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POR FIN, NO MÁS GREENWASHING EN LA MODA
Hasta que ha salido la nueva Ley de la UE, en cualquier país de la Comunidad Europea las grandes (y medianas) marcas vendían ropa con la categorización que les daba la gana. Los engaños y el lavado verde estaban a la orden del día. Pero eso se terminó definitivamente.
Por fin, no más greenwashing en la moda. Durante años la forma de vender de la gran mayoría de las marcas de ropa era ‘pintarlas’ de verde. Compra esto porque es ecoamigable o ecofriendly que suena más guay. Ayuda al mundo y al medio ambiente usando esta camiseta. Combate el calentamiento global adquiriendo una blusa que vale 5 € y no sabes cómo se produjo, pero según ellos es ‘verde’.
Moda rápida y verde, una incongruencia
Hay marcas que ha llegado a sacar 16 temporadas de ropa anuales. Un simple cálculo nos indica que, si hay 52 semanas en el año, nos ofrecieron un puñado de prendas cada 3.25 semanas. Una auténtica locura, insostenible por donde se la mire. Y a ‘eso’ mediante el lavado verde o greenwashing nos lo vendieron como ‘verde’.
Pero ‘mágicamente’ desde que se aprobó la nueva normativa, ha desaparecido de los lineales de las tiendas la ‘moda verde’. Y es obvio por qué ha sucedido esto. Porque no eran prendas de moda sostenible, ni eran eco amigables. Tampoco ayudaban a combatir el cambio climático, ni le salvarían la vida a los animales en peligro de extinción.
En realidad, eran prendas de producción rápida. Que en muchos casos fue confeccionada por personas sin las más mínimas condiciones de salubridad, seguridad laboral y con pagas miserables. Cuyas materias primas reales eran derivados del petróleo (rayón, poliéster, etc.) pero se escondían tras un mínimo porcentaje de materiales reciclados (también del tipo plástico). Con colorantes tóxicos y agentes contaminantes medioambientales muy peligrosos. Y con una huella ambiental altísima, porque a todo ello se le sumaban los costes ambientales del transporte.
Ingenio y mentiras
Hay que reconocer que resulta admirable el despliegue de ingenio que se escondía tras toda aquella cartelería, videos y spots publicitarios superverdes. Campos de hierbas, ámbitos bucólicos y pastorales y una, enorme cantidad de tinta verde. Para disfrazar, emborronar, manchar o disimular. Todo era válido con tal de parecer lo que no eran.
Lo tristísimo es que la normativa de lo que sí es verde existe en Europa desde 1992. Pero obviamente no era redituable cumplir con las directivas estrictas exigidas. Por lo que, en vez de buscar lo mejor para los ciudadanos y el medio ambiente, como querían hacernos creer, solo iban detrás del lucro, a costa de lo que fuese.
El resultado es que ahora sí pueden ganar dinero y amoldarse a las normativas. Y en la actualidad ya no emplean ‘llamadas verdes no sustanciadas’ que es el término que se eligió para decir que nos estaban mintiendo como cosacos. Porque no solo nos vendían las prendas como verdes, sino que muchas de ellas eran decididamente perjudiciales para el medio ambiente. Algo que va en contra de los principios básicos de la moda sostenible.
Memoria, ética y responsabilidad
Sería bueno que la gente tuviese solo un poco de buena memoria y recordase antes de hacer su próxima compara, quienes fueron los que nos mintieron descaradamente. Abstenerse de adquirir sus prendas sería una buena forma de quejarnos, por años y años de greenwashing y embustes verdes.
Porque si hay algo que queda meridianamente claro es que siempre pudieron hacer las cosas bien, pero en vez de ello optaron por engañarnos. Justo a nosotros que somos los que les damos de comer, por así decirlo. Y eso solo da una pauta: en cuanto tengan la oportunidad, lo volverán a hacer, porque a la vista está que de ética andan bastante cortitos. Por fin, no más greenwashing en la moda.
Fuente/Ecoticias Chile Desarrollo Sustentable www.chiledesarrollosustentable.cl www.facebook.com/pg/ChiledesarrollosustentableCDS twitter.com/CDSustentable #CDSustentable , #Sostenible #DesarrolloSostenible #MedioAmbiente, #ChileDesarrolloSustentable, #ECOXXI