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Tamaño del Estado alcanza en 2014 su segundo mayor nivel en 25 años
El gasto público como porcentaje del PIB llegó a 22,4%, nivel sólo superado en 2009, año de la crisis subprime, cuando tuvo una injerencia de 23,4% del PIB. Para 2015, los economistas prevén que el peso del Fisco podría ser el mayor desde 1990.
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Más o menos Estado. Ese ha sido un tema de discusión desde que retornó la democracia. Y de eso ya han pasado 25 años y el debate continúa abierto. Esto, porque la respuesta no es meramente económica sino que tiene un componente importante de ideología.
Ahora bien, dicha discusión cobra relevancia luego de conocer las cifras fiscales que entregó la Dirección de Presupuestos (Dipres)para 2014, la cual, junto con señalar que la ejecución del Presupuesto fue de 101,2% y el gasto público creció 6,5%, reveló que el gasto público como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) llegó a 22,4%, su nivel más alto desde 2009, año de la crisis subprime en el anterior período presidencial de Michelle Bachelet, cuando su peso en la economía fue de 23,4%. Asimismo, significó el segundo más alto desde 1990. En dólares, el PIB de Chile el año pasado llegó a unos US$257.317 millones, según las estimaciones de Clapes-UC con un dólar promedio de $570.
El análisis por período de Gobierno (ver infografía) en estos 25 años, indica que bajo la administración de Patricio Aylwin el gasto público como porcentaje del PIB fue de 20,4% en promedio; durante el mandato de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el peso del Estado en promedio alcanzó 19,7%. Mientras, en el Gobierno de Ricardo Lagos la importancia del Estado en la economía tuvo un registro de 20,3% promedio.
Durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet, si bien en 2009 el peso del Estado alcanzó niveles máximos desde de 1990 (23,4%), el promedio de su mandato no tuvo una diferencia significativa al del resto de los períodos, ya que el porcentaje del gasto fue de 19,6%. Bajo Sebastián Piñera, el promedio llegó a 21,6%.
Para 2015 los economistas prevén que considerando los ingresos de la reforma tributaria, más el crecimiento del gasto anunciado de 9,8% y un PIB efectivo del orden de 2,6%, el peso del Estado en la economía podría llegar a niveles de 23,5%. De cumplirse esta proyección, el tamaño del Estado sería el más grande desde 1990.
Así, considerando el cierre del 2014 y las proyecciones de los economistas para 2015, el promedio para los dos primeros años del segundo gobierno de Michelle Bachelet alcanzaría a 22,9%, superando, de momento, a todos los demás desde el regreso de la democracia.
Debate de expertos
Durante el gobierno de Sebastián Piñera, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, enfatizó que bajo su administración el gasto fiscal iba a crecer menos que el producto, y que poco a poco se iría eliminando la “grasa” del Estado. A la luz de las cifras, ese objetivo fue cumplido, ya que cuando asumió Larraín el peso del Estado era 23,4%, y se redujo a 21,6%. Pese a este objetivo por reducir el Estado, para los expertos no existe una cifra promedio ni tampoco recomendable a priori de cuánto debe ser la importancia del Estado en una economía.
El economista de BBVA, Cristóbal Gamboni, sostiene que “por la desaceleración económica, se justifica este nivel de aporte del gasto público en la actividad, ya que al ser expansivo ayuda a dinamizar la economía en este ciclo de menor crecimiento del PIB y por ello, el mayor gasto aporta de manera contracíclica para que la desaceleración no sea tan pronunciada”. Gamboni puntualiza que “con respecto a cuál debería ser el gasto público como porcentaje del PIB es otra discusión, que es más política, y que tiene que ver con el tamaño del Estado”.
Para Juan Bravo, analista macroeconómico de Clapes-UC, si bien “no hay una cifra recomendable de cuánto debe pesar el Estado en una economía, lo que importa es que cuando se comprometan gastos sean sustentables y financiables en el tiempo”.
Alejandro Fernández, gerente de estudios de Gemines, sostiene que este nivel de gasto “es consistente con los objetivos que tiene este Gobierno: un Estado más grande y que se reflejó con la reforma tributaria. Por ello, no es raro que siga aumentando los próximos años”. Precisa que una de las consecuencias que trae para la economía un Estado más robusto es que deja menos espacio para que el sector privado se desarrolle, y además del rol que juegue el Estado en la economía será el impacto que tenga en el crecimiento de largo plazo”. Fernández acota que “no hay ninguna teoría que permita definir cuál es el tamaño óptimo del tamaño del Estado, ya que es una decisión política”.
Mientras, el subgerente de Estudios Macro de Inversiones Security, César Guzmán, indica que “no existe un nivel recomendado, pero lo óptimo sería que dicho nivel fuera bajando en el tiempo, y lo que hemos observado ha sido un alza”.
Fuente:Pulso