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Sector público y privado impulsan medidas para dar sostenibilidad al agua
Foco de las iniciativas está puesto en eficiencia y en generar nuevas fuentes – En estos cuatro años, el Estado ha invertido cerca de $ 50.628 millones para enfrentar la emergencia hídrica.
A marzo de este año ya van nueve comunas de la Región Metropolitana decretadas en emergencia por sequía, según la Unidad de Emergencia Agrícola (UNEA) del Ministerio de Agricultura. La situación preocupa, más aún cuando desde la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) anticipan precipitaciones bajo lo normal para los próximos tres meses. “Con casi siete años secos, es difícil revertir el déficit. Aunque este año fuese lluvioso, la sequía ya es acumulativa”, asevera Claudia Villarroel, meteoróloga de la DMC.
Felipe Martin, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), detalla que la emergencia se ha concentrado desde Coquimbo hasta la Región del Maule, siendo la IV Región la más afectada en estos últimos cuatro años. Para enfrentar esta situación, indica, el Ministerio de Agricultura junto a los gobiernos regionales han invertido en este período $ 50.628 millones.
En tanto, Patricio Crespo, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), sostiene que la escasez hídrica ha golpeado fuertemente a los agricultores, lo que “ha obligado a tomar medidas que les permitan seguir siendo rentables”.
Nuevos métodos
Una de las medidas impulsadas por la administración de Piñera, es la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos 2012-2025, la que “ya está ejecutando un plan de acción de corto, mediano y largo plazo para dar mayor sustentabilidad al recurso”, detalla Martin.
Entre las iniciativas se cuenta la infiltración de napas subterráneas (agua que se guarda debajo de la tierra) la cual busca aumentar la disponibilidad del recurso en el menor plazo y a un costo inferior que el de los embalses superficiales. Martin detalla que se trata de un proyecto que partió en 2013 en la comuna de Petorca y que tras arrojar positivos resultados, la CNR decidió extenderlo a seis zonas del país. Geohidrología y Con Potencial Consultores fueron las empresas que se adjudicaron algunos proyectos. El promedio de la licitación fue de $ 130 millones.
También han lanzado iniciativas orientadas a fomentar la eficiencia, como la “telemetría”, sistema de monitoreo que permite medir los caudales de agua que se ocupan en tiempo real. “Permite tomar decisiones rápidas y eficientes”, asevera el secretario de la CNR.
Por su parte, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) ha desarrollado una serie de proyectos en base a nuevas fuentes de Energías Renovables no Convencionales (ERNC) y también a dar mayor eficiencia al recurso hídrico en conjunto con universidades y centros de investigación.
Carlos Gálvez, jefe de la unidad de programas y proyectos del FIA, señala que entre estos proyectos se cuenta el de “desalinización de aguas salobres superficiales”, realizado por el Centro de Investigación Tecnológica del Agua en el Desierto (Ceitsaza) de la Universidad Católica del Norte (UCN). Si bien, comenta que una de las trabas de este proyecto es la viabilidad económica, de continuar en alza la escasez del recurso, “estas alternativas pueden ir tomando fuerza”, para lograr ese financiamiento.
Galvez señala que otra área que han explorado es la descontaminación de aguas. En este ámbito, cofinanciaron una iniciativa de biorremediación, ejecutada por la Universidad de Tarapacá, consistente en la filtración de agua por medio de plantas (Vetiver) para quitar los metales pesados. De esta forma el agua queda en condiciones de ser usada en cultivos.
En el ámbito de las ERNC, por ejemplo, están trabajando con la firma Solartec Chile, la que desarrolló un sistema para riego utilizando colectores de energía solar concentrada que, mediante la producción de vapor, acciona una turbina que hace funcionar una bomba que bombea agua para riego.
Los privados tampoco se han quedado atrás. Y este ámbito, la Fundación Chile (FCh) está jugando un importante rol. Ulrike Broschek, subgerente gestión hídrica de FCh, comenta que han realizado asesorías en Chile y el extranjero; estudios de prefactibilidad de nuevas fuentes de agua; desarrollos innovadores para uso eficiente del recurso hídrico y tratamiento de aguas contaminadas, para empresas como Viña Montes y Viña Matetic, además de compañías mineras.
Si bien hay avances, hay desafíos importantes por cumplir. Patricio Crespo, de la SNA, sostiene que se deben “duplicar los fondos destinados al fomento de las tecnologías de riego y elevar los recursos públicos para acompañar la inversión privada en obras colectivas e intraprediales”.
Martin expresa que como país desarrollado que aspiramos ser, el Estado debe seguir invirtiendo más recursos para tener plantas desalinizadoras y una conectividad hídrica (como una carretera) para un aumento sostenible de la disponibilidad de agua que ayude a paliar la sequía.
fuente:df.cl