Innovación & Emprendimiento
Ranking mundial: Chile destaca en atraer talentos, pero falla en formar profesionales locales
El país perdió cuatro puntos y quedó segundo en Latinoamérica. La lista es liderada ampliamente por países europeos.
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Un caída de cuatro puntos sufrió Chile en el ranking Talento Mundial 2016, quedando en el número 47 entre los 61 países medidos por la escuela suiza de negocios IMD.
A nivel latinoamericano quedó en segundo lugar, por detrás de Brasil que obtuvo el lugar 45, al mejorar doce posiciones.
Evaluación por áreas
El informe mide tres áreas, de las cuales, la mejor evaluada para el caso chileno, fue la que tiene relación con atraer a profesionales extranjeros altamente calificados. En este item obtuvo el lugar 27 en el ranking mundial.
En esa aspecto, el informe destaca que Chile tiene el lugar 37 en cuanto a remuneraciones de profesionales de servicios (como profesores, agentes de bancos y personal de call centers). Mientras que sube al puesto 17 en los sueldos de CEO, directores de empresas e ingenieros.
El área más débil, quedando en el puesto 58, es el que tiene que ver con la inversión y desarrollo de profesionales locales. Esta área apunta al tamaño de la inversión pública en educación y la calidad de la educación a través de indicadores relacionados con las proporciones alumno-docente. También considera la prioridad de la formación de los empleados para las empresas y el desarrollo de la mano de obra femenina.
Finalmente, en el puesto 48 en cuanto a preparación de los profesionales por crecimiento de la fuerza de trabajo y calidad de las habilidades disponibles. En ese línea, examina la manera en que el sistema educativo satisface las demandas de talento de la economía, así como la movilidad de los estudiantes y la evaluación educativa (con la prueba PISA).
Aquí, las peores evaluaciones son el sistema educacional, ciencia en las escuelas, y habilidades lingüísticas. La mejor es la experiencia internacional.
Problema latinoamericano
Los siete países latinoamericanos incluidos en el ranking están en el tercio inferior de este estudio. El mejor es Brasil (el único que ha mejorado en el último año) y Venezuela quedó en el último puesto.
«La percepción general que hay de Latinoamérica es que todo va mal porque incluso si se compara con los países asiáticos, éstos invierten poco en educación, pero son atractivos para el talento extranjero porque son seguros, con bajo coste y alta calidad de vida», explicó el director del centro de competitividad de la IMD, Arturo Bris.
Además, destaca que «la subida de Brasil no quiere decir que las políticas económicas sean mejores, simplemente que la percepción de la situación no es tan mala como antes», señaló.
Sobre los países con mejores perspectivas, Bris mencionó a México y Chile, por haber emprendido reformas educativas mayores, aunque advirtió que sus resultados positivos recién podrán observarse dentro de varios años.
Otros aspectos que juegan contra los países latinoamericanos en materia de atracción y retención de talento son los salarios poco atractivos y la falta de una buena gestión de los recursos humanos en las empresas, opinó Bris.
Ranking mundial
El listado mundial es encabezado por europeos: Suiza, Dinamarca, Bélgica, Suecia, Holanda, Finlandia, Noruega, Austria y Luxemburgo. Hong Kong es la excepción al cerrar el top 10.
Bris destacó que esto muestra claramente que «el talento es uno de los pilares de la competitividad de Europa y esto es cierto más allá del escaso crecimiento económico y de las expectativas negativas».
En esta tercera edición del ranking, las grandes economías de la Unión Europea, como son Alemania (11), Reino Unido (20) y Francia (28), perdieron preeminencia.
Bris destacó que Europa tienen «la mayor concentración mundial de talentos para los negocios, lo que se debe a que sus sistemas educativos alimentan la economía con los talentos requeridos». Sin embargo, el responsable del informe también reconoció que la gestión del talento es más fácil en países pequeños.
En esta clasificación, Estados Unidos ocupa el lugar 17, con deficiencias sobre todo en su sistema educativo, que recibe poca inversión pública.
«El sistema educativo, sobre todo a nivel primario, es bastante mediocre, mientras que el sistema privado fomenta la desigualdad y no genera trabajadores para los sectores básicos, sino para las profesiones liberales, que son muy bien pagadas, pero muy poco productivas», indicó Bris.