Innovación & Emprendimiento

Rob Nail, CEO de la Singularity University:»Puedes darte cuenta de que algo poderoso está pasando en Chile»

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El ejecutivo de la organización que fomenta la innovación tecnológica alaba el desarrollo que ha tenido el ecosistema chileno. Advierte, sin embargo, que es necesario dejar de castigar el fracaso.

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Se puede decir que Rob Nail es un convertido. Corría el año 2010 y, después de haber vendido su firma tecnológica Velocity11 a Agilent Technologies -donde llegó a ser gerente general tras la adquisición-, Nail quería un cambio.

Durante un tiempo estuvo ayudando y siendo mentor de startups , hasta que conoció a Peter Diamandis, el fundador de la entonces novel Singularity University, una organización que buscaba ayudar a los emprendedores a encontrar soluciones innovadoras a problemas globales. «Asistí a uno de sus primeros programas y recuerdo que pensé que era una de las cosas más increíbles que había realizado en mi vida. Encontré que la facultad y las personas que estaban involucradas eran increíbles y muy inspiradoras. Entonces me encontré a mí mismo inspirado a pensar en un nivel mucho más alto del que lo había hecho antes. Y eso era lo que yo andaba buscando porque, después de vender mi último negocio, andaba en la búsqueda de algo con lo que pudiera generar un impacto más grande en el mundo», recuerda desde California sobre su primer encuentro con la organización que tiene sus cuarteles generales en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View.

Tras ese primer acercamiento, Nail se convirtió luego en donante y mentor de la institución, hasta que finalmente se transformó en CEO. Es justamente en esa calidad en la que llegará a Santiago, en abril próximo, para liderar el SingularityU Chile Summit, que está organizando BeSTinnovation.

– ¿Cómo se entiende la innovación hoy? ¿Cómo la entiende la Singularity University, en el mundo?

«Hay diferentes maneras de responder eso. Evidentemente que todo el mundo está muy consciente del efecto de la tecnología es sus vidas. Es probablemente uno de los principales factores, de hecho en Davos, hace unas semanas, ese fue el tema principal. La nueva revolución tecnológica está tomando protagonismo en nuestra sociedad, y seguir conduciendo eso requiere diferentes tipos de innovación».

«La gente habla de innovación como un tópico bastante general, pero yo personalmente creo que la innovación es cualquier nuevo desarrollo creativo, puede ser pequeño o grande».

«Ahora, cuando hablamos de innovación en la Singularity University, hablamos de innovación disruptiva. Y por innovación disruptiva quiero decir tecnologías rupturistas que están fundamentalmente cambiando la forma en la que nosotros hacemos cosas. Negocios que solían existir y que ya no existen, industrias que funcionaban de una manera y que cambiaron totalmente su funcionamiento».

– ¿Cómo ha cambiado el foco de la institución con el paso de los años?

«No creo que haya cambiado nuestro foco. Nuestra misión es educar, inspirar y empoderar a los líderes para entender el crecimiento exponencial de la tecnología. Eso sigue igual».

«Lo que es diferente es que hemos crecido como organización y hemos desarrollado mejores fórmulas para ayudar a los individuos y empresas a entender la tecnología y a hacer algo poderoso con ella. O sea, nuestro foco está puesto en cómo optimizamos los programas que ya tenemos. Queremos ver nuevas startups , nuevas compañías y políticas saliendo de nuestros foros. Hoy día tenemos 40 startups que han salido de la Singularity University y trabajamos con varias compañías del Fortune 500».

-Una de las metas de sus alumnos es impactar en mil millones de personas. ¿Cómo ven ese desafío? ¿Qué compañías considera más exitosas?

«Estoy muy orgulloso de las compañías que han salido de la Singularity University, pero todavía es muy pronto para la mayoría de ellas. Todavía no hemos impactado en mil millones de personas. La universidad tiene siete años actualmente y les hemos pedido a nuestras compañías que aspiren a cumplir su meta en un plazo de 10 años».

«Una de las compañías con las que estoy más entusiasmado es, por ejemplo, Made in Space. Ellos trabajan con tecnología de impresión 3D y están en la Estación Espacial Internacional básicamente, imprimiendo repuestos en el espacio. Ellos son la primera empresa del mundo autorizada para vender y fabricar productos en el espacio. Se trata de un concepto relevante y es interesante ver cómo evolucionará hacia el futuro».

– ¿Cómo ve el ecosistema de innovación chileno desde la distancia? ¿Hay talento, ideas disruptivas?

«Claramente las hay y lo vemos en la calidad de los alumnos que llegan a la Singularity University. Pero también si miras la muy sana y creciente comunidad emprendedora en Chile, puedes darte cuenta de que algo poderoso está pasando. Y en ese sentido, un programa bastante único es Start-Up Chile, que ayudó a crear un ecosistema en el país».

«Creo que Chile tiene un muy buen ecosistema, con buenas universidades, con talento, pero lo que realmente necesita es una comunidad que apoye las ideas locas y el fracaso y que le esté permitido a la gente intentar cosas, fallar e intentarlo otra vez. Eso no existe en ninguna parte del mundo más que en Silicon Valley y en Tel Aviv».

«Cuando vayamos al Summit vamos a poner mucho foco en el apoyo que deben entregar los gobiernos, las universidades y los empresarios a estas ideas locas. Queremos que dejen a las personas soñar y pensar ideas locas y no desecharlas muy rápido».

fuente:El Mercurio 
www.chiledesarrollosustentable.cl

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