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Eugenio Rengifo, director del Fondo Naturaleza Chile: “LA DEUDA QUE TENEMOS CON LA BIODIVERSIDAD ES ENORME”
En septiembre de 2021 se lanzó el Fondo Naturaleza Chile que busca impulsar la conservación y la restauración de los ecosistemas. Conversamos con el cientista político Eugenio Rengifo, quien acaba de ser nombrado director ejecutivo del fondo, para entender sus tareas y desafíos.
A principios de 2018 y tras visitar el fondo ambiental Costa Rica por Siempre, se estableció en nuestro país una mesa de trabajo público-privada con distintas organizaciones ambientalistas, como WWF, WCS Chile y Oceana, coordinada por el Ministerio del Medio Ambiente.
Luego se incorporó también la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), además de dos organizaciones civiles adicionales: The Nature Conservancy y el Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff).
Tras un trabajo intenso, que duró cuatro años, este grupo logró diseñar el Fondo Naturaleza Chile (fondonaturaleza.org), que busca impulsar la conservación y restauración de nuestros ecosistemas, tal como se hace en otros países.
En octubre de 2021, esta iniciativa fue admitida como miembro de la Red de Fondos Ambientales de Latinoamérica y el Caribe (RedLAC). Este tipo de fondos complementan el financiamiento público en 19 países de América Latina y han entregado 1.4 billones de dólares para la conservación.
Además, es Eisenhower Fellow y miembro del Steering Committee del Lincoln Center for Large Landscape Conservation de Harvard.
“En este proyecto existió una colaboración muy profunda entre las partes, lo que no es fácil. Este caso es una preciosa constatación de lo que la colaboración puede hacer. El fondo representa una oportunidad única para transformar a Chile en modelo global de protección marina y terrestre”, dice Eugenio.
“La deuda que tenemos con la biodiversidad es enorme”, afirma. “Somos uno de los top 10 países under budget. Se calcula que anualmente se va acumulando una deuda de entre 70 y 80 millones de dólares por no trabajar bien lo que hemos protegido. Es una paradoja, porque somos un país que está a la delantera de la conservación, con más del 40% de nuestros mares protegidos y 24% de nuestra tierra protegida, pero no tenemos los mecanismos para cuidarlos, no tenemos los planes de manejo, de conservación, de gestión, no tenemos los equipos financiados; tenemos una institucionalidad con gente muy valiosa, pero muy poco apoyo del Estado en la práctica”.
Por eso, la idea de este fondo y el origen del proyecto pretende ayudar al Estado en esta gestión y también a las distintas iniciativas a nivel local que trabajan por la conservación. “Este fondo es una institución que focaliza y define los ejes a trabajar, pero no ejecuta los proyectos, sino que se los entrega y financia a quienes ya están en el territorio, fortaleciendo así a la sociedad civil”.
Eugenio destaca dos ejemplos de restauración de ecosistemas que se hicieron en colaboración con las comunidades y que lograron su objetivo en muy poco tiempo. Uno es en México, en una cuenca que estaba con graves problemas de estrés hídrico y que se fue restaurando a medida que los vecinos de la ciudad que recibían el agua, financiaron la reforestación y el cambio de uso de suelo y de cultivo, lo que se logró en un periodo de 10 a 15 años.
Otro ejemplo es lo que se hizo en Chile en la Hacienda Chacabuco, perteneciente a la familia Tompkins, donde hace 18 años liberaron los casi 600 km de rejas que cercaban el lugar y lograron restaurar la estepa. “Estas historias deberían movilizarnos”, dice Eugenio.
Conservación como inversión
Uno de los impactos esperados de este fondo es demostrar el potencial de crecimiento económico como algo compatible con la naturaleza, e incluso como algo que puede pasar a propósito de la conservación. En el estudio Proteger el 30% del planeta para la naturaleza: costos, beneficios e implicaciones económicas, encargado por Campaign for Nature en 2020, se demostró que la conservación genera tremendos aportes a la economía. Cada dólar invertido significa cinco dólares de retorno.
“Y así lo hemos visto en Chile. La Patagonia se ha transformado en una zona cada vez más amplia y eso no es por una cosa simbólica, sino por una cuestión concreta que es el turismo de intereses especiales, que sigue siendo un sector súper pujante que mueve millones de dólares, que da cientos de miles de empleos en zonas tan alejadas que es difícil imaginar otros sistemas productivos que generan algo tan sostenible en el tiempo. Porque las actividades extractivas que siempre tuvo la Patagonia son de entrada y salida”, afirma Rengifo.
Otros de los impactos que se esperan con este fondo es transformar a Chile en un modelo global de conservación de los océanos y coordinar a los actores para un acercamiento holístico integral para la conservación, que hoy está muy desarticulado.
Eugenio Rengifo cuenta que, como director ejecutivo de Reservas Elementales, le tocó lanzar un libro sobre conservación efectiva, que plantea que ya no es más viable comprar grandes terrenos para cerrarlos y preservarlos, sino que es un ejercicio que se tiene que hacer con la comunidad, y para la comunidad, sumando los saberes ancestrales y a los pueblos originarios.
“La conservación hoy es activar a las comunidades, sentarse con humildad y escucharlas. A veces la mayor innovación es volver a la raíz”.
Fuente/ Chile Desarrollo Sustentable www.chiledesarrollosustentable.cl www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS twitter.com/CDSustentable #CDSustentable,#Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente, #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI