METANO, SEGUNDO GAS DE EFECTO INVERNADERO MÁS PELIGROSO

Los expertos lo tienen claro: disminuir las emisiones de metano es la estrategia más rápida y eficiente contra el calentamiento global.

La temperatura media mundial actual ya es 1,1 grados superior a la media preindustrial. Y todo por el aumento de los gases de efecto invernadero. Las emisiones vertidas al aire desde mediados del siglo XIX están teniendo unas consecuencias catastróficas sobre el planeta. Efectos que podemos mitigar si atajamos el problema de raíz: disminuyendo las emisiones.

Desde hace décadas, los esfuerzos por mitigar el cambio climático se han centrado en disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) ha subrayado el protagonismo de otro gas en el calentamiento global: el metano.

¿Qué es el gas metano?

El metano (CH4) es un hidrocarburo y es el componente principal del gas natural. Y es que cerca del 40% del metano se origina en fuentes naturales como los humedales. Aunque la mayor parte proviene de una serie de actividades humanas relacionadas con la naturaleza, como la ganadería intensiva, ciertas prácticas agrícolas y de la extracción de combustibles fósiles. También de los vertederos y la quema de residuos.

Se trata del gas más potente respecto al calentamiento global. El metano es uno de los conocidos como gases de efecto invernadero. Y su presencia en la atmósfera no deja de crecer.

¿Por qué es un gas de efecto invernadero?

El metano es el segundo compuesto que más contribuye al calentamiento global de la tierra, solo por detrás del CO₂. El IPCC sugiere que entre el 30% y el 50% del incremento en las temperaturas se debe a este gas. De hecho, la influencia del metano como gas de efecto invernadero se ha calculado en un añadido de medio grado centígrado al calentamiento del planeta.

Pero, ¿por qué aumenta la temperatura?

Los gases de efecto invernadero son compuestos químicamente estables que permanecen en la atmósfera durante décadas o siglos. Al revés de lo que piensa mucha gente, el efecto invernadero no es malo per se, ¡todo lo contrario! Es un fenómeno natural que permite a nuestro planeta mantener las condiciones necesarias para albergar vida. Por lo que, la presencia de CO2 o el CH4 es necesaria para nuestra supervivencia.

El problema llega cuando los niveles de estos gases sobrepasan los niveles óptimos de emisiones. Y es que llevamos décadas emitiendo CO2 o el CH4 muy por encima de nuestras posibilidades. Además, no hemos puesto en marcha los mecanismos necesarios para eliminar estos gases. Por lo que, al final, este exceso de emisiones provoca cambios en el clima a largo plazo. Entra en este artículo para saber más sobre el tema.

¿Cuál es el peligro de este gas?

En 2019, los niveles de metano en la atmósfera alcanzaron niveles récord, cerca de dos veces y medio más de lo que había en la era preindustrial. Unos datos que la comunidad científica tilda de preocupantes, puesto que el metano es uno de los gases más potentes en lo que respecta al aumento de la temperatura global.

Sin embargo, un aspecto positivo del metano es que no dura tanto en el aire como el CO2. Es decir, el metano, como gas de efecto invernadero, provoca más calentamiento pero desaparece en dos décadas, mientras que el CO2 produce menos calentamiento y permanece durante cientos de años en la atmósfera.

“Si uno emite una tonelada de metano hoy, en una década esperaría que solo media tonelada permanezca en la atmósfera y en dos décadas, un cuarto de tonelada”, dijo a la BBC el profesor Peter Thorne, uno de los científicos del IPCC. “Así que -básicamente- si logramos detener nuestras emisiones de metano, para el final del siglo su presencia debería regresar a los niveles naturales, los que había allá por 1750”, agrega.

Los expertos apremian: reducir el metano puede ser una valiosa vía para frenar el calentamiento global
El grupo de expertos sobre el cambio climático lo tiene claro: los países deben hacer “reducciones fuertes, rápidas y sostenidas” de las emisiones de metano, además de recortar las de CO2. Así lo deja claro el sexto Informe de Evaluación sobre Cambio Climático publicado agosto, donde señalan que “reducir el metano es la estrategia más importante y rápida para frenar el calentamiento global.

Además, de acuerdo con la ONU, reducir el metano es la vía más eficaz que tenemos para frenar el cambio climático. Por no mencionar que reduciría 260.000 muertes prematuras, 775.000 visitas a los hospitales relacionadas con el asma, 73.000 millones de horas de mano de obra pérdidas por calor extremo y 25 millones de toneladas de pérdidas de cultivos al año.

Reducir el metano para reducir 0, 3º la temperatura global

Una evaluación global del metano como gas de efecto invernadero publicada por la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) muestra que las emisiones de metano causadas por el hombre podrían reducirse hasta 45% en la próxima década. Tales reducciones evitarían casi 0,3°C de calentamiento global para 2045, y contribuirían a cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C.

El informe señala que la mayoría de las emisiones de metano como gas de efecto invernadero causadas por el hombre provienen de tres sectores: combustibles fósiles, desechos y agricultura. La evaluación identifica medidas para reducir este gas, la mayoría dirigidas al sector de los combustibles fósiles, donde es relativamente fácil localizar y reparar las fugas de metano y reducir su liberación. También existen medidas específicas para los sectores de los residuos y la agricultura.

Si queremos estabilizar el clima será necesario reducir de forma sustancial, rápida y sostenida las emisiones de gases de efecto invernadero. Limitar compuestos como el metano, será beneficioso tanto para la salud como para el clima.