías renovables en la producción.

Efectos sobre el Medio Ambiente y la Planeta

Los autos eléctricos tienen un impacto significativo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero:

  1. Cero emisiones directas: Durante su uso, los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes, mejorando la calidad del aire en zonas urbanas.
  2. Huella de carbono: Aunque la producción de autos eléctricos puede generar más emisiones iniciales, su huella de carbono total es menor a lo largo de su vida útil, especialmente si se cargan con energía de fuentes renovables.
  3. Reducción de la contaminación acústica: Los motores eléctricos son significativos más silenciosos, contribuyendo a disminuir la contaminación sonora en las ciudades.
  4. Impacto en ecosistemas: La reducción de emisiones y la menor dependencia de combustibles fósiles ayuda a proteger ecosistemas sensibles al cambio climático.

Disminución de la Contaminación y Uso de Combustibles Fósiles

Los vehículos eléctricos juntos un papel crucial en la transición hace un sistema de transporte más limpio:

  1. Reducción de emisiones de CO2: Dependencia de la fuente de electricidad, los autos eléctricos pueden reducir las emisiones de CO2 hasta un 70% en comparación con vehículos de gasolina.
  2. Mejora de la calidad del aire: Al no emitir gases como óxidos de nitrógeno y partículas finas, contribuir a mejorar la salud pública en áreas urbanas.
  3. Eficiencia energética: Los motores eléctricos son más eficientes que los de combustión interna, convirtiendo una mayor proporción de energía en movimiento.
  4. Integración con energías renovables: Los autos eléctricos pueden cargar con electricidad generalizada por fuentes renovables, reduciendo aun más su impacto ambiental.
  5. Disminución de la dependencia del petróleo: La adopción masiva de vehículos eléctricos podría reducir significativamente la demanda global de petróleo, disminuyendo la extracción y el transporte de combustibles fósiles.
Desafíos y Perspectivas Futuras

A pesar de sus beneficios, la transición hacia los vehículos eléctricos enfrenta niños:

  1. Infraestructura de carga: Es necesario ampliar la red de estaciones de carga para facilitar viajes de larga distancia.
  2. Costo inicial: Aunque los precios están bajando, los autos eléctricos suelen ser más coches que sus equivalentes de combustión.
  3. Autonomía: La ansiedad por la autonomía sigue estando una preocupación para algunos consumidores, aunque las baterías están mejorando constantemente.
  4. Reciclaje de baterías: Desarrollo de una industria eficiente de reciclaje de baterías es crucial para la sostenibilidad a largo plazo.

El Día Mundial del Auto Eléctrico nos recuerda que la transición tiene una movilidad más sostenible que es posible y necesaria. A medida que la tecnología avanza y los costos disminuyen, los vehículos eléctricos se posicionan como una solución clave para combatir el cambio climático y crear ciudades más limpias y habitables. Su adopción masiva, combinada con el uso de energías renovables y políticas de movilidad sostenible, puede marcar una diferencia significativa en nuestro esfuerzo por proteger el planeta para las generaciones futuras.


Chile Desarrollo Sustentable
www.chiledesarrollosustentable.cl
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS
twitter.com/CDSustentable
#CDSustentable , #Sostenible
#DesarrolloSostenible #MedioAmbiente
#ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Desarrollo Sostenible

ENERGÍAS RENOVABLES: ¿SUMAN O SUSTITUYEN?

Published

on

Entre los acuerdos de la COP28 celebrada el pasado mes de noviembre en Dubái, figura el impulso al despliegue masivo de las energías renovables. No obstante, algunas voces alertan del peligro de que la producción renovable se acabe sumando a la energía de los combustibles fósiles en lugar de sustituirlos.


Si así fuera, nos encontraríamos ante un engaño mayúsculo que, con el pretexto de luchar contra la emergencia climática, habría abierto una nueva actividad industrial dando satisfacción, así, a un sistema económico que solo se imagina a sí mismo en crecimiento continuo.

Citaremos dos hechos que alimentan este temor.

El primero: el pasado año se registró el máximo histórico en el consumo de carbón. Fue el segundo año (detrás de 2021) de mayor consumo de gas natural y la recuperación económica acercó el consumo de petróleo al del año anterior a la covid-19.

El segundo: la extracción masiva de petróleo y de gas natural, a principios y mediados del siglo XX, respectivamente, no redujo el consumo de carbón, el cual no alcanzó una cierta estabilización hasta hace unos 10 años. ¿No estará ocurriendo algo parecido con la introducción de las energías eólica y fotovoltaica en el mix energético?

Evidencias de sustitución

El despliegue de las energías renovables es muy desigual entre países. De ahí que el análisis del sistema energético mundial en conjunto no resulte útil. En cambio, si nos fijamos en aquellas regiones donde su impulso es notorio, obtendremos una respuesta diáfana.

 

Tomemos como ejemplo la Unión Europea. Desde el año 2010, su consumo de combustibles fósiles no ha cesado de disminuir. El actual es unos 4 800 teravarios-hora (TWh) inferior al que se esperaría con la tendencia ascendiente previa a aquel año. En paralelo, la producción eólica y fotovoltaica han crecido en 1 600 TWh.

Ello significa que por cada TWh renovable la UE ahorra 3 TWh de combustibles fósiles. Esta relación de 3 a 1 indica que las energías renovables están sustituyendo la electricidad que producen, por ejemplo, las centrales de gas o de carbón –que gastan aproximadamente 3 unidades de energía fósil para producir una unidad de electricidad–.

La conclusión es clara: las energías renovables sustituyen efectivamente a los combustibles fósiles en la producción de electricidad. Esto es válido tanto para la UE como para un gran número de países, como Reino Unido, Brasil, Australia o China. Una muy buena noticia.

 

 

 
Una transición inaudita

Los antecedentes históricos de sustitución de una fuente de energía por otra son escasos. Los pocos que se han producido han sido por obsolescencia tecnológica o por agotamiento del recurso.

Un ejemplo del primer caso fue la desaparición durante la década de los sesenta del siglo pasado del carbón vegetal en favor de la bombona de butano. Respecto al segundo caso, podemos citar que el aceite de ballena utilizado para la iluminación se agotó hacia el año 1870 por sobreexplotación y fue reemplazado por el queroseno.

Nos hallamos, pues, al inicio de una evolución del sistema energético inaudita por su extensión, ya que aspira a dejar de lado a las fuentes de energía fósiles que sostienen la economía.

La transición también es novedosa por el motivo desencadenante, porque no responde a ninguna circunstancia relativa al descubrimiento o agotamiento de una fuente de energía, sino a la voluntad expresada por la comunidad internacional y guiada por planes nacionales y regionales con calendarios de cumplimiento y herramientas, como los mercados de carbono  que, a pesar de sus limitaciones, facilitan el cambio.

Nuevos interrogantes

La gran incógnita es si esta sustitución podrá continuar en el futuro hasta la deseada “desfosilización”. Aparte de la cuestión técnica de si será posible estabilizar la red eléctrica frente a la intermitencia de la producción solar y eólica sin combustibles fósiles, un factor clave que determinará este futuro radica en si sabremos adaptar los modos de consumir a la creciente producción de electricidad renovable.

Hasta hoy, la sustitución ha sido fácil ya que, por ejemplo, una lavadora no distingue si la electricidad es o no es renovable. La situación es muy diferente cuando el aparato o máquina no funciona con electricidad (los coches, las calefacciones de gasoil o el horno de gas de una cementera), sino quemando directamente los combustibles fósiles.

 

A medida que el grado de sustitución crezca, habrá que invertir con decisión en nuevas formas de consumir energía, prioritariamente en forma de electricidad (coche eléctrico, bomba de calor, horno de arco voltaico…).

Será otra etapa de la transición energética que solo podrá tener éxito si familias y empresas invierten en las nuevas tecnologías de consumo. Ya es hora de poner manos a la obra.


Fuente/The Conversation
Chile Desarrollo Sustentable
www.chiledesarrollosustentable.cl
www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS
twitter.com/CDSustentable
#CDSustentable , #Sostenible
#DesarrolloSostenible #MedioAmbiente
#ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI
Continue Reading

Trending