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Océanos de nuestro Planeta contendrán una tonelada de plásticos por cada tres toneladas de peces
Según el estudio «La nueva economía de los plásticos-Repensando el futuro de los plásticos», presentado en el Foro Económico Mundial (WEF, siglas en inglés), en enero de 2016, «al ritmo de consumo actual de aquí a diez años los mares y océanos de nuestro planeta contendrán una tonelada de plásticos por cada 3 toneladas de peces y, en 2050, el peso de los residuos plásticos será superior al peso de todos los peces del planeta».
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Calcula que sólo en 2014, un 32% de la producción mundial de plástico terminó en el mar, lo que además afecta gravemente a sus habitantes, como peces, tortugas y otros, muchos de los cuales mueren por asfixia.
Actualmente hay un «séptimo continente», una «isla» de toneladas de desechos plásticos que flota en el Pacífico Norte, donde la confluencia de varias corrientes impiden su dispersión. Según un estudio del Centro Nacional de Estudios Espaciales Francés (CNES), mide 22.200 kilómetros de circunferencia y que su superficie asciende a 3,4 millones de kilómetros cuadrados. En 2016 se estrenó el documental A Plastic Ocean, que aborda esta problemática.
Para reducir la producción de plástico a nivel mundial, Clara Salina, italiana residente en Chile presentó una iniciativa que fue destacada recientemente por la organización británica Let’s recycle.
El proyecto «Barcode v/s plastic waste» propone que todo producto plástico -desde una bolsa a un juguete, pasando por botellas o envases- incorpore en su código de barra un dato sobre su peso y tipo de plástico (hay siete). El objetivo final es que los supermercados sean obligados por ley a reciclar todo el plástico que venden al productor final.
Supermercados, a reciclar
La propuesta de Salina apunta no sólo a Chile, sino a el mundo entero, ya que el problema de los plásticos es planetario. Se implementaría mediante una ley de aplicación gradual, que obligaría a los supermercados a recoger durante el primer año un 30% de los plásticos que venden, en un segundo años un 60% y en un tercer año el 100% (idealmente).
Los plásticos serían entregados a las empresas recicladoras que ya existen en el país. El Estado sólo verificaría con los supermercados y las plantas si se ha cumplido la cuota acordada.
«En un Estado que se rige según el derecho de las leyes, si los supermercados tuvieran que recibir de vuelta el plástico, su primer objetivo sería reducir los volúmenes ocupados», señala Salina.
«En poco tiempo empujarían los productores a vender a granel donde fuera posible, por ejemplo los detergentes. Se implementarían además campañas de comunicación ‘ad personam’: en Chile, por ejemplo, junto con pedirnos el vuelto para las campañas de donaciones, a las cajas nos pedirían los embalajes para cumplir con las metas, un gran momento educativo».
«No lo propongo como una medida coercitiva, simplemente creo que la estructura mundial de supermercados le debe mucho al planeta y al mismo tiempo tiene recursos económicos», concluye.
En ese sentido, la reciente medida de la comuna de Las Condes -que emitirá una ordenanza municipal para que se acabe el uso de bolsas plásticas en el comercio de aquí a dos años, y que estas sean reemplazadas por bolsas de material biodegradable- resulta loable, aunque insuficiente. Al igual que la Ley 20.920 de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del productor (REP), promulgada el año pasado, que sería complementada por la propuesta de Salina.
Más peces que plástico
Según el informe presentado en el WEF, la producción de plástico ha aumentado en el último siglo de 15 millones de toneladas en 1964 a 311 millones de toneladas en 2014, «y se espera que vuelva a duplicarse en los próximos 20 años, ya que el plástico se usa cada vez más en muchas aplicaciones». También representa un 6% de la producción del petróleo.
Asimismo, «un 95% del valor del material de empaque, entre $80 y 120.000 millones de dólares al año, los pierde la economía tras un breve primer uso». A más de 40 años del lanzamiento del símbolo mundial del reciclaje, «sólo un 14% del empaque plástico se recolecta para el reciclaje». Cifras muy lejanas al reciclaje del papel (58%) o el hierro y el acero (70–90%), según el mismo documento.
El problema es que gran parte de estos desechos van a dar al mar. Según el informe del WEF, cada año ocho millones de toneladas de plástico van a dar al océano, «lo que equivale de echar al océano el contenido de un camión de basura cada minuto. Si no se actúa, se espera que aumente a dos por minuto hasta 2030 y cuatro por minuto en 2050».
«Las estimaciones indican que el plástico de empaque constituye la mayor parte de estos desechos. La mejor investigación actualmente disponible calcula que actualmente hay más de 150 millones de toneladas de plástico en el océano. Si todo sigue tal cual, se espera que el océano contenga una tonelada de plástico por cada tres toneladas de peces en 20225, y que en 2050 haya más plásticos que peces (por peso)».
«Los plásticos frecuentemente contienen una compleja combinación de sustancias químicas, algunas de las cuales causan preocupación sobre potenciales efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente», agrega el informe. «Aunque la evidencia científica sobre las implicaciones exactas no es siempre concluyente, especialmente debido a la dificultad de evaluar una exposición y efectos de largo plazo, hay suficientes indicios para más investigaciones y mayor acción».
El informe señala a los mayores contaminantes a China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Sri Lanka. «Entre los cinco acumulan el 83 por ciento de los residuos de plástico mal gestionados que podrían acabar en el océano», indica.
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Fuente/elmostrador www.chiledesarrollosustentable.cl www.facebook.com/ChiledesarrollosustentableCDS/ #cdsustentable