Conversación
¿Por qué es tan importante la cumbre climática en París?
La COP21 es la reunión para redactar el nuevo acuerdo para bajar emisiones de CO2, que causan el calentamiento global.
.
.
.
Diciembre de 2009 quedó marcado como uno de los peores fracasos en una negociación internacional. En Copenhague, Dinamarca, se realizaba la COP15 (Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático de la ONU), donde se discutía un acuerdo para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, que causan el calentamiento global. Había grandes líderes, como Barack Obama, Angela Merkel y el primer ministro chino Wen Jiabao, pero la negociación no prosperó. El principal acuerdo fue que el alza de la temperatura no debía superar los 2 °C, pero sin compromisos de reducción de emisiones para lograrlo.
Desde entonces, los países han continuado reuniéndose cada año. Acordaron extender el Protocolo de Kioto hasta 2020 (expiraba en 2012) y se pusieron como límite 2015 para acordar un nuevo tratado que lo reemplace.
La COP21, que comienza este lunes en París, es el momento de hacerlo y para ello, más de 40.000 delegados de 195 países del mundo participarán de la reunión. Más de 120 jefes de Estado o gobierno, como Obama, otra vez, y el presidente chino Xi Jinping, participarán de la sesión inaugural, y comenzaron a reunirse ayer. Obama está optimista, pues, a diferencia de la COP de Copenhague, esta vez llegaron con trabajo adelantado.
“Todos los países han propuesto sus INDC (su contribución de gases a nivel nacional). Están proponiendo algo que están casi seguros que cumplirán y diciendo que podrían hacer más de lo que ofrecieron”, explica a La Tercera Niklas Höhne, profesor de la U. de Wageningen (Holanda) y analista del New Climate Institute.
La Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climpático (Cmnucc), que reúne a los países en torno al tema, ya ha recibido 180 propuestas de reducción, entre ellas la chilena (ver recuadro). Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la instancia, ha dicho que es un gran avance, pero que la suma de la actual reducción de emisiones prometida no logra mantener el aumento de la temperatura de la Tierra en menos de 2 °C, de hecho, se llegaría a 2,7 °C. Es mucho menos que los 4 °C que se aumentaría si los países no tomaran medidas, pero insuficiente para controlar consecuencias severas sobre el clima.
Por ello será necesario que, de lograrse un acuerdo en esta COP, en unos años más los países deban revisar sus contribuciones y comprometerse con algo más. Ese es otro de los temas que deberán discutirse en las dos semanas que dura el encuentro.
“La Unión Europea y los países de la Ailac (alianza latinoamericana a la que pertenece Chile) está proponiendo revisar el compromiso cada cinco años. Que no sea necesario renegociar todo el acuerdo de París, y sólo se actualicen estas metas con otras más ambiciosas que las que se presentaron en el ciclo anterior”, indica Andrea Rudnick, experta en negociación climática y parte de MAPS, grupo que analiza los planes de acción y escenarios de mitigación para Chile.
Otro punto importante será el carácter del acuerdo. “Para algunos países es importante que sea legalmente vinculante, pero para otros no. Lo importante es que cada país implemente en casa su plan de políticas y para eso un acuerdo legal pone presión para hacerlo”, dice Höhne.
Pero para otros es un problema, en especial para EE.UU., porque cada promesa debe pasar por el Congreso, que puede rechazarla, como pasó con el Protocolo de Kioto que nunca fue ratificado.
Chile está entre los países que apoya que el acuerdo sea legalmente vinculante. “Dentro de las características del acuerdo lo que ha planteado Chile con otros países latinoamericanos, es que este acuerdo sea vinculante. Para eso una parte muy sustantiva de los que se está negociando son los mecanismos de monitoreo, registro y verificación para que esas metas que se proponen al 2030 sean cumplibles, pero también verificables”, dice el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier.
Cómo verificar es otro de los mecanismos que deben discutirse. Todos temas complejos e interrelacionados para los que existen varias visiones. “A algunos les complica la transparencia, a otros hacerlo cada cinco años, a EE.UU. el carácter legal, por ejemplo. Cada tema le aprieta el zapato distinto a los países. En cuanto a pérdidas y daños, les complica tanto a los países que van a tener pérdidas por efecto del cambio climático como a los que van a tener pérdidas económicas, como los países petroleros si se empieza a reducir el consumo de combustibles fósiles. La complejidad depende del interés de cada país”, dice Rudnick.
Con todo, negociadores y expertos son optimistas de lo que se logre en París. “Lo importante ya pasó, tener a todos los países a bordo para implementar más políticas climáticas. Vemos que 180 países han enviado su contribución, muchos más que nunca antes y eso ya es un gran éxito”, dice Höhne.
Ayer comenzaron a llegar los primeros mandatarios, entre ellos, la presidenta Michelle Bachelet. En las calles, pese a la prohibición, algunos activistas salieron a marchar, mientras la ONG Avaaz llenó un sector de la Plaza de la República, en París, con zapatos, por quienes no pueden manifestarse.
Fuente: La Tercera www.chiledesarrollosustentable.cl